31 de enero de 2013

Posición ante el "derecho a decidir" (I)


El otro día, en el Blog de Jorge Riechmann, se ofrecía una posible actitud "realista" ante el envite secesionista para una izquierda que vaya más allá de la "realmente existente". Uno lo leyó con atención pues tiene la impresión que uno de los déficits históricos de la izquierda es su falta de "realismo" en beneficio de lo ideal y utópico hasta el punto de caer, en ocasiones, en delirios que no pueden sino conducir al "Gulag". Proponía el autor, citado por Riechmann, que hay que aceptar la inevitabilidad del fenómeno "nacionalista" y que hay que tener ante él una postura no reduccionista. Aplicado al caso concreto del programa secesionista catalán, se concluía que se debía defender, fuera de Catalunya, el derecho a la autodeterminación y dentro de Catalunya, el Estado federal.

Dejando de lado el uso probablemente poco adecuado de la expresión "derecho a la autodeterminación", no parece una actitud descabellada y tiene un punto de realismo que es de agradecer. Lo que sucede es que a uno se le ocurre que la actitud es demasiado "positiva", en el sentido de "afirmadora". Igualmente realista pero menos "positivo", y por tanto con menos margen para el error en ese compromiso político de raíz sartreana que confunde "la/s política/s" con "lo político", sería criticar, no defender. En lugar de la positividad de la defensa, la negatividad de la crítica, el cultivo de "la seriedad, el sufrimiento, la paciencia y el trabajo de lo negativo" (Hegel): criticar allí, y aquí, los programas políticos nacionalistas, tanto el español como el catalán; criticar, aquí y allí, las nociones de unidad de España y de Catalunya; criticar, allí y aquí, el aplastamiento de la individualidad por la comunidad; criticar, por doquier, el "opio del pueblo" en cualquiera de sus formas. Eso es, también, una actitud realista.

Entre sentimiento de pertenencia a un espacio, un tiempo, una lengua o un grupo y nacionalismo no acaba uno de ver que exista una relación inherente e inevitable. El nacionalismo es un invento reciente. El sentimiento antes mencionado puede ser rastreable desde hace muchos más siglos y, es por tanto, sustancialmente, distinto. Puede que el nacionalismo haya venido, como el capitalismo, para quedarse. Mas jugar en el terreno marcado por sus tramposas reglas no es más realista que negarse a ello. Por ejemplo: no era más realista quien intentaba moderar el nacionalsocialismo que quien se oponía radicalmente a él y lo combatía. No se trata de hacer como si el nacionalismo o la religión no existieran pero tampoco aceptar su existencia como punto de partida que haya que aceptar para poder dialogar. Se puede dialogar sin aceptar sus premisas. La crítica debería ser el primer movimiento "realista" en el sentido que Kant le da en la Crítica de la razón pura: "Sólo a través de la crítica es posible cortar las mismas raíces del materialismo, del fatalismo, del ateísmo ,de la incredulidad librepensadora, del fanatismo y la superstición, todos los cuales pueden ser nocivos en general, pero también las del idealismo y del escepticismo, que son más peligrosos para las escuelas y que difícilmente pueden llegar a las masas" (B XXXIV).

Crítica y vigilancia.

29 de enero de 2013

Crónica de la Nueva Edad (29/01/2013)


Uno se vio con suficiente gente en Madrid el fin de semana como para poder continuar contrastando las impresiones que le llegaron en Navidad sobre el proceso secesionista catalán y, por inducción, formarse un juicio aproximado acerca de la recepción "exterior" de la empresa. La mayoría de las personas con las que hablé tanto antes y después de la presentación como antes y después de la reunión de la federación de sindicatos de secundaria del estado, coincidieron en respetar el "derecho a decidir" (casi nadie utilizó el concpeto de "autodeterminación", propio de la dinámica postcolonial) de Catalunya, en quejarse del momento escogido dada la actual crisis económica, en el carácter de "cortina de humo" del proyecto que envenena las reivindicaciones sociales y del que también se beneficia el nacionalismo español, en la práctica imposibilidad de proceder a la ruptura del statu quo actual y en la apuesta por una organización federal del estado: las tres comunidades históricas libremente asociadas (Euskadi, Catalunya y Galicia) y España. Con algunos matices, casi todos estaban de acuerdo en las afirmaciones antes expuestas. Nadie se sumó al carro de Intereconomía. Ahora habrá que explicarlo por aquí...

