30 de octubre de 2015

Algunas observaciones sobre "la sociedad del espectáculo" (XVII)


La abolición de los límites, el Truman's show, distingue, en la sociedad del espectáculo, la distribución de los antiguos papeles de actor y espectador y al hacerlo parece otorgarle a este último la engañosa posibilidad de protagonizar una Historia que funciona como una especie de “macrofestival”. Esta supresión de fronteras afecta también a la ya deteriorada separación entre “lo público” y “lo privado”. Si hasta el desarrollo de la radio y la televisión el espectáculo se constreñía  al escenario, la vía pública o los salones que se abrían a los invitados, con el desarrollo de los medios de comunicación de masas el espectáculo invade la esfera privada, la coloniza: el espectáculo puebla no sólo el salón sino todas las dependencias de la casa - e incluso del trabajo - y las representaciones extienden su horario, su ámbito y su público cada vez más hasta rozar la frontera de la intimidad en la que en ocasiones consiguen penetrar. Con la Red, esta invasión se convierte en prácticamente total: las imágenes, ficciones y creaciones se infiltran en el antaño cerrado recinto íntimo y lo saturan.

(Observaciones anteriores)

26 de octubre de 2015

Crónica de la Nueva Edad (26/10/2015)


Aunque uno debería atenerse siempre que sea posible al principio de mediocridad en su sentido más amplio y evitar, así, juzgar apresuradamente el contexto social e histórico en el que vive y considerarlo como central o decisivo, como eje que condicionará decisivamente el futuro, parece que quizás el "procés" como se denomina aquí al empeño secesionista, haya llegado a un momento crucial en el que su suerte más inmediata esté a un paso de decidirse en buena medida.

El otro día uno de las almas simbólicas del movimiento, Vicent Partal, advertía en un editorial con el título "Tremolen les cames?" que "El 27 de setembre l’independentisme va guanyar amb claredat a Catalunya. Vot a vot i escó a escó. L’independentisme va guanyar unes eleccions extraordinàries, convocades com a plebiscitàries. Unes eleccions que no van ser convocades per conformar un govern autònom amb un programa per a governar l’autonomia, sinó per a avançar cap a la independència en un termini breu. I no cal que recorde la campanya i el joc brut que va haver-hi.

Malgrat tot, i contra tots ells, el país es va expressar amb la màxima claredat imaginable. De manera magnífica. I això, la victòria, ha activat la fase d’emergència a l’altra banda. Aquella que vam veure a Grècia fa unes setmanes també: allò que la gent va guanyar a les urnes no s’ha de poder aplicar i punt. I qualsevol mètode valdrà per a impedir-ho."

("El 27 de septiembre el independentismo ganó con claridad en catalunya. Boto a voto y escaño a escaño. El independentismo ganó unas elecciones extraordinarias, convocadas como plebiscitarias. Unas elecciones que no fueron convocadas para conformar un gobierno autónomo con un programa para gobernar la autonomía, sino para avanzar hacia la independencia en un plazo breve. Y no es necesario que recuerde la campaña y el juego sucio que hubo. Pese a todo y contra ellos, el país se expresó con la máxima claridad imaginable. De manera magnífica. Y eso, la victoria, ha activado la fase de emergencia en el otro lado. Aquella que vimos en Grecia hace unas semanas también: aquello que la gente ganó en las urnas no se ha de poder aplicar y punto. Y cualquier método valdrá para impedirlo").

El editorial muestra ejemplarmente la estrategia que ha resuelto adoptar el ala más radical del secesionismo que es, en este momento, absolutamente hegemónica: negación de la derrota plebiscitaria para trocarla en un aval mayoritario a la independencia unilateral de Catalunya amparándose en un innegable triunfo electoral y desplazando el plebiscito a los arrabales del discurso.

Que el plebiscito, en cuanto tal, fue perdido por los secesionistas y que éste afectaba a la "Hoja de ruta", que preveía una DUI (Declaració Unilateral d'Independència), está siendo ignorado absolutamente. No les falta razón a los secesionistas cuando discuten que el plebiscito lo fuera sobre la independencia pero lo que debería ser indiscutible, y ahora es falazmente ocultado, es que era sobre un plan que incluía la desconexión unilateral del estado español en 18 meses. Y se disimula, oscurece o reduce al silencio, que este plan fue rechazado por el pueblo catalán: aunque sólo fuera por unos miles de votos, lo cierto es que fue rechazado. Pero aquí el milagro nacionalista, que por ello tanto se parece a la religión, entra en funcionamiento: se niega cualquier evidencia contraria a su modelización de la realidad y se reinterpretan los hechos para concluir que, de hecho, el pueblo catalán votó mayoritariamente a favor de la independencia apoyándose en el reparto proporcional de escaños y releyendo los votos de Catalunya Sí que es Pot y Unió en clave secesionista. Ejercicio de prestidigitación que dice poco de quienes han asumido definitivamente las riendas del movimiento: los románticos intransigentes que, además, son  - en su mayoría - fuertemente etnicistas.

