30 de junio de 2014

Mundial


Sin vergüenza alguna, hay que decirlo. Fin de semana en el que, aparte de comer, beber y leer algo, el fútbol ha sido protagonista para lamento de uno vistos los resultados. La odiosa Holanda se ha clasificado de la peor manera posible con un penalti en el último minuto: qué manera más lamentable de ganar tiene esta gente. Y el sábado Brasil, inmerecidamente, dejó atrás a Chile. Como para no ver ningún partido más. Queda la Mannschaft y por delante la tarea de quitarse de en medio a las dos selecciones que más detesto... A ver...

29 de junio de 2014

Un poema de David González



"contra las cuerdas


no
arrojes
nunca
la toalla:

no la arrojes nunca:

luego
tendrás
que agacharte
a recogerla:

¿qué vas a hacer:
varlam shalámov"

(No hay tiempo para libros, p35)

27 de junio de 2014

"Otro" viaje a Italia (XIV): la religión perdida


24 de julio de 2012.

Nos levantamos temprano para recuperar el ritmo del turista que no hemos logrado tomar todavía y que nos empieza a pasar factura. Acostarse tarde nos permite introducirnos un poco en la vida de la ciudad pero ni lo suficiente como para poder decir que "se vive" en ella nicomo para compensar la fatiga que luego nos invade en las visitas a museos y monumentos. Tratar de pasar por viajero cuando se es turista no sólo requiere una disposición de ánimo y de dinero sino, sobre todo, de tiempo.

Con todo, el hechizo de la fantasía literaturizante del viajero nos lleva de nuevo a la iglesia de Santa Maria Maddalena di Pazzi donde la estilización esteticista se topa de bruces, nuevamente, contra la sobreabundancia real: en el claustro, el escaso público caucásico que escuchaba el cuarteto de cuerda la otra noche ha sido sustituido por una muchedumbre multiétnica al son de música tecno a gran volumen que pululan por el espacio charlando e intercambiando objetos. La visita, que se prometía sosegada, se convierte en un tormento: ¿por el ruido o por la descomposición del cuadro literario etnocéntrico?

La Basilica di San Lorenzo, con la cúpula de Brunelleschi próxima en planteamiento a la Basilica di Santa Croce, la tumba de Donatello, la sacristía nueva y las "dependencias" de Michelangelo, que no pudimos ver por estar cerradas, y las famosas tumbas y tesoros de los Médici que uno, en un gesto infantil de rechazo anacrónico, se negó siquiera a ojear, nos ocupó la mañana. Mas quizás con el tiempo uno probablemente recordará San Lorenzo por un detalle secundario: por vez primera, o eso pareció, tuvo la ocasión de contemplar una obra de arte religioso contemporáneo, el San Giuseppe falegname con Gesú de Pietro Annigoni, una pieza perteneciente a un género que creía extinto o, peor, que daba por hecho se había extinguido con la Ilustración.

Por la tarde, la sensación de haber olvidado que existe un "mundo" en el cual la dimensión religiosa motiva no sólo conductas y acciones rituales sino también artísticas, se agudiza con la llegada a la hermosa abadía de San Miniato al Monte. Primero nos detenemos un rato en el Piazzale Michelangelo desde el cual se goza de una extraordinaria vista de la ciudad que, en algunos momentos, parece arremolinarse a la orilla del Arno. Es temprano pero las escalinatas están atiborradas de turistas así que pronto la emprendemos con los largos tramos de amplios escalones que unen la plaza con la Iglesia y entramos, sin aliento, en ella tras detenernos unos segundos en la contemplación de la fachada de mármol polícromo obra, en parte, de Brunelleschi. Una vez en el interior, nos resulta curiosa su distribución en seguida: el presbiterio y el coro ocupan un nivel superior de la nave central al que se accede por unas escaleras laterales mientras que un tercer nivel, la cripta, se abre también desde ella bajando unos pocos escalones. La iglesia destila quietud y sobriedad. No hay muchos turistas y desde la cripta, nada más entrar, nos llega el sonido de unas voces entonando cantos religiosos. Cuando por fin descendemos, nos hallamos ante una celebración que desconozco. No es una misa. Los monjes, que leo por la noche en la Wikipedia, son cluniacenses, es decir, proceden de los benedictinos, cantan piezas desconocidas pertencientes a un rito que pese a la formación católica de uno, no consigo identificar. Son media docena y ancianos pero llenan con sus voces el espacio transmitiendo una impresión de serenidad y paz que sólo quien conozca la extrema dificultad de consagrar las veinticuatro horas del día a la oración y la meditación puede desnudar para reconocer, tras su fachada, tras la escenificación de esta representación teatral, una trastienda a menudo amarga y triste y, en muchos casos, festoneada de ansiedad, angustia y zozobra.

No nos paramos demasiado a contemplar las tumbas del hermoso cementerio delle Porte Sante, donde al lado de tantos y tantos burgueses y aristócratas cuya estirpe ha sido aniquilada y de los cuales gracias al altísimo, nadie se acuerda, está enterrado el pintor Pietro Anningoni, descubierto hacía apenas unas horas. Quizás alguno entre ellos se merezca que nos detengamos y leamos su nombre al menos pero estoy convencido que la mayoría de ellos no. Es preferible contemplar los cipreses y los cedros de los alrededores.

El atardecer, de nuevo en el Piazzale, tras observar el fulgor del mosaico que ocupa el centro del frontispicio de la basílica, es más sosegado. Los grandes grupos de turistas ya se han retirado y, contemplando el Duomo, el Arno y el Ponte Vecchio, uno puede preguntarse acerca de su escasa atención a ese otro mundo subterráneo en el que la religiosidad que perdió hace años, y que considera agonizante en nuestras sociedades, sigue viva sin haberse transmutado en formas secularizadas como el nacionalismo.

25 de junio de 2014

Un poema de Ana Cañamares


"He superado depresiones
dolorosos desamores
lutos inesperados
vacíos existenciales.

De todo ello me sacó
el aburrimiento.
Aburrida de estar triste
me forcé a pasar de etapa.

Por eso temen tanto
nuestro aburrimiento
los que nos mantienen
entretenidos.

A la revolución por el hartazgo."

(Las sumas y los restos)

24 de junio de 2014

"Otro" viaje a Italia (XIII): el "David"



23 de julio de 2012.

Con hora reservada a las 12:00 podemos permitirnos un paseo por las inmediaciones de la Galleria della Accademia donde nos espera el David de Miguel Ángel y detenernos de nuevo, tras haberla encontrado ayer, en la piazza de Una habitación con vistas.  Como el día anterior, una enorme cola en la angosta calle donde está sita la entrada de la Academia con su correspondiente bullicio. No obstante, justo en la paralela siguiente el ruido da paso a un sorprendente silencio sólo roto por un violín: no pasa ni un solo coche por la también estrecha travesía y apenas algunos algunos transeúntes y el sonido del instrumento inunda la calzada y las aceras. De nuevo el recuerdo de la ideal República parece adueñarse de nuestro ánimo y más cuando después nos sentamos, a la sombra, en la escalinata de la plaza.