27 de enero de 2013

En Madrid



Viernes y sábado en Madrid y, en la noche del viernes, presentación en "Cuchuffo" de Bajo la lluvia. La sala del bar de Lavapiés es un espacio acogedor, con un cierto aire art-déco, ideal para charlar y leer algo de poesía sin atragantarse. Lo mejor, aparte de poder tener por fin en las manos la edición ciertamente hermosa del libro, la compañía: unas horas con Esteban Gutiérrez, Maria Jesús Silva, Gsús Bonilla, Ana Cañamares y, por supuesto, José Naveiras que dieron para risas, reflexiones, observaciones y, sobre todo, para disfrutar de grandes dosis de bondad y auténtica cordialidad. Agradecer, de paso, a todos los asistentes su presencia y su paciencia y, entre ellos, especialmente a Bolo y Eva Gallud por ocuparse de la infraestructura del acto y a Gsús por dedicar tiempo y esfuerzo a preparar el texto de la presentación.

Uno es consciente de la idealización que hay detrás pero Madrid se me aparece cada vez más como una ciudad acogedora en la que desearía vivir. Supongo que como a algunos de ellos les pasa con Barcelona.

23 de enero de 2013

Crónica de la Nueva Edad (23/01/2013)


Día "histórico" para los secesionistas. Para uno, francamente, no demasiado. Con todo, sí que no ha podido evitar una cierta satisfacción por la cara que se les ha puesto a todos aquellos que interpretaron, malévola o estúpidamente, los resultados de las elecciones catalanas como un "no" a la Catalunya independiente y un "sí" a España. Es una nueva muestra de que algunos, más allá del Ebro, no entienden nada de nada.

Las algo alicaídas masas independentistas han recibido una bocanada de aire puro con la Declaración del Parlament aunque no haya sido con la mayoría impresionante que esperaban. Pero como bien dijo Oriol Junqueras, el líder de ERC (un político coherente y, moralmente, creo que más fiable que Artur Mas), es suficiente "la mitad más uno". Así pues, continúa el envite y me temo que las cosas se encaminan hacia el nefasto curso que uno vaticinó como más probable a tenor de lo que se está viendo.

En este sentido, me resulta doloroso ver cómo personas a las que aprecio y con las que comparto lucha sindical y horas de sinsabores y esfuerzos suprimen su juicio crítico y clausuran el valor de la individualidad cuando hablan del "poble català". Supongo que me pasaría lo mismo si estuviera en España. Conviene no engañarse al respecto. Pero, igualmente, me resulta triste. Mi aprecio por ellos no tiene que ver con su nacionalidad, ni con su lengua, ni tampoco con su opción política. Tiene más que ver con actitudes, conductas, contactos, roce... Y quiero seguir creyendo que este sentimiento es recíproco y que no me consideran un "españolista" por desdeñar las formas laicas del "opio del pueblo". Mas hay momentos en que uno piensa que más que una esperanza es una pasión inútil...

21 de enero de 2013

Para distraídos, amigos, benevolentes, ociosos, etc.


Pues nada, que habiendo libro nuevo es de costumbre presentarlo. En este caso, Bajo la lluvia, que inaugura la colección "Visual Poética" de LVR]ediciones, se presentará el próximo viernes 25 en Madrid. El acto tendrá lugar a las 21:00 en el bar "Cuchuffo", en Lavapiés, C/ Argumosa 12, y nos acompañará como maestro de ceremonias Gsús Bonilla. Será un placer veros por allí. Hasta entonces los que podáis.

