13 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (13/12/2012)


Y, de improviso, las negociaciones de las que uno hablaba ayer y que parecían destinadas a prolongarse desembocan en un acuerdo: habrá referéndum y Mas salva la cara. Antes del 2015, se dice, pero casi todos estamos seguros de que será el 11 de septiembre de 2014: trescientos años después de la derrota ante los españoles. Un efecto necesario para conseguir la victoria en la consulta.

Una vez establecida la fecha hay que valorar que, por un lado, es mejor poner un límite a la incertidumbre y, asimismo, tampoco se ha de tener miedo a una convocatoria democrática, legal y legítima. Mas, por otro, es cierto que se han de temer los dos años de intensa propaganda que ambos frentes nos servirán en los medios a su servicio y que acabarán con nuestra paciencia. Habrá que racionar al maximo el contacto con periódicos y televisión (la radio hace siglos que no se enciende en esta casa) pues si de algo uno está convencido es que no imperará el juego limpio durante este periodo y al final se aceptará el resultado sea el que sea. Veo más cercano y probable el "desenlace doloroso" al que llevo meses dándole vueltas: la solución violenta. A este respecto, una amiga que ha vuelto de un viaje por el sur me explica que, por vez primera, la han insultado por hablar con sus amigos en catalán y que, en el grupo con el que viajaba, predominaba la hostilidad hacia Catalunya, lo catalán y los catalanes. Tal vez se trate de mala suerte y sea un caso aislado. Ella, sin embargo, no lo ve así. Nunca antes le había sucedido y viaja mucho por España. No puede evitar creer que es el resultado de lo que está sucediendo. Si tiene razón es un mal síntoma. Significa que la beligerancia de los medios españoles, tan intensa como la de los catalanes, está penetrando y condensándose en forma de "chivo expiatorio".

De cualquier manera, el asunto de la consulta soberanista será una buena oportunidad de poner a prueba una tesis que hace años que ha desaparecido de los medios como por ensalmo y que Iñaki de Juana Chaos recordaba coon sorna más o menos afortunada en su artículo "Hipocresía" contenido en su libro autobiográfico Días: "Trebiño no puede ser Araba ni con un referéndum, pero Euskal Herria puede ser independiente por vías pacíficas dentro de la Constitución española" (p158).

¿Y qué hace uno leyendo a un asesino como De Juana? Lo mismo que cuando ha leído las memorias del comandante de Auschwitz o las de Eichmann. Tomar nota cara a un proyecto de escritura. En este caso uno que lleva años rondándome: "la Guerra del Norte". Pues creo que eso fue: una guerra que acabó con la derrota de ETA. Y el argumento citado, la posibilidad de defender y conseguir la independencia de Euskadi (como la de Catalunya) a través de la Constitución, un táctica militar más. Creo que no me equivoco.

P.S: Conseguir el libro de De Juana ha sido arduo y muy caro. El de Enrique Rodríguez Galindo, Mi vida contra ETA, que espera su turno, ha sido más fácil pero no menos caro. Espero que el reusltado valga la pena. Iré dando cuenta de aspectos del proyecto conforme vaya cobrando forma. De Quasimodo a De Juana y Rodríguez Galindo... Y eso que se trataba de evadirse...