Un poco antes de las doce estamos de nuevo en la entrada. Soportamos el gentío y gracias a la adquisición previa de las entradas no pasamos más de diez minutos bajo el sol y entre apretones. Dentro de la Accademia sigue habiendo demasiada gente y en torno al desproporcionado e imponente David casi puede hablarse de una multitud que dificulta una visión calmada de la obra. La posibilidad del diálogo mudo, del mirar y creer ser mirado, del cara a cara con la estatua resulta imposible. Todo lo más se alcanza, durante algunos reflujos de la muchedumbre, a una conversación intermitente, a una interpelación discontinua que, en esos momentos, nos acerca tanto a la posible universalidad de las obras de arte capaces de perdurar gracias al contexto canonizador como a la comunidad que une parcialmente a autor y receptor por encima de la tiranía de la distancia histórica.

El resto de la galería ofrece algunas esculturas y pinturas que a nuestros ojos, que comienzan a estar un poco fatigados de tanto arte, no parecen demasiado interesantes y en las cuales apenas nos detenemos. Con todo, destacan la Maria Maddalena y el San Giovanni Battista de Filippino Lippi por su intempestivo patetismo; la nota de humor, o así lo interpretamos, de la Resurrezione de Del Garbo en el que una losa cae sobre un soldado; y el inesperado A portrait of the artist as a Weeping Narcissus de Olaf Nicolai cuyo contraste en una sala atiborrada de bustos y estatuas clásicas facilita una desautomatización que, por ejemplo, el David de Feldmann no parece lograr debido al entorno en el que está situado.

22 de junio de 2014

Un poema de Sergio Raimondi

Uno de los numerosos hallazgos de la excelente antología País imaginario publicada por Amargord en la colección Once codirigida por mi querido Viktor Gómez: Sergio Raimondi.



"PANAMAX


Ideado para capitalizar el máximo de espacio permitido
según las esclusas del reconocido canal, este carguero
capaz de alcanzar casi los trescientos metros de eslora,
con una manga de más de treinta que ajusta, cuidado,
y la altura suficiente para pasar con marea alta o baja,
calma y más de cuatro mil contenedores sobre cubierta
debajo del Puente de las Américas en Balboa, es historia.
También es historia la conformación estructural del canal
dado que hace días y en plebiscito nacional fue votada
(a riesgo de perder un porcentaje fundamental del PBI
según el gobierno, de aumentar la deuda según otros)
la ampliación necesaria para mantener la competitividad
y dar cabida al fin a los nuevos bulk-carrier adecuados
para transportar el triple y casi el cuádruple en cámaras
digitales y de video, juguetes, electrodomésticos, zapatos
e indumentaria de las más variadas y reconocidas marcas
que por el momento deben hacer un demorado, innecesario
y sobre todo costoso giro por el Cabo de Hornos tras partir
de Shenzhen o Shangai para llegar al puerto de Florida.
Es evidente que las tratativas que permitieron incorporar
la República Popular a la OMC están “moviendo las aguas”
y que hasta el marino más interesado de la tripulación
sólo verá, cuando se le señale con un gesto allá, allá
donde funcionara por décadas la School of the Americas
y los futuros graduados entrenaban en el conocimiento
del enemigo leyendo a Mao-Tse-Tung, un hotel * * * * *"

21 de junio de 2014

Reflexiones sobre la ética digital


Rais ha escrito unos interesantes apuntes sobre los principios que una "ética digital" debería tener en cuenta. La necesidad de profundizar en este campo y de trazar la relación, que no puede ser de simple reflejo pero tampoco de separación absoluta, con la ética histórica le han hecho venir ganas a uno de poner negro sobre blanco algunas reflexiones aisladas sobre este asunto. Lamentablemente, ahora la lectura de Vallejo (Trilce y Poemas humanos) y el trabajo sobre algunos poemas, ocupan el poco tiempo libre que deja el trabajo que siempre se amontona a fin de curso. Pero está pendiente. De momento me conformo con leerle y ver por dónde habría que ir...

20 de junio de 2014

Crónica de la Nueva Edad (20/06/2014)


La conjunción de estupidez, intolerancia e ignorancia ¿le obligará a uno a exiliarse no sólo interiormente sino también físicamente? Y si finalmente, así sucediera, ¿a dónde podría ir? Ayer, ignorancia, intolerancia y estupidez convergieron entre las tres y las cinco del mediodía y pintaron un óleo estremecedor del futuro próximo: casi apocalíptico. Los estertores de la relación de uno con su mundo hace tiempo que declinaron: ahora está ante su agonía con el agravante que no parece haber lugar alguno capaz de alojarle.

A las cuatro, Marc participaba en la tradicional - y generalmente insoportable - celebración de final de curso de su escuela. Lejos quedan aquellas representaciones de clásicos, los conciertos de violín o incluso piano o los recitales de poesía o guitarra, incluso los grupos de rock del barrio mostrando sus composiciones que caracterizaban en los cochenta y noventa estas fiestas. Como habíamos acabado de comer tarde, nos sentamos en el sofá a ver la televisión durante los veinte minutos que nos quedaban hasta encaminarnos a la sala donde tendría lugar el espectáculo. No recordaba que se coronaba a Felipe VI y, como resultado de esa imperdonable falta de atención, caímos en una catarata insoportable e indistinguible de estupideces que, cadena tras cadena, se repetían hasta la saciedad y que, de tan inconcebiblemente absurdas, acabaron enaganchándole a uno. Perplejo ante tanta estulticia y propaganda acabé sintiéndome legítimamente republicano por higiene estética. Fue penoso.

Apenas recuperados de semejante espectáculo nos preparamos para el segundo. Íbamos prevenidos contra la supina ignorancia de los padres (la inmensa mayoría de ellos criados por la LOGSE y, por tanto, por decirlo suavemente, en general caracterizados por una notable debilidad intelectual) pero no para su exacerbación. En esta ocasión, no hubo medida. La educación y el equilibrio que distinguían los recuerdos de las fiestas del pasado de uno o, sin ir más lejos, las de la infancia de Clàudia, hace tiempo que dieron paso a la desmesura y la falta de respeto pero este año se superaron. Gritos desbocados, movimientos continuos, ruidos y, sobre todo, la acentuación de esa conducta tan propia de los padres de hoy día que consiste en suministrar refuerzos positivos exagerados a sus hijos por muy mal que lo hagan (ovación cuando el hijo sale a escena y cuando acaba su frase, la diga como la diga) e ignorar a los hijos de los demás a no ser que sean los de lus amigos cercanos (gritos y jaleo cuando el hijo propio sale de escena y otra nueva se representa con otros protagonistas cuyos padres comienzan a chistar con fuerza para poder escuchar a sus maravillosos hijos y ovacionarles a su vez en cuanto acaben). Fue lamentable.

