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24 de diciembre de 2013

Una persona de coraje cívico


Xavier describe, con mucho más rigor que la diatriba vitriólica que uno hizo en su momento, la gran contribución del señor Terricabras al pensamiento y la futura cultura política nacional de Catalunya: la teorización del "masoverisme" como principio regulador del funcionamiento de la administración y de "lo público" en general.

Su análisis es ejemplar y demoledor pero no son los desvaríos del tal Terricabras lo que le da a uno ahora un motivo de reflexión sino el "coraje" que siempre muestra Xavier. Hace años que nos conocemos y le tengo por un buen amigo: una amistad hecha de complicidades, lealtad, mucha lealtad y también de diferencias y reservas pero presidida, ante todo, por la sinceridad. Tiene uno pocos amigos de verdad. No es nada extraño. Como probablemente casi todo el mundo. Entre estos los hay tan honestos e íntegros como él y pienso por ejemplo en Robert Veciana y Flavio Felipe. Pero ninguno hace de lo que uno llamaría el "coraje cívico", el eje del ethos de su actuación de tal forma y con tal intensidad.

Xavier no guarda silencio ni mira hacia otro lado cuando "las cosas vienen mal dadas". Ni, por lo que uno sabe, en la época de la transición, ni antes, ni actualmente. Supera cualquier forma de cobardía civil sin entregarse por ello a la inconsciencia espontánea. Por ejemplo. Hace poco, en el seno de una institución en la que coincidimos, algunos miembros del sector secesionista más intransigente plantearon, abiertamente, la proscripción del castellano. Incluso varios secesionistas radicales presentes en el acto se quedaron perplejos pues no en vano el "bilingüísmo" casi perfecto de la mayoría de los catalanes ha sido motivo de orgullo para un amplio sector nacionalista y el recuerdo de la proscipción del catalán está todavía muy vivo entre ellos como para caer en la misma tentación fascistizante. Sin embargo, la voz que primero salió en defensa de la tolerancia y llamó a no identificar la prescripción del catalán como lengua preferente con la prohibición del castellano y a resistirse ante una propuesta de esta índole, fue la suya. Demostró, una vez más, un "coraje cívico" insobornable regido por el conocido lema: "la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero".

Al César lo que es del César y a Xavier lo que es de Xavier: es admirable su constante valentía en la defensa de los derechos.

P.S.: Como a uno no le gradan las notas hagiográficas, cabe decir que entre los mayores defectos de este hombre virtuoso está el creer que piensa la realidad mediante conceptos cuando en realidad lo hace, principalmente, a través de historias. Xavier se engaña. Antes que filósofo es un historiador y de esos que tanto criticábamos en nuestros años de marxismo-leninismo: los narradores. Su condición de filósofo es sobrevenida, secundaria. ¡Qué buen historiador se ha perdido por el vicio filosófico!

27 de septiembre de 2013

Y un último eco del verano: "Del Tercer Reich" en catalán


El último eco de la llegada de Ferran Fernández y el contrato con Baile del Sol en agosto fue la interrupción de la, en algunos momentos, notable novela de Jaume Cabré, Jo confesso, para leer a Transtörmer, por un lado y, por otro, la reanudación del proyecto de concluir la versión catalana de Del Tercer Reich que Robert Veciana había emprendido y culminado el verano anterior y que uno había sido incapaz de retomar.

Un par de semanas de calma en las molestias gástricas ayudaron a que pudiera releer la versión de Robert. Pues de eso se trataba. Más que de traducir de preparar una versión: de ajustarse a la lengua a la que debía ser vertido el texto y, al tiempo, revisar y corregir errores e imprecisiones pero no por purismo, ni tampoco por metafísicos aspectos semánticos intraducibles sino más bien por singularidades rítmicas y sintácticas que diferencian lo suficiente el catalán del castellano como para modificar sustancialmente, por ejemplo, la versificación. Y, también, porque con los años uno ha descubierto algún que otro error en la bibliografía utilizada en su momento y matizado alguno de sus pronunciamientos aunque no las tesis principales, lamentablemente...