19 de enero de 2013

Crónica de la Nueva Edad (19/01/2013)

 

Anoche volví a ver el Telenotícies después de más de dos meses y medio. Hubo un tiempo en que los informativos de TV3, sobre todo si los comparaba con los de las cadenas españolas, le parecían a uno lo más próximo a la tradición de la BBC a este lado de los Pirineos. De eso no queda nada o bien poco. Pero fue un reencuentro hermoso. Hubo, por una vez, bastantes noticias del mundo  - aunque la porción dedicada al ámbito local fuera excesiva - narradas con algo de aquella mesura y equilibrio que ahora tanto faltan, especialmente en el espacio doméstico. No puedo evitar añorar aquella forma de hacer informativos televisivos. Como echo de menos El País de finales de los setenta y primeros de los ochenta o, pese a todo, el aire derechista de La Vanguardia. Ahora, el primero es una especie de folleto publicitario de las empresas del antiguo holding PRISA y el segundo un tabloide que da bandazos: estas últimas semanas está tomando distancia con la empresa soberanista que antes jaleó indecentemente.

Estos días he recordado que muchas de las conversaciones navideñas con amigos y conocidos que viven fuera de Catalunya y de España estuvieron presididas por el tema de la secesión. Y, curiosamente, aunque su valor indiciario sea nulo, la mayoría coincidieron. Son personas de formación humanística e ideología inequívocamente progresista que ven con simpatía el apetito secesionista, incluso lo aplauden y desdeñan la "caverna mesetaria" pero acaban, para uno esquizofrénicamente, concluyendo - no se sabe cómo - que el empeño independentista es un craso un error que sólo perjudicará a Catalunya y que el statu quo no debería ser roto...

Por cierto, también, a título indicativo, un amigo me comentó que en algunos círculos moderadamente izquierdistas, y más o menos intelectuale, antaño federalistas de la capital del reino se ha abierto paso una sensación de hartazgo similar, estructuralmente, a la que domina en los sectores radicales soberanistas catalanes: están hartos de Catalunya y la prefieren fuera de España...

18 de enero de 2013

Ya están aquí


Gracias al tesón y las horas empleadas por José Naveiras, Bajo la lluvia ya está aquí. Hace cuatro años que concebimos el proyecto. Empezó entonces una larga serie de intercambios, visiones, revisiones, modificaciones y reescrituras que han llegado, finalmente, a puerto (está por ver si es un "buen puerto" o no: los que lo lean dirán). Aunque sólo fuera por eso uno está contento. Muy contento. La semana que viene lo presentaremos en Madrid.

16 de enero de 2013

"Fantasy Football" y "Call of Duty" (y IV)



Pese a que las inferencias de Grossmann relacionando proporcionalmente videojuegos de "realidad vitual" e inhibición de principios morales quizás sean excesivas, el acento que pone en el ensayo, en el ejercicio, en la vida en la "segunda realidad" commo práctica y guía para la acción - nefasta , por cierto - en la primera, es lo que uno quisiera retener aquí.

No es sólo que a los participantes en estas comunidades les falte algo que les proporciona y cubre la realidad virtual (eso también parece razonable) sino que pueden tener pocas carencias o de una intensidad baja y, sin embargo, utilizar esta "segunda realidad" para disfrutar pero también para simular conductas posibles, para ejercitarse cara a situaciones posibles o imprevistas.

De hecho, una función semejante pueden cumplir -entre otras muchas- los juegos. Como recoge Davidson, en El nazi perfecto, citando a Sebastian Haffner a propósito del caldo de cultivo del nazismo: "las raíces se encuentran ahí: en la experiencia de la guerra, no de los soldados alemanes en el frente, sino de los colegiales alemanes en casa [...] La auténtica generación nazi la formaron los nacidos en la década de 1900 a 1910, que vivieron la guerra como un gran juego y no se vieron afectados por sus realidades" (p70.  Puede que no estuviéramos ante una novedad axial.

No sería, pues, un mero "complemento" que subsanaría o compensaría. Tampoco un mero "suplemento" que estaría "en lugar de", que lisa y llanamente, suplantaría. Más bien parecería que estaríamos ante una "adyacencia". Complemento y suplemento pero, también, adyacencia que añade (¿y enriquece o empobrece?), que ensancha, que abre (y al abrir, cierra, por supuesto).