Pero lo peor fue el añadido de la intolerancia. El director de la escuela empezó con un "Los de allá nos han organizado una coronación pero los verdaderos reyes y reinas están hoy aquí", por supuesto en catalán, que provocó una cerrada ovación en un público adoctrinado y que ama la mezcla de churras con merinas. No venía a cuento pero en esta sociedad catalana efervescente nadie alzará la voz contra un comentario tan partidista que un director de escuela debería reservarse para el bar, el pasillo o el despacho. Mas después la cosa empeoró sensiblemente. El argumento, por llamarlo de alguna manera, que tramaba la disparatada secuencia de bailes y versiones edulcoradas de canciones de moda, era la importancia de los valores (¡como siempre!). Concretamente de tres: la empatía (que ahora resulta que es un valor), el respeto y la diversidad. Pues bien, al empezar la sección dedicada al respeto, el guionista, un profesor adicto también al nuevo régimen, concluía el diálogo con un "¡periquitos o culés, els catalanas sempre els primers!" también jaleado con entusiasmo por la audiencia. Nada mejor para ilustrar el "respeto" que la versión catalana del Deutschland über alles. No creo que nadie apreciara la aberración. Fue deplorable.

Como los hijos de la LOGSE están por doquier y españoles y catalanes parecen empeñados en ofrecer su peor versión de sí mismos, es decir, ser únicamente eso - españoles o catalanes - como esencia del ser uno mismo, ¿qué le quedará a uno, que no es precisamente Thomas Mann, aparte de cualquier variante del Gulag o del Lager?

19 de junio de 2014

De fútbol y extrañamientos

Ayer Wolfgang Borkner, a quien está dedicado el poema "En construcción" de Las vidas de las imágenes, pasó por Barcelona con su familia y se tomó un "Bitter KAS" en la terraza mientras sus hijas pequeñas se servían una tostada con nocilla y lidiaban con la fatiga del coche. Pasamos revista al pasado y al presente y, sorprendentemente, hablamos de fútbol. Alejado como uno procura estar de la TV y de los medios digitales, de igual forma que apenas se ha enterado de los fastos del vodevil monárquico de abdicación y coronación, había pasado de puntillas por el asunto de "La Roja" que, al parecer, había ocupado mucho espacio comunicativo.

Fue divertido comprobar, una vez más, que ambos hemos estado la mayor parte de nuestras vidas en países por los que no sentimos demasiado aprecio: Wolfgang siempre ha querido vivir en España y uno acarició el proyecto de trabajar y vivir en Alemania durante los años de juventud. Ahora, ambos objetivos yacen en el depósito de proyectos frustrados y han sido sustituidos por proyecciones sublimatorias. Una, a cierto nivel y en determinadas condiciones, es el fútbol: ya en este mismo cuaderno, durante la pasada Copa del Mundo de Sudáfrica, uno dejó constancia de sus preferencias por la Mannschaft por encima de "La Roja" y eso no ha cambiado: espero que la selección alemana gane el torneo a ser posible batiendo a Brasil en la final y a Holanda en semifinales. Wolfgang, en cambio, suspiraba por la victoria de España de la que estaba convencido ayer por la tarde. Tornas cambiadas y anti-naturales (como si el espectáculo del deporte de competición fuera natural) que provocaron una esperpéntica y extraña conversación.

Por la noche, no quise regodearme y no le llamé para comentar el resultado: España eliminada, para gozo de algunos - bastantes - secesionistas de por aquí, que lo celebraron por todo lo alto pese a toda su retórica del "país hermano" y perplejidad de los medios españoles incapaces de entender que esta selección era una versión mejorada del que probablemente será considerado mejor equipo de la historia contemporánea, el Barça, y que sin Xavi y sin el "toque",  si la selección se sustenta en la hombría de bien, el centro y el remate de los madridistas, es un equipo vulgar. La retransmisión de Telecinco fue, en ese sentido, ejemplar: tras insistir en la necesidad de verticalidad madrileña durante más de media hora, cuando ésta se convirtió en el eje de juego de "La Roja" no pasó nada en absoluto y la derrota fue más dolorosa todavía que contra Holanda, donde aun se jugó un poco a fútbol. Sin Xavi, España tiene poco que ofrecer y Xavi parece haber dejado atrás su cénit, como buena parte de los futbolistas del Barça. Sin el estilo de juego del Barça, "La Roja" es difícil que vuelva a ser hegemónica.

De hecho, y barriendo para "casa", si la Mannschaft es favorita no es sólo por tradición y determinación, y porque deba ser así - como ya reconoció en su momento Gary Lineker -, sino porque es el equipo que se acerca más al estilo de juego que ha hecho de España una de las mejores selecciones de la historia y casi absoluta dominadora del panorama futbolístico en los últimos 6 años. Esperemos que Mertesacker y compañía acaben levantando el trofeo en Maracaná.

18 de junio de 2014

Escribe Julián Herbert


"lo que aparece en la escritura:

una versión autorizada, una

Vulgata

de la mente"

(País imaginario. Escrituras y transtextos. Poesía en América Latina, p386)

17 de junio de 2014

"Otro" viaje a Italia (XII): la ilusión de lo universal


 22 de julio de 2012. Segunda parte.

Dedicamos la tarde a nuevos paseos por la zona de los Uffizi y la compra de la Guía. Finalmente, optamos por una barata y poco erudita con la cual esperamos orientarnos y dirigir nuestras excursiones a la búsqueda de esa belleza tan elusiva que ni siquiera se deja subsumir en el concepto de "obra de arte". Más provechoso resulta hallar una barata edición de segunda mano de la poesía completa de Salvatore Quasimodo.

Al anochecer, sorprendidos por la mortecina iluminación exterior del gran museo florentino, desembocamos en la Piazza dei Signori y nos encontramos en medio de un concierto que está siendo presentado: una filarmónica local interpreta piezas de un compositor holandés para nosotros absolutamente desconocido. Al amparo de la bellísima estatua del Perseo de Cellini, sentados en la bancada de piedra a sus pies, durante más de una hora disfrutamos de un auténtico retorno a ese mundo de la República de las Artes anticipado por la mañana aunque ni las composiciones del holandés ni su ejecución resulten, en realidad, tan excelentes como nos empeñamos en considerarlas. Es difícil para uno no sucumbir a la ilusión de la universalidad, de la comunidad humana, a esa creencia imprudente en que existen valores comunes a todo el género humano algunos de los cuales, los estéticos, se dejan aprecian tan fácilmente en la música y se expanden en un contexto arquitectónico y estatuario como el que nos rodea. ¿Quién mirando a Perseo con la cabeza de Medusa mientras la sección de cuerda recorre una melodía agradable no pensaría que entre Perseo, Cellini y nosotros no hay algo que supera la distancia histórica?