Un inciso respecto a la distinción entre versión y traducción por lo que hace al aspecto lingüístico, uno no cree en absoluto ni en la versión fuerte de la hipótesis Shapir-Whorf ni en la extensión del principio de la indeterminación radical de la traducción propuesto por Quine a cualesquiera lenguas efectivamente existentes. Que cada lengua, incluso cada uso concreto de un idioma por un hablante, transmita una determinada ontología o Weltanschauung singular, específica, como parece desprenderse de las afirmaciones de Shapir y Whorf lo desmienten tanto las agrupaciones culturales más amplias, como la que podría englobarse bajo el concepto "Metafísica Occidental", una ontología que recorre decenas de idiomas y cientos de años, como aquellas más reducidas, por ejemplo culturas primitivas como los dowayo de Nigel Barley o los argonautas de Malinowski, que han mostrado cómo pueden encontrarse comunidades objetivas pese a la distancia cultural y lingüística y comunicarse, algo que, dicho sea de paso, los lectores de Quine más toscos y relativistas hubieran considerado "ficticio", improbable.

Así pues, sólo por musicalidad, por ritmo y sintaxis, y por la necesidad de actualizar, no se trataba de una pura traducción sino de una nueva versión.

Su revisión y corrección me ocupó hasta la última semana de agosto. Luego, hace poco más de quince días, nos encontramos para ponernos de acuerdo acerca de algunas divergencias (Robert casi siempre llevaba razón, cómo no) y concluimos la versión al catalán de Del III Reich (sí, un tímido cambio en el título). En breve comenzará su periplo editorial que esperemos termine pronto.

Gracias Robert.

3 de septiembre de 2013

De vuelta...


Y aquí estamos una vez más. No ha sido precisamente este un tierno verano de lujurias. La guardia se prolongó más de lo debido y los días de vacaciones fueron menos de los esperados. Hubo muchos paseos, algunas jornadas aisladas de playa y bastante azotea. Pero, por encima de todo, hubo cansancio y problemas gástricos: un mes y medio de tratamiento contra dispepsias y reflujos le amargaron a uno buena parte de julio y agosto. En breves días una gastroscopia debe acabar de rubricar lo que parece algún problema digestivo agravado por el stress. En fin. Veremos.

Para soportar la situación física uno hubo de cerrar compuertas: la novela, que debía recibir un buen empujón, se quedó en el disco duro, inmóvil y las lecturas se restringieron a Lévinas, Transtormer y Jaume Cabré: ni apenas Blogs ni mucho menos diarios o televisión. Máxima protección contra la barbarie y la irracionalidad.

Sólo en agosto, gracias a Ferran Fernández, Baile del Sol, Paul Cahill y Robert Veciana algo de escritura y retorno a la poesía. A trompicones, con dificultades, pero vuelta al fin y al cabo.

23 de mayo de 2011

23 de mayo de 2011: un ejemplo de los peligros del compromiso. El "caso Antonioni"

Robert Veciana, que está leyendo El Tercer Reich y los Judíos (1939-1945) Los años del exterminio, (Galaxia Guttemberg-Círculo de lectores-, Barcelona 2009) de Friedländer, me envía un comentario que ilustra, excelentemente, los riesgos de confundir el compromiso con "lo político" con el compromiso en "la política" y no sólo por el ridículo que pueden causar algunas tomas de posición vistas en la distancia sino por cómo los individuos que creen que el compromiso lo es con una opción política pueden suspender su conciencia crítica y colaborar en proyectos totalitarios e incluso genocidas.

Escribe Friedländer acerca de la recepción de la película antisemita Jud Süss que Goebbels consideraba la obra maestra de la producción cinematográfica alemana que dirigía con gran maestría:

"Jud Süss fue presentada en el Festival de Cine de Venecia en septiembre de 1940 con un éxito extraordinario. Recibió el León de Oro y generó unas críticas entusiastas.
No dudamos en decir que si esto es propaganda, bienvenida sea la propaganda -escribió Michelangelo Antonioni-. Es una película potente, incisiva, extremadamente efectiva... No hay ni un solo momento en que el film decaiga, ni un solo episodio que no esté en armonía con otro: es una película de una unidad y equilibrio perfectos... El episodio en el que Süss viola a la joven se ha rodado con asombrosa habilidad" (p156-157).

El párrafo acaba con una nota sobre Antonioni magnífica por la fría ironía que trasluce: "Antonioni sigue siendo más conocido como director de L'Avventura y sobre todo de Blow-up".

Pues eso. El "caso Antonioni", uno de tantos, ilustra -para el productor cultural y más allá de la fría sonrisa que pueda producir el caso concreto- , la conveniencia de no confundir nunca el compromiso en "lo político" con el compromiso con "la política".