Si esta perspectiva fuera plausible, la inmersión en la realidad virtual no debería ser fácilmente condenada como un oropel retórico del cual una vida plena nos eximiría sino como un mundo en cuya experiencia los sujetos, aparte de suplir carencias o compensar limitaciones, modelizarían patrones de conducta cara al "primer mundo".

Quedaría, no obstante, por responder la pregunta ¿qué modelos de conducta obtiene el que escribe de estas dos realidades en las que se sumerge en cuanto puede? ¿No sería mejor aplicarle el modelo del suplemento o incluso del complemento que el de la adyacencia y más a estas edades?...

13 de enero de 2013

"Fantasy Football" y "Call of Duty" (III)



Junto a la realidad consensuable e intersubjetivamente compartida de estados de cosas, con la "realidad virtual" emerge una realidad simbólica concomitante que se rige prácticamente por las mismas leyes y causalidades que el universo físico y que se "solidifica" parcialmente, añadiéndose a éste como una "segunda realidad" - sirviéndonos del ejemplo de la "segunda naturaleza" ética aristotélica - que puede proporcionar no sólo goce, evasión, gasto o adicción sino también conocimiento.

Dejando de lado el "goce", la "jouissance" o el mero "divertimento", el elemento cognoscitivo es el que más le llama a uno la atención. Uno tiene la impresión de que la interacción con esta "segunda realidad" puede que nos sirva como banco de pruebas de nuestra relación con el mundo "real", con la "primera realidad": podría ser una suerte de modelo experimental cara a nuestra conducta en la "primera". Y, lamentablemente, como muestra en On combat Dave Grossmann, teniente coronel de las Fuerzas Especiales y profesor de West Point, quizás esta posibilidad no sea tan descabellada: el extra de realidad, la simulación (no el simulacro), la realidad modelizada virtualmente, ayuda a guiarse en la primera realidad de una forma parecida a como la literatura, entre otros aspectos, puede proporcionar modelos de vida y conducta a los lectores y anticipa situaciones para las que muestra instrucciones de conducta.

Robert Veciana me llamó la atención sobre las tesis de este veterano instructor militar partidario de prohibir los videojuegos bélicos. Según Grossmann, del estudio de los asesinos en masa adolescentes (por ejemplo los de los casos de Pearl, Paducah o Jonesboro, también evidentemente los de Columbine), la mayoría de los cuales consumía muchas horas de videojuegos violentos, se deduce que el uso de estos juegos facilita la desaparición de la inhibición a disparar a otro ser humano. Un informe del Brigadier general Marshall durante la II Guerra Mundial, concluía que entre el 80 y el 85% de los soldados que utilizaron el fusil en combate no llegaron a dispararle, en realidad, a ningún enemigo. En Vietnam esta tasa bajó a la mitad fruto de los programas de simulación y adiestramiento pero, como señala Grossmann, no es fácil hacerla desaparecer. Sin embargo, los asesinos adolescentes mostraron una carencia absoluta de esa inhibición. Criados en la realidad virtual ensayaron el disparo virtual contra seres humanos virtuales y pudieron trasladar su experiencia y técnica a la "primera realidad" hasta el punto que los francotiradores profesionales se sorprenden por el exagerado promedio de acierto en el tiro de estos muchachos. La inferencia, para el instructor, parece clara: se han adiestrado en los videojuegos. Y aunque en la reciente matanza de Newtown, Connecticut, según las primeras informaciones parece que estos no jugaron ningún papel relevante en el crimen y sí, en cambio, algo tuvieron que ver la existencia de fusiles de asalto y otras armas en casa de la señora Lanza, la hipótesis de Grossmann no deja de ser sugerente y algún fundamento.