No es algo que a uno le agrade lo más mínimo pues esta victoria de los románticos etnicistas en el movimiento y su voluntad firme y tenaz de seguir "hacia adelante" (o de "huir hacia adelante") pese a quien pese, pone los últimos mimbres precisos para levantar el escenario del "Guatemala o Guatepeor" y prefigura una serie de evoluciones posibles posibles que, aun en el hipotético caso del triunfo final secesionista, presumiblemente desembocarán en un estado fallido acompañado del riesgo de un enfrentamiento civil no sólo con España sino incluso en la propia Catalunya pue sno parece que los románticos etnicistas asimilen bien que existe otra mitad del pueblo catalán que se ha manifestado contra la independencia unilateral en un breve plazo.

Claro que, en la visión de los etnicistas, esta otra mitad no forma parte en rigor del "pueblo catalán"...

Y, mientras, en España parece que la balanza se inclinará hacia los más beligerantes con Catalunya. Cuando un periódico como El País, habitualmente proclive al reconocimiento de la "singularidad catalana", es capaz de titular "España fuerza en la ONU un mensaje contra el independentismo catalán" y subtitular "El Gobierno impulsa una declaración de Naciones Unidas que recalca el principio de la integridad territorial", olvidando que el texto aprobado señala que se debe "respetar el principio de la igualdad soberana de todos los Estados, su integridad territorial e independencia política" pero también "el derecho a la libre determinación de los pueblos", es que las aguas del nacionalismo español están empezando a agitarse y su espuma llega hasta las costas más morigeradas. Nada bueno.

23 de octubre de 2015

Esther, Satie y Martin: una experiencia sinestésica

http://unaexperienciasinestesica.tumblr.com

Lleva Esther más de dos décadas trabajando en torno a la obra de Erik Satie. Al principio en el marco de un repertorio en el que fue reemplazando paulatinamente a Chopin o Schumann hasta convertirse en el eje fundamental y en los últimos años como punto de partida de un proyecto sinestésico en el que pintura, música y textualidad se entrecruzan en diversos momentos de la Historia de la Música. De este proyecto, una primera parte verá la luz en forma de exposición en el Espai 30 (C/ Honduras 30) de Barcelona entre el 26 de octubre y el 14 de noviembre con una actuación inaugural, claramente intempestiva pues tendrá lugar el 4 de noviembre, dedicada a los Sports et divertissements obra de Satie basada en los dibujos del ilustrador art déco Charles Martin. La exposición mostrará los dibujos de éste, las partituras correspondientes de Satie - escritas no sólo para ser interpretadas sino también para ser leídas, los textos que escribió a propósito de cada composición y un montaje en video en el que la experiencia sinestésica se construye a partir de una navegación por todos y cada uno de los dibujos coloreados por la pintora y urban sketcher Montserrat Fando. Mal le está a uno decirlo pero como ha asistido a la génesis y desarrollo de la idea, no puede por menos que recomendar emplear un rato en pasarse por la sala y ver el resultado final y asistir a la performance del día 4.

Por cierto: es meramente accidental que se trate de un trabajo de la mujer con la que vivo hace muchos años.

21 de octubre de 2015

Escribe Pascal


"Tenemos una incapacidad de probar, invencible para todo dogmatismo.
Tenemos una idea de la verdad invencible para todo pirronismo" (Pensamientos, trad. de J. Llansó, p124-125).

19 de octubre de 2015

Algunas observaciones sobre "la sociedad del espectáculo" (XVI)


En esta "tercera naturaleza" la relación entre representación y espectador se alteraría sustancialmente. En la primera naturaleza todos seríamos espectadores: el espectáculo sería exterior al sujeto y estaría nítidamente separado de él; el espectador asiste al espectáculo natural sin protagonizarlo pues todos los sujetos son únicamente contempladores pasivos de la representación. En la segunda naturaleza, del espectador se segregaría el actor que cargaría con el peso de aquélla. Éste está, sin embargo, separado y netamente distinguido de aquél: ocupan lugares que no son intercambiables; el espectáculo se representa exteriormente al sujeto pero algunos individuos dejan de ser meros entes pasivos y pasan a participar activamente en el espectáculo. En la tercera, por contra, todo espectador está en posición de actor y a la inversa: la frontera que los distingue se ha vuelto tan permeable que los espectadores están en condiciones de convertirse a menudo en auténticos protagonistas de la representación y los actores en muchas ocasiones se convierten en meros asistentes, en observadores de un espectáculo susceptible de acoger a todos y cada uno de los espectadores posibles como protagonista.