Durante el intermedio dejamos la piazza para volver tranquilamente al apartamento. Todavía hay que comprar alguna cosa para la cena. Ya es de noche pero hay algunos establecimientos todavía abiertos. Compramos algo de pan y tomates para acompañar la ensalada prevista y, al enfilar los últimos tramos de la calle, volvimos a escuchar más música esta sí reconocible como perteneciente o a Haydn o a Mozart: procedía del claustro de la Iglesia de Santa Maria Maddalena di Pazzi, que hasta aquel entonces nos había pasado completamente desapercibida pese a estar a cuatro pasos de casa. Entramos. Un cuarteto de cuerda desgranaba en plena noche aquellas notas que nos resultaban conocidas aunque no acabáramos de precisar con exactitud su autoría. Poco público, apenas media docena de asistentes pero la impresión de la mezcla entre la música, la noche y la quietud del escenario, nos volvió a hacer sentir como miembros de pleno derecho, y habitantes, de una real República de las Artes que cobraba existencia real en el casco antiguo de Firenze.

Casi a medianoche, en el piso, al abrir las ventanas para refrescar las estancias, el ruido de las motos y los coches de la cercana avenida nos recordó en qué otra república vivimos.

15 de junio de 2014

Crónica de la Nueva Edad (15/06/2014)


El viernes, de camino al Hospital donde está ingresada la madre de Esther (últimamente los hospitales se han agregado como una instalación más del paisaje en el que se desarrolla nuestra rutina), a la altura de la antigua Plaza de Calvo Sotelo, ara Francesc Macià, centro neurálgico de la clase alta barcelonesa donde se encuentra el celebradamente pornográfico -por los precios- Sándor, varias docenas de jóvenes envueltos en banderas de España preparaban el ambiente para el inminente partido contra Holanda. Detenido ante el semáforo, uno tuvo unos segundos para observarlos y apercibirse de algo preocupante. Sí, intelectualmente, filosóficamente, las banderas españolas y catalanas son trapos que producen efectos indeseados e indeseables: no hay ninguna diferencia entre ellas. Sin embargo, cuando veo banderas españolas me siento amenazado: es una reacción emocional, primitiva, inmediata. Con las esteladas el miedo tarda en surgir: es mediado, racional y más tenue, moderado. Hay que preguntarse si detrás de esta ambigüedad que se resiste al razonamiento está el pasado de uno, la construcción mediática del conflicto Catalunya-España, un poco de ambos o algún otro factor desconocido. De momento, no es más que una anotación perpleja y desagradable pero importante.

La otra anotación más destacable de estos días ha sido el amago de Duran i Lleida. Hace tiempo que en los mentideros políticos y en los centros administrativos catalanes se da por hecha no sólo la desafección de Unió respecto al proyecto secesionista sino su más que probable deserción. Los radicales no ocultan que lo consideran un botifler y los medios más adictos al régimen le lanzan continuas andanadas. Asimismo, también lleva una temporada circulando el rumor de que los grandes grupos empresariales críticos con el órdago secesionista preparan una operación política destinada a debilitar su frente: se trataría de realizar una fuerte inyección de dinero en algún partido creado ad hoc para arrebatar, en las elecciones plebiscitarias que se preveen, media docena de diputados a ERC-CiU y así ralentizar el proceso y evitar el enfrentamiento con el Estado. Las malas lenguas apuestan porque el partido no será otro que Unió y que Duran encabezará ese proyecto.

Uno no acaba de creerse ni semejante rumor ni semejante apuesta. Hoy por hoy en CDC, que no es un partido, como lo es el PNV o el PSOE, sino un movimiento familiar y de clan, nadie levantará la mano contra Mas pese al más que evidente suicidio político de su planteamiento. Como much,o las voces más críticas se consuelan creyendo que ERC acabará acogiéndolos en su seno. Pecan de optimistas: la clientela de ERC no es la misma que la CDC y las prebendas no dan para tanto, como ya se observó durante el triste gobierno del tripartito. Se quedarán fuera. ¿Y Unió? Duran es un político sin escrúpulos pero muy inteligente. Quizás sea el mejor de los políticos clásicos catalanes pero no es, precisamente, conocido por su valor y gallardía. Parece difícil que, en el ambiente actual, se atreva a desmarcarse y encabezar una "tercera vía" claramente. ¿Qué les quedaría a esos empresarios? La extrema derecha de Anglada y poco más. No hay espacio ni tiempo para crear un partido que en pocos meses "robe" esa media docena de diputados. El caso de "Podemos" no es trasladable aquí: entre otras cosas porque los medios están dominados más férreamente que en España.

13 de junio de 2014

"Correspondencia digital"


La colaboración que, a cuenta de la lectura de la correspondencia entre Hermann Hesse y Thomas Mann, se publicó hace casi tres semanas en la revista Catalunya vanguardista con el título "Correspondencia digital":