10 de enero de 2013

Crónica de la Nueva Edad (10/01/2013)


Ayer, tras una reunión, intercambio de impresiones con un par de compañeros íntegramente independentistas. Con ellos, como con otros en los últimos días, se constata un cierto enfriamiento del entusiasmo secesionista: no lo ven ni tan fácil, ni tan simple, ni tan claro. "La cosa" ya les parece bastante complicada además de compleja: muchos obstáculos, más disensiones de las esperadas y, sobre todo, una notable desconfianza en Moisés Mas y sus muchachos. Ello no equivale a ningún tipo de abandono de la esperanza insurreccional pero sí a un cierto desánimo ante la magnitud de la empresa: los mismos que quieren pilotar el barco están vendiendo a su tripulación como esclavos a precio de saldo...

Tal vez porque sonn conscientes de los riesgos que corren, CiU y ERC han preparado a toda velocidad la declaración de soberanía de Catalunya que se aprobará el próximo 23 en el Parlament y que hoy se ha publicado. Les urge porque, al mismo tiempo, crecen las voces de los sectores empresariales contra "la aventura" y, al parecer también, los movimientos en el nacionalismo catalán para suceder a Mas. Atención al eje Recoder-Duran...

9 de enero de 2013

"Fantasy Football" y "Call of Duty" (II)

 

El goce de lo virtual seguramente puede ser explicado satisfactoriamente desde el esquema marxista de la alienación. También desde la sublimación psicoanalítica o desde la lógica económica del simple consumismo. Antropológicamente, podría explicarse utilizando, analógicamente, la necesidad del "sustitutivo" y tratarlo como un tipo de elemento adictivo o como una exspresión del homo ludens. Sociológicamente, se podría acudir al concepto de "grupo social" o a principios como la conducta gregaria pero también la experiencia del simulacro y la vivencia en una sociedad del espectáculo ayudarían seguramente. La teoría literaria podría "leer" el Fantasy Football y el Call of Duty como ejemplos literarios y recurrir bien a la apropiación de "mundos posibles" bien a la construcción de significado estético.

Y la enumeración podría seguir hasta abarcar muchos modelos de diferentes ámbitos científicos. Y uno cree que la concurrencia de todos ellos ayudaría a explicar la complejidad del fenómeno de la realidad virtual ateniendo en cada caso a una de sus múltiples y no excluyentes caras sin necesidad de postular una síntesis final, una clausura que recogiera las aportaciones parciales y las integrara en un principio superior que evitara la multiplicación de los entes sin necesidad.

Uno no duda de la pertinencia de las anteriores descripciones y se limita a añadir un matiz que podría ser explorado: la mayoría de ellas funcionan bajo el paradigma de lo que falta, de la carencia que necesita ser compensada o suplida. Seguramente algo falta en los participantes de ambos juegos y estos funcionan como complemento o suplemento, o como ambos al mismo tiempo. Con todo, al lado de lo que, indiscutiblemente, se carece está el plus de realidad, de producción de mundo, de realidad añadida que supone y la utilidad que para la acción y y la relación con el entorno puede tener.

6 de enero de 2013

"Fantasy Football" y "Call of Duty" (I)


La reciente pertenencia de uno a las comunidades del Fantasy Football y del Call of Duty le han servido para divertirse y, de paso, confirmar que los modelos basados en descripciones concurrentes y no excluyentes pueden generar una comprensión más afinada del fenómeno de la realidad virtual, por ejemplo, que los modelos máximamente generalistas que lo reducen a una manifestación unidimensional.

Tanto el Fantasy Football como el Call of Duty generan un impresionante aparato de recursos y son susceptibles de producir enormes consumos de tiempo y energía. En el caso del primero, las decisiones sobre las alineaciones en cada jornada pueden obligar a atender, diariamente si el grado de competencia es alto, a las novedades que sobre entrenamientos, lesiones, molestias, videos o análisis sobre comportamientos estadísticos, se generan diariamente en los medios. Foros, editoriales, índices, documentos, referencias, artículos, debates y diálogos implican a miles de personas. Entre los propios participantes de una liga en concreto (diez en la que uno participa) se produce una interacción que puede ir de muy moderada y débil (afortunadamente el caso de la mía) a continuada e intensa. Para acentuar la sensación de "realidad" un ingenio de Inteligencia Artificial realiza una crónica automatizada al final de cada partido de Fantasy que en nada desmerece las crónicas triviales de los periódicos deportivos más difundidos. He aquí un breve ejemplo extraído - como no podía ser de otro modo - de una de mis escasas victorias:

"Down 10.16 on Sunday night, Colonels came back to beat TheNastyNorsemen 109.76 - 102.92. Colonels got 29.66 points from Matt Ryan and 17.00 from the Seattle Seahawks Defense. Colonels has put a nice string together after winning their last three matchups in a row. Colonels gets revenge for their last matchup with TheNastyNorsemen (a Week 12 loss: 113.56 - 89.92), and their head-to-head record improves to 1-2."