(Observaciones anteriores)

17 de octubre de 2015

Observa Popper sobre los "valores" y la educación

 

Atinadamente, Popper alertaba ya hace muchos años acerca de los riesgos de la charlatanería imprudente e irreflexiva de la enseñanza de "valores":

"... el maestro se encuentra, por principio, en una situación diferente. Ciertamente, no debería intentar imponer su escala de valores «superiores» a los alumnos; pero sí que debería hacer el intento de estimular su interés por esos valores. Con otras palabras, se debería preocupar por las almas de sus alumnos. (Cuando Sócrates decía a sus amigos que deberían estar preocupados por sus almas, él estaba notoriamente interesado por sus almas.) Por consiguiente, existe algo así como un elemento romántico o estético en la educación; un elemento que no debería encontrar entrada en la política. Pero, aunque esto en principio es así, apenas puede aplicarse a nuestro sistema educativo. Pues presupone una relación de amistad entre maestro y alumno, en la cual cada una de las partes debería ser libre de continuar o poner término a la misma. (Sócrates elegía a sus compañeros y ellos le elegían a él.) Ya el número de alumnos hace esto completamente imposible en nuestras escuelas. En consecuencia, todos los intentos organizativos para conferir valores superiores, no sólo resultan infructuosos, sino, como se debe subrayar insistentemente, además ocasionan daño -por lo tanto, conducen a cosas más concretas que las ideales que uno quería conseguir. Y el principio de que, sobre todo, no podemos ocasionar ningún daño a aquellos seres humanos que nos han confiado, debería ser tan fundamental en la educación como en la medicina. «No ocasiones daño»" (La responsabilidad de vivir, trad. de Concha Roldán, p170).

14 de octubre de 2015

Crónica de la Nueva Edad (14/10/2015)


Por fortuna uno visita Televisión Española tan sólo ocasionalmente, durante los zappeos de rigor, y la vista de la enseña nacional en la esquina superior derecha de la pantalla el pasado 12 de octubre fue sólo una molestia leve. No obstante, fue suficiente como para provocar algo de inquietud: la amenaza de un resurgimiento del nacionalismo español promovido institucionalmente a cuenta del secesionismo catalán sigue ahí. Sólo faltaría su presencia para que el cóctel se agitara intensamente y se saliera de la coctelera antes de servirse.

Por de pronto, aunque las reacciones de la caverna o de personajes (o individuos) como Frank Cuesta a las payasadas de Willy Toledo, que sigue luciendo ese desagradable trazo grueso y burdo en sus manifestaciones "políticas", continuen en la humorística tradición esperpéntica mesetaria, las reacciones menos estentóreas pero hirientes y las censuras apenas disimuladas en los medios de comunicación españoles a declaraciones con bastante sentido común como las del alcalde de Cádiz ("Nunca descubrimos América, masacramos y sometimos un continente y sus culturas en nombre de Dios. Nada que celebrar") o la acostumbradamente sobria Ada Colau ("Vergüenza de estado aquel q celebra un genocidio, y encima con un desfile militar q cuesta 800mil €! #ResACelebrar #ResistenciaIndigena") apuntan maneras preocupantes. Aunque uno prefiere la exposición sencilla de Teresa Rodríguez ("Yo creo que la fiesta nacional debería recordar la liberación propia y no la esclavitud de otro. Modestamente"), que a estas alturas se siga intentando proclamar que el "descubrimiento" fue una empresa "civilizatoria" y no una simple y llana "conquista" resulta tan patético como los esfuerzos secesionistas por reinterpretar la Guerra de Sucesión del S. XVIII como una contienda nacional o la batalla de Catalunya durante la Guerra Civil como una resistencia desesperada de los catalanes contra los invasores españoles.