"No es fácil esclarecer si los principios que parecen regular nuestra comprensión tienen un origen biológico o social, si se generan en la interacción entre ambos o son construcciones culturales históricamente contingentes. El debate filosófico, pues la pregunta pertenece a este orden, está abierto y no tiene visos de encaminarse a su cierre.
No obstante, algunos aspectos de la discusión gozan de un cierto consenso. Por ejemplo, que el par identidad / diferencia y la serie de oposiciones a él vinculadas han ordenado el panorama conceptual en nuestras sociedades durante siglos o que en función de qué miembro del par domina la caracterización de un determinado hecho o fenómeno se pueden clasificar y periodizar acontecimientos y series temporales. Así, por lo que hace a la interpretación de la historia, los griegos de la Antigüedad inclinaban el fiel de la balanza hacia la repetición, peso que el cristianismo invirtió radicalmente o mientras que desde el siglo XIX la originalidad es considerada una condición sine qua non del valor de la obra de arte, en siglos anteriores lo había sido justo su contrario, la semejanza con lo ya creado. Asimismo, podría decirse que la controversia tampoco es especialmente intensa cuando se afirma que si este modelo dualista es aplicado mecánicamente y jerarquizado de forma inflexible, nos acostumbramos a encontrar ante ideologías, religiones o, simplemente, ante la irreflexión o el pensamiento trivial. Es entonces el momento de la proliferación de maximalismos, profecías, dogmatismos, confusiones de planos, pasos indebidos entre órdenes diversos, simplificaciones, falta de matices…
Pues bien, algo de eso podría estar sucediendo hoy día cuando en los medios de comunicación se aparenta evaluar la llamada “revolución tecnológica” y efectuar prognosis. Tal vez por la influencia del pensamiento postestructuralista del último tercio del siglo pasado, se está imponiendo demasiado automáticamente en la descripción el polo de la novedad, del cambio, de la discontinuidad, como si la pregunta de Castoriadis, “¿Dónde estaba el piano durante el Neolítico?”, que incidía agudamente sobre el valor de la ruptura, se hubiera convertido en la vara de medir hegemónica. Esta asunción, además, provocaría que las especulaciones sobre los escenarios próximos de  la evolución social se articulen casi exclusivamente en términos de utopía o de apocalipsis: dado que la revolución tecnológica de las últimas décadas supone una novedad absoluta, las inimaginables transformaciones que conllevará sólo pueden valorarse en términos de un porvenir maravilloso o catastrófico pues carecemos de referencias anteriores.
Mas el imperio de la novedad y su proyección utópico-apocalíptica pudieran no hacer justicia a la situación actual y sus escenarios futuros. Tal vez haya continuidades cerca de las discontinuidades, invariantes junto a las rupturas y lo que pasa por radical innovación no lo sea del todo. Tomemos una muestra de esta revolución: el correo electrónico. Tanto los apologetas de la Nueva Era como los nostálgicos del pasado parecen coincidir en que está acabando con el correo postal. El e-mail habría aniquilado la carta y con ella una forma de relación, un género literario e incluso una forma de vida – según unos para bien, según los otros para mal.
Correspondencias como las que mantuvieron Kandinsky y Schönberg, Nin y Henry Miller o G.B. Shaw y Churchill son cosa del pasado
Vassily Kandinsky /Wikipedia
Vassily Kandinsky /Wikipedia
Cierto que, a simple vista, correspondencias como las que mantuvieron Kandinsky y Schönberg, Nin y Henry Miller o G.B. Shaw y Churchill son cosa del pasado. Con todo, eso no significa que la comunicación epistolar sea un hábito que se esté extinguiendo: en febrero de este año el Daily Mail, aunque no los publicó, atesoraba más de 300 páginas de correos entre el ex-premier británico Tony Blair y Wendi Deng. Esta correspondencia no parece tener la categoría  que la mantenida por Marx y Engels ¿pero es tan distinta de la que entablaron en su tiempo James Joyce y Nora Barnacle? Otro caso. El conocido intercambio epistolar que mantuvieron entre 2008 y 2011 J. M. Coetzee y Paul Auster, que se publicó bajo el título de Here and now y considerado un ejercicio contemporáneo de literatura epistolar, consistía en una mezcla de correos electrónicos y misivas enviadas por fax.
El correo electrónico, pues, no está tan claro que haya hecho desaparecer la interacción comunicativa escrita, aunque la haya modificado, y tal vez tampoco haya transformado tan sustancialmente sus caracteres distintivos como para aniquilarla. Como las mensajerías instantáneas frente a la mensajería tradicional, las novedades a lo mejor no son tan absolutas como para apisonar las continuidades y cantar el final ni de la literatura epistolar, ni del género, ni tan sólo de la costumbre.
Se argumenta, por parte de los utopistas, que el e-mail suprime la distancia espacial y temporal y que este logro modificará las pautas de la interacción humana. Pero si bien es cierto que disminuye tanto la cesura temporal que casi se estaría tentado de corroborar esta supresión, lo cierto es que, aunque disminuida y reducida, sigue existiendo: no se cancela aunque el escrito llegue mucho más rápidamente que antes. Como tampoco se disuelve la distancia espacial aunque esta se sublime en la forma de un ciberespacio que todos habitamos en calidad de interconectados en la Red. De hecho, una de las formas habituales de la literatura epistolar que consiste en datar y situar a los participantes, permanece en la digital no sólo porque muchos correos “oficiales” o corporativos incorporan ambos datos a pie de correo sino porque redacción y recepción siempre contienen una referencia temporal – día, hora y minutos – entre otros motivos porque no es posible la comunicación instantánea e inmediata sin demora, por muy reducida que sea ésta: la novedad no cancela una de las causas de la existencia de la correspondencia escrita aunque la altere notablemente.
Thomas Mann / Wikipedia
Thomas Mann / Wikipedia
Un ejemplo tomado del pasado podría servir para profundizar en el arco de las similitudes y diferencias y en la fuerza de esta novedad: la correspondencia que Thomas Mann y Hermann Hesse mantuvieron a lo largo de casi cinco décadas, entre 1910 y 1955. Algunas características de la epistolaridad literaria, y con ella de un cierto tipo de interacción a distancia clásica, se manifiestan en ella en todo su vigor: la autoconciencia del carácter documental de las cartas, su cuidada confección como un artefacto literario más, el intercambio de reflexiones y tomas de posición, la evaluación de la actividad creativa de los interlocutores y de otros…  Respecto a la conciencia de la naturaleza documental de las cartas: ¿ha desaparecido por completo en el intercambio de mails? Por estos pagos tenemos una muestra de que más bien sucedería lo contrario. ¿Qué cabe suponer sino en la efusión de correos conservados y presentados al juzgado en el conocido caso del ex-Duque de Palma Urdangarín? Por otro lado, por lo que hace a su composición literaria, el volumen escrito por Coetzee y Auster, trufado de reflexiones, tomas de posición y valoraciones de textos del otro, bastaría para mostrar que no hay nada en la naturaleza del correo electrónico que impida su uso literario. No obstante, se aducen otros los motivos para sustentar su absoluta novedad. Así, se afirma que su velocidad de emisión predispone al contacto breve y protocolario; que la posibilidad de enviar copia a docenas, cientos o miles de individuos acaba produciendo fenómenos de saturación y abandono además de la obvia difusión exponencial de la información; o que la de adjuntar archivos multimedia o incluir el texto original al que se responde, aspectos todos ellos inexistentes en el correo postal tradicional, modifica totalmente las condiciones de la interacción. Sin embargo, en la recopilación de las epístolas que se dirigieron los dos nobeles alemanes, junto a las usuales en este tipo de compilaciones, hallamos no sólo tarjetas postales, de por sí breves y protocolarias, sino también cartas de contenido rutinario encaminadas más a mantener el ritual del contacto que a transmitir o juzgar como se observa en buena parte de la correspondencia entre diciembre de 1932 y noviembre de 1933. Asimismo, no faltaban tampoco copias de respuestas o de cartas enviadas a otros interlocutores que, sin llegar a las dimensiones del “Cc”, impiden que se pueda hablar a la ligera de la absoluta originalidad del fenómeno más cuando, en rigor, los envíos masivos a miles de destinatarios tienen lugar mediante “listas de distribución” y no correos electrónicos personalizados. También el fenómeno de la “saturación” por la masiva recepción – o envío – de mails tiene su correlato, a cierta escala, en la incapacidad de despachar la correspondencia que, a menudo, experimentan ambos, especialmente Thomas Mann quien utiliza la expresión “bancarrota epistolar” para dar cuenta de sus dificultades de dar cumplida respuesta a lo recibido o entablar nuevos diálogos. Por otro lado, pese a que no se incluya por defecto el texto original al que se responde, que tampoco se incorpora siempre en la comunicación digital, no por ello deja de ser citado en numerosas ocasiones e incluso a veces reproducido siquiera parcialmente. Finalmente, el envío postal entre ambos fue auténticamente “multimedia” en el sentido más amplio y vago del término pues las cartas que se enviaron se acompañaron a menudo de recortes de prensa, poemas, ediciones privadas de escritos y, también, de acuarelas por parte de Hesse, pintor en sus ratos libres. Estas muestras deberían autorizarnos a adoptar una actitud escéptica respecto a las proclamas de ruptura axial.
La pregunta de Castoriadis tiene trampa. Si se reescribiera como “¿Dónde estaba el piano en el Renacimiento?” tendría una fácil respuesta: en el clavicémbalo
Es cierto que entre el correo digital y el postal hay diferencias importantes y que incluso si nos limitáramos a analizarlas sólo por el lado del aspecto cuantitativo deberíamos tener en cuenta que, en muchas ocasiones, los incrementos o disminuciones en la cantidad pueden suponer variaciones cualitativas. Con todo, a la luz de la correspondencia entre Mann y Hesse resulta demasiado ligero afirmar que aquél suponga una novedad tan absoluta como para inaugurar una nueva época que nada tiene que ver con los tiempos inmediatamente precedentes. Y, por ende, ante él, como ante la revolución tecnológica, no se debería adoptar una evaluación ni apologética ni apocalíptica porque tal vez no irrumpiría en un vacío histórico sin precedentes.
En realidad, como de costumbre, el problema es de escalas o niveles. La pregunta de Castoriadis tiene trampa. Si se reescribiera como “¿Dónde estaba el piano en el Renacimiento?” tendría una fácil respuesta: en el clavicémbalo."