Y seguían unas cincuenta líneas más...

En el caso de Call of Duty también abundan los foros, los videos, las sub-comunidades, los clubs, así como éticas grupales ("campero", "corre y tira", "jugador de equipo", etc.), condecoraciones, emblemas, lemas... y el efecto de realidad se amplía con la posibilidad de grabar tus partidas y visionarlas en modo cine o exhibirlas vía Youtube a modo de crónica que puede ser almacenada o compartida. Menos sesudos, pero igualmente prolijos, análisis sobre armas, clases, complementos, ventajes, etc. abundan también en las páginas de la Comunidad.

En mi modesta opinión, a tenor de la experiencia de algunas semanas en ambas comunidades, una de las claves del éxito de estos mundos cerrados y fantásticos es, precisamente, su carácter de "mundo", de mundo producido, de "realidad".

3 de enero de 2013

Memoria de Saint Andrews (XVII): lluvias y reflexiones



25, 26 y 27 de julio. Segunda parte.

Estos tres días de reclusión podrían haber dado para escribir muchas páginas. Tiempo había. Las lecturas principales se finalizaron y la apuesta por Azorín tenía suficientes argumentos en contra como para no abrir el volumen. Sin embargo, como meridionales poco habituados a la persistencia de las inclemencias meteorológicas, a pesar de haberlas padecido habitualmente por estos lares. se apoderó de uno una indolencia, cercana al sopor, que le hizo limitarse a jugar, salir lo imprescindible, entretenerse en husmear la vivienda, vagar anímicamente, escuchar música y ver la televisión  a veces todo simultáneamente.

Con todo, algún miserable apunte cayó. Básicamente no tanto sobre el objeto de reflexión más noble y filosófico, la problemática del "Apocalipsis", como sobre la topología más baladí del "extraño habitual" o "veraneante". Acerca de la primera y su presencia constante que debe ser objeto de denuncia racional sin pretender estar, nosotros sí, "al final de", es decir, después de un apocalipsis, cada vez está uno más persuadido de que el apocalipsis siempre ha acontecido con anterioridad y el que se anuncia, el que ha de venir no llegará nunca por ello mismo. Habría que apostar por un apocalipsis decepcionado y decepcionante...

Respecto al segundo ámbito, si uno restringiera a tres grandes categorías la diversidad de actitudes, prácticas y modos de acción que acaecen cuando se irrumpe en el espacio y tiempo de "los otros", en ese espacio-tiempo que está más allá del horizonte cotidiano en el cual nos movemos, podríamos decir que nos encontraríamos con el viajero, el turista y el veraneante. Y de estos lugares genéricos, que presentan incontables figuras híbridas, emanarían tres tipos de "literatura"; la literatura de viajes, las guías turísticas y...? ¿A qué tipo de género específico dan lugar los veraneantes? ¿A una mutación entre ambas? ¿A ninguna? ¿El veraneante es improductivo literariamente?

El viajero, según la literatura de viajes, está normalmente vinculado al conocimiento, el descubrimiento de la alteridad, la imprevisibilidad, el nomadismo, la metamorfosis... El turista, según las guías turísticas, no desdeña el conocimiento pero se trataría de un conocimiento específico, contextual, concreto, aplicado, buscaría también el encuentro con una alteridad fácilmente categorizable, esquemática, delimitada, sería previsible, su nomadismo sería más bien moderado, ocasional y sus metamorfosis serían más bien entre epidérmicas y parciales.

¿Y el veraneante? Hay que seguir con ello...