12 de junio de 2014

En estos días


En estos días de fastos monárquicos y hagiografías penosas; en estos días de estériles debates sobre la fachada de la forma de dominación; en estos días de cantos y banderas al viento para reorganizar las plantaciones de la contemporánea esclavitud viene bien echarle un vistazo a la recopilación de noticias que Antonio Turiel ha realizado sobre las perspectivas a corto plazo de la crisis. Eso sí: una vez leídas, a jalear a España en Brasil o a clamar por su rápida derrota y a continuar alimentando las tertulias televisivas. Vaya a ser...

Las primeras líneas de su recorrido:

"Queridos lectores,

Durante las dos últimas semanas se han producido varias noticias de gran impacto en el mundo de la energía, todas las cuales merecerían tener un puesto destacado en la primera página de los diarios y algunos minutos en los noticieros televisivos, cosa que por supuesto o bien no ha pasado o bien se ha disfrazado de otra cosa. Todas estas noticias implican una creciente angustia y preocupación por el futuro no ya de la energía sino de la economía mundial, y anticipan que el declive energético puede entrar en una nueva fase más rápida, en una caída más precipitada. Hagamos una revisión rápida de estos sucesos:"

10 de junio de 2014

Días de Football



Intenso y agotador fin de semana en Calatayud para la Spanish Flag Bowl (entre nosotros, la Copa de España de Football Flag, variedad del American Football) que sucede a la llegada de las esperadas invitaciones para una nueva temporada de Football Fantasy: la tercera. Así pues, días de trabajo, sí, de poesía, también, de escritura, algo, pero sobre todo, de American Football.

Andy, desde Japón, ya ha puesto en marcha la liga "Internationals" de Fantasy. La temporada pasada, uno acabó tercero entre los diez lo cual, teniendo en cuenta la distancia y el retraso en la llegada de la información, no está nada mal. Ya que Call of Duty parece haber dado de sí todo lo que podía dar, la nueva temporada fantástica tiene la mayor parte de los números para convertirse en el entretenimiento principal del otoño-invierno del año que viene y convertirse en la principal barrera de protección contra la representación teatral de la "Segunda transición" española y el sainete de la secesión de Catalunya que prometen brindarnos grandes momentos en los próximos meses. Unos momentos que seguro que más tarde o más temprano recordaremos en su aspecto teatral con una media sonrisa: quizás cuando ya nos hayan conducido a escenarios dolorosos.

Respecto a Calatayud, pasar de la virtualidad del football fantasioso a lo real tiene un aspecto agradable para quienes hemos sido educados en la originariedad de lo sensorialmente empírico sobre lo virtual (que también tiene, no obstante, su fundamento sensorial): "partidos reales", la competición viva, el deporte en su estado fáctico, cuerpos, golpes, gritos, dificultades de visión, obstáculos, incomodidades... Pero, como todo, tiene un lado desagradable: los treinta y cinco grados a la sombra, la deshidratación, el cansancio, el ruido, la megafonía y, sobre todo, que "tu equipo", es decir, el equipo en el que en este caso juega tu hijo, pierda. Esta vez, por cierto, la antología de poesía latinoamericana editada por Amargord que está uno leyendo, País imaginario, no pisó el campo y se quedó en el hotel para no repetir la experiencia de la dolorosa lectura de Entreguerras. Poesía y deporte siguen sin casar demasiado bien.

Y hablando de deporte. La experiencia de estos días en Calatayud ha reportado algunas reflexiones en las que tal vez, si hay tiempo, algún día, habría que profundizar para constatar, o no, su plausibilidad. Una de ellas, la que más le ha ocupado a uno tiene que ver con la proximidad entre deporte de masas y religión. Si no estoy equivocado, el deporte contemporáneo ha enfatizado sus aspectos más espectaculares acercando la exhibición de las facultades físicas y la competición al opiáceo modelo de la religiosidad. De hecho, en Grecia y sobre todo en Roma (el Panem et circenses) ya se podría rastrear la inscripción de esta proximidad entre lo deportivo y lo religioso. Mas con los totalitarismos del siglo XX este nudo se habría afianzado tanto que hoy sería difícil encontrar acontecimientos que movilicen más energías de los administrados con vistas a la reproducción de la dinámica de dominación que los del deporte de masas. Pero hay otro nivel en el que se puede rastrear, microfísicamente, como diría Foucault, este vínculo. Por ejemplo, en la sensación psicológica, que predomina entre los sujetos participantes en estos acontecimientos, de pertenencia a una comunidad re-ligada por una simbología, unos rituales, unos códigos y un repertorio lingüístico específico. Esta re-ligación permite que abogados, economistas, operarios de grúa, escritores, camioneros y amas de casa, por citar algunos de los empleos de los padres de los jugadores, releguen sus diferencias de clase e ideológicas, de talante, educación o de hábitos y ordenen su conducta desde aquello que les es común: en este caso, la condición de seguidores de un club de football. Otro ejemplo: el sobrepujamiento de los juicios racionales por creencias carentes de fundamento racional que abunda en estos contextos. Así, durante las dos jornadas uno ha creído firmemente que los Búfals de Poblenou, el equipo donde juega mi hijo Marc, son los representantes auténticos del fair play, la elegancia, el juego honesto y sin trampas en el football flag frente a sus "eternos" rivales (lo son desde esta temporada), los Pioners de L'Hospitalet que personificarían, por contra, la ambición, la conducta utilitarista orientada a ganar a toda costa, el juego marrullero, las tácticas al filo del reglamento, etc. Ha sido así aun cuando un análisis frío puede detectar rápida y fácilmente las grietas en semejante maniqueísmo ramplón. Pero ese análisis se ha producido después: cuando la fe que uno profesaba ha salido victoriosa del desafío, no antes, mientras era puesta a prueba. Es más, si el resultado hubiera sido distinto no cabe dudar de que la solicitación de este dualismo reduccionista no se hubiera producido y estaría uno quejándose amargamente, por supuesto no por escrito, del triunfo del mal sobre el bien. En fin...

Me temo que el análisis meticuloso de los efectos de realidad que se producen en torno, a través y gracias a los espectáculos deportivos de masas, debe seguir siendo una prioridad si se quiere avanzar en cualquier proyecto emancipador: con el próximo mundial de futbol y sus repercusiones en el Estado español tendremos un nuevo laboratorio de observación.

Mientras tanto, Marc, a pesar de que los árbitros no pitaron un espectacular safety que realizó sobre el quarterback de los Pioners está pletórico: capitán de la defensa del equipo ganador, como linebacker no fue superado más que una sola vez por tierra en la final. Está muy contento. Su padre, al parecer, también.

9 de junio de 2014

En el Blog "Miles de tierras" el poema "Fosa común (2.0)"


Ana Cañamares ha subido al Blog "Miles de tierras", que recoge las contribuciones que un grupo de poetas realizamos hace un par de años con motivo de la celebración del 75 aniversario de la retirada de las Brigadas Internacionales de España, la segunda versión del poema "Fosa común" que uno escribió con tal propósito. Este otoño se publicará el volumen colectivo bajo el mismo título del Blog.

8 de junio de 2014

Escribe Stephan Lebert


"... los criminales sólo tenían miedo a ser descubiertos y condenados. Desde el punto de vista psicológico hay que entenderlo así: el asesino se realizaba en sus hechos; la víctima quedaba destruida por esos hechos en todo lo que quería, y todavía quiere, realizar. Dicho de forma más cínica: torturar tiene muchos menos efectos secundarios que ser torturado (...)

Es muy sintomático lo que cuenta Marcel Reich-Ranicki en su autobiografía... que la primera persona que en la Alemania de posguerra le preguntó, a finales de los años sesenta, por sus vivencias en el campo de concentración, fue una periodista llamada Ulrike Meinhof, la que acabaría siendo famosa terrorista" (Norbert Lebert & Stephan Lebert, Tu llevas mi nombre, trad. de Juan María Madariaga, pp181, 184-185).

Viene muy a cuento, por cierto, de Comida para perros de Gsús Bonilla...

6 de junio de 2014

El programa educativo de "Podemos" para las elecciones europeas


Mi hermano Pablo se queja de las críticas que uno ha hecho a Pablo Iglesias Jr. y al populismo demagógico de "Podemos". Cree, acertadamente, que no se les puede poner al mismo nivel que a los populistas de derechas. No he dicho que estén a la misma altura. Es sólo que mi fobia, que se origina tanto en la persona de "Jr." como en el movimiento, se asienta en la convicción de que no hay en sus propuestas demasiada crítica, ni rigor, ni autocrítica, ni un esfuerzo por pensar de nuevo la transformación de la sociedad. Veo retórica vacía, estereotipos, aceptación del modelo económico y representativo dominante y escasa capacidad de análisis y menos de propuestas transformadoras. Que no haya ningún otro partido con representación parlamentaria que asuma esta tarea no lo hace mejor o preferible desde un punto de vista que podríamos denominar de "izquierda ilustrada". Además, tampoco está uno del todo dispuesto a que los argumentos de su hermano, por mucho cariño que haya entre nosotros, le estropeen sus aversiones emocionales y más cuando encuentran fundamentaciones racionales con rapidez.

Un ejemplo. Veamos sus propuestas sobre "educación" en el programa que presentaron al Parlamento europeo:

"Establecimiento de mecanismos que garanticen un sistema educativo abierto a la innovación pedagógica, descentralizado, inclusivo y que contribuya a reducir las desigualdades sociales, prestando especial atención a la diversidad individual y cultural de los y las estudiantes, y fomentando las prácticas de cooperación y ayuda mutua.

Implementación (sic) en los planes educativos herramientas que fomenten la innovación, el pensamiento crítico, los procesos creativos y la educación profesional, y que garanticen la defensa de las lenguas minoritarias a nivel europeo."

Ya está. No hay mucho más y eso sigue siendo más de lo mismo, de lo de siempre, de ese híbrido compuesto de estereotipos y tópicos del discurso dominante de izquierda y neoliberal: "innovación pedagógica, descentralización, inclusividad, diversidad" y, sobre todo, "implementar" lo que sea...

En el programa de CiU, poco sospechoso de izquierdismo precisamente, también podemos hallar ese potaje de la "innovación educativa", la "diversidad", la "inclusión" o lo que ellos llaman "autonomía" que coincide con la "descentralización" en más de un aspecto. Al menos los secesionistas catalanes "implementan" muy poco o casi nada... ¿Qué les diferencia? Algún que otro detalle, como fomentar el "pensamiento crítico" pero no mucho más... Lo que pasa es que eso del "pensamiento crítico" no es gran cosa y más cuando por estos lares tiene fuertes vínculos con la crítica al pensamiento revolucionario. Insiste uno, demasiado poco...

5 de junio de 2014

Sobre esa Causa General que sirve de fundamento a la crítica


Me pregunta F. acerca de esa "Causa General de la Humanidad" de la que uno se sirve "para poner en solfa" nacionalismos, populismos o la legítima lucha por mayores "niveles de democracia". Considera que si no explico bien de qué estoy hablando en realidad cometo un fraude intelectual.

Bien. Confieso que no creo que sea para tanto pero pongámonos, al menos inicialmente, no va uno a redactar un Tratado, sobre el asunto. Para ir al grano y dejarnos de retóricas postestructuralistas:

- La Causa General de la emancipación de la Humanidad es, por supuesto, una modelización, una abstracción, un ideal regulativo: algo a lo que se tiende, a lo que se aspira y que, en vitud de ello, pretende organizar y jerarquizar la acción de un determinado sujeto, en este caso, del que ahora escribe. No tiene, por este carácter ideal, correlato fáctico alguno: es contrafáctico. De hecho, no sólo no se ha realizado sino que cabe dudar de que haya habido aproximaciones históricas siquiera. De todas formas, eso no es importante moralmente hablando. Lo moralmente bueno, el bien supremo, se lo defina como se lo defina, es importante en la eticidad aunque no tenga dimensión empírica;

- aunque podría estar vacía de contenido y enunciarse tan sólo formalmente para mostrarse como máximamente universal, es decir, como proyecto que pudieran estar en situación de subscribir todos los seres humanos, tiene un cierto contenido que podría enunciarse así: "Acabar con la explotación del hombre por el hombre" aunque también podría admitir una formulación más formal al estilo kantiano: "Tratar a todo ser humano como un fin en sí mismo y no como un medio para un fin";

- esta Causa General, que no Total, "General" en el sentido de "genérica", de concerniente y perteneciente al "género" Homo, se puede acompañar de la expresión "de la emancipación" en el sentido que el fin de la explotación, el tratamiento de cada ser humano como un fin en sí mismo y no como un útil del que valerse para conseguir la satisfacción de los objetivos propios, implica el objetivo de la liberación de cualquier forma de coerción que no sea aceptada y consensuada por los participantes en la interacción humana;

- finalmente, aquí y ahora, la tarea ética principal para aproximarse al ideal no puede ser otra que la lucha no utilitaria contra los mecanismos de explotación vigentes, vinculados al modo de producción capitalista y sus variantes: seguramente si se lograra acabar con este modo de producción y distribución emergería otro que incorporaría algún sistema de explotación. ¿Y?... Ya se ha dicho que el ideal no tiene realización ni concreción histórica, empírica... Pues a seguir en la tarea crítica y en la lucha...

Lo siento, F. Uno cree en una acción moral sin éxito posible. Las que prometen o auguran el éxito me preocupan: las fosas comunes están saturadas de sus logros.

P.S: Algún día y en otro lugar intentaré ser más preciso y argumentar rigurosa y detalladamente esta "toma de posición".

4 de junio de 2014

El nuevo libro de Gsús Bonilla


Por correo, Gsús Bonilla me comunica que su nuevo libro, Comida para perros, publicado por Baile del Sol, ya está en la calle y que el próximo sábado, a partir de las 20:00h, en la librería La esquina del Zorro (c/Arroyo del Olivar, 34), añade, "daré comienzo a una nueva propuesta literaria en la que llevo trabajando desde hace un par de años; se trata de un cuaderno de prosa poética, escrito desde la angustia y la ansiedad en las que nos sitúan aquellas atmósferas generadas por el poder para producir miedo". De la presentación se encargará nuestro común y querido Esteban Gutiérrez "Baco". Asimismo, tiene programadas dos firmas en la Feria del Libro de Madrid, en Parque del Retiro: "la primera será el miércoles día 4 en la Caseta 191 de la librería Muga, y la segunda el domingo 8 en la Caseta 71 de la librería La Marabunta; ambas entre las 19:00h y 21:00h".

Leí una parte del manuscrito de este nuevo libro de Gsús y me pareció una propuesta arriesgada pero seductora. Gsús es un poeta que no se conforma con las líneas que se (le) marca(n) y trabaja constantemente nuevas estrategias expresivas. En esta ocasión, hasta donde sé, se construye una voz poética bien distinta a la que estábamos habituados, menos discursiva y narrativa, más asbtracta y verbal sin caer en ese hermetismo de supermercado o de "todo a cien" que hace del trapecismo lingüístico su medio y su fin. Espero el libro con verdadero interés, como siempre lo he hecho con todos sus textos desde que lo conocí hace cinco años. Por algo es uno de mis poetas preferidos.

3 de junio de 2014

De distracciones, pseudodebates, formas y contenidos


Repetidamente ha dejado uno constancia por aquí de que el nacionalismo, en cualquiera de sus variedades, no es sino otra clase de "opio del pueblo", como la religión, que distrae de la Causa General de la emancipación de la humanidad - una Causa que, por cierto, no es Una, evidentemente - y que ha sido utilizado reiteradamente por los grupos dominantes para perpetuar su ejercicio del poder y la coacción. La lucha nacional apenas conlleva ningún avance reseñable en este camino, en la modesta opinión de uno. Otra cosa es que esta "Gran Causa" máximamente universal deba ser el eje de la actividad ética y política.

Con el debate que se abre estos días en España entre República y Monarquía pasa más o menos lo mismo: no parece que las energías que cabe emplear en conseguir la sustitución de un régimen dinástico por otro democrático representativo suponga, realmente, un paso adelante en la lucha contra la opresión y la explotación de los asalariados por parte de aquellos que detentan el capital. A los hechos históricos cabe remitirse con los múltiples ejemplos de países occidentales en los dos últimos siglos. Puede que en el XVIII fuera un incontestable "progreso". Hoy día tiene uno la impresión de que es un pseudodebate, una distracción más que aleja de las reformas en profundidad del sistema de representación política y la organización de las formas de resdistribución de la riqueza que demanda una elemental justicia social.

La forma puede no ser un mero ornamento y, en ocasiones, es indiscernible del contenido. Las formas son estéticamente relevantes y éticamente también: no hay estética sin una cierta ética y al revés. Cierto. Derrida nos ha enseñado mucho al respecto. Con todo, cabe mantener rigurosamente la pertinencia de la distinción entre contenido y forma, entre nuclear y accesorio, entre substancial y secundario: en tretra brik, envase de plástico o en botella, es muy importante, decisivo, el líquido que haya dentro.

Xavier, como siempre, ha expuesto lo fundamental en esta falsa disyuntiva mejor que lo haría uno.

2 de junio de 2014

Conflictos fóbicos

 

Uno ya comentó que su nueva flor del jardín de las fobias, Pablo Iglesias Jr., tendría tiempo para ser trasplantada, abonada, podada, fumigada... Cultivada con esmero, en fin. El problema ha surgido cuando nada más plantarla otro ilustre habitante de este jardín, Felipe González, que ha crecido hasta hacerse un hueco nada desdeñable tras abandonar la zona de los bonsais, donde ya era el más espléndido de los enanos detestados, ha embestido contra el populismo bolivariano que, según él, abandera Pablo Iglesias Jr.

Que el "Jr." a uno le parezca populista, demagogo e inane ideológicamente, aunque no tenga tan claro lo de "bolivariano", no lo hace sin embargo peor que el disoluto y cínico expresidente y consejero de Gas Natural como lo revela el hecho de que el primer gesto mecánico, al escuchar el comentario del "copito de nieve" socialista, fue de simpatía, algo totalmente desaconsejable para robustecer la buena salud de las especies habitantes del Phobos Garden.

Afortunadamente, la lectura de las declaraciones del susodicho "Jr." hoy, a propósito de la necesidad de un referéndum para decidir entre República y Monarquía al conocerse la abdicación del Borbón Juan Carlos, algo crucial para la lucha anticapitalista como lo muestra el ejemplo de la República de los Estados Unidos, le han devuelto rápidamente su emergente estatus. Un poco de riego y todo vuelve a la normalidad pero hay que reconocer que muchas más intervenciones de esta guisa y uno tendrá que arrinconarlo en el invernadero y cuidarlo lo justo...

1 de junio de 2014

Eduardo Moga da cobijo a "Las vidas de las imágenes"


Esta mañana, al abrir el ordenador tras un día completo de ciberausencia, se encuentra uno con la agradabilísima visión de las observaciones que Eduardo Moga ha realizado sobre Las vidas de las imágenes. La crítica de Eduardo le recuerda a uno por qué Derrida señalaba que toda crítica es, ante todo, escritura, reescritura, inscripción y reinscripción, que no se puede separar tan absolutamente del texto como muchos pretenden aunque tampoco se confunda con él. En cierto sentido, su afirmación de que es un género literario más, que hay que tomar con las debidas precauciones, acostumbra a encontrar en las piezas que escribe Eduardo un ejemplo de lo pertinente que puede ser en determinados contextos.

Únicamente añadir que es de agradecer el hecho de que alguien realice el esfuerzo de leer lo que uno ha escrito y, además, lo traslade a un nuevo texto, trabaje nuevas palabras y frases a partir de él y lo abra a una nueva vida por muy efímera que sea. Gracias Eduardo.