Y mientras esperamos que el nacionalismo español no se rearme moralmente, estos días se asiste en los medios de comunicación catalanes a una apología tan exagerada del que fuera president de la Generalitat Lluís Companys que nadie parece extrañarse de que se le sitúe a la altura de estadistas europeos como Churchill o de Gaulle: las reinterpretaciones históricas que se están realizando desde hace un par de décadas en este país comienzan a alcanzar proporciones grotescas. Y ello condimentado con el espectáculo del paseíllo que las consejeras Rigau y Ortega y el president in pectore Mas (parece claro que logrará el apoyo de la CUP a costa de su más que probable fractura interna) hacen en los juzgados como si se tratara de nuevos "Mandelas" gracias a un poder judicial español lento, torpe y tan soberbio que acaba causando provocaciones inútiles. No se trata de afirmar, con la elementalidad que se hace por aquí, que obedece ciegamente al poder político (si eso fuera así ni la infanta Cristina, ni Bárcenas, ni Rato, ni tantos otros habrían pasado por los juzgados) pero basta con mirar el calendario para saber cuándo una citación es más prudente. Las formas importan y el estamento judicial debería de saberlo. Importan tanto, que el que quiera ver en la actitud de las consejeras y Mas una demostración de heroica firmeza, de resistencia y desobediencia civil, abusa del consumo de substancias tóxicas.

11 de octubre de 2015

La "teatrocracia"


Frente al paradigma apocalíptico que únicamente ve señales de decadencia y descomposición por doquier y olvida que la "crisis" podría ser un proceso inherente a la percepción subjetiva de los déficits de cualquier organización social, al menos en Occidente, se debería insistir, sin sombra de aquiescencia "integrada", en las repeticiones, iteraciones o continuidades que reducirían el impacto milenarista del momento de ruptura y desmoronamiento. Así, cuando se escucha a aquellos que añoran la supuesta "edad de oro" burguesa de la opinión sabia, el buen gusto y el criterio autorizado, que ya Habermas describió como un "ideal regulativo" sin realización empírica en Historia y crítica de la opinión pública, y se lamentan de su degradación, de su reemplazo por el griterío, el auge de lo chabacano y la volatilidad evaluadora de tertulianos y opinadores que anuncia, además, la disolución de la propia sociedad, no estaría de más recordar que ya en la antigua Atenas Platón describía una situación similar cuando hablaba de la "teatrocracia":

"Ignorantes de la justicia y la legalidad de la Musa, en extásis y presas del placer más de lo debido, mezclaron trenos con himnos, peaenes con ditirambos e imitaron las canciones para flautas con las que eran para cítara, uniendo todo con todo porque sin querer, por necedad musical, pretendieron falsamente que la música no tiene ningún tipo de corrección, sino que la forma más correcta de juzgar es el placer del que la goza, sea éste alguien mejor o peor. Al hacer composiciones de ese jaez y proclamar al mismo tiempo teorías por el estilo, instauraron en la plebe la ilegalidad respecto de la música y la osadía de creerse capaces de juzgar. De donde los teatros de silenciosos se volvieron clamorosos, como si conocieran lo bello y lo que no lo es en las artes y una teatrocracia malvada suplantó en la música a la aristocracia. En efecto, si hubiera surgido una democracia de hombres libres sólo en la música, lo sucedido no habría sido en absoluto terrible, pero, entre nosotros, el que todos se creyeran expertos en todo y la ilegalidad comenzaron en realidad a partir de la música y siguió la libertad, pues perdieron el temor, como si supieran, y la carencia de temor engendró la desvergüenza. Pues el no temer por osadía la opinión del mejor es prácticamente la desvergüenza malvada, producida por una cierta libertad demasiado osada" (Leyes, trad. de Francisco Lisi, 700d - 701b).

10 de octubre de 2015

Una muestra de los efectos de la teoría educativa todavía dominante

Dejando aparte la responsabilidad de todos y cada uno de los participantes en el concurso, el "espectáculo" tiene mucho que ver, sino todo, con el modelo comprensivo que rige nuestro sistema educativo desde hace casi dos décadas.


Gran Hermano España

Lamentable.(By Biogen)

Posted by Cabronazi on dijous, 8 / octubre / 2015

8 de octubre de 2015

Un poema de Oscar Hahn


 "NUNCA SE SABE
En un barrio cualquiera
en el trabajo
en la universidad
hay un individuo que parece
perfectamente normal
un buen ciudadano
un estudiante más
un padre de familia
que cumple con sus deberes
y duerme tranquilo
Él no sabe
que en otras condiciones
en otro tiempo
en otras circunstancias
podría ser
un informante
de la policía secreta
un censor de libros
un torturador
Pero ahí está
muy cerca suyo
o quizás es usted mismo
o el que lee este poema
o el que lo escribe."

7 de octubre de 2015

Escribe Horkheimer



"El pensamiento mismo es ya una señal de resistencia, del esfuerzo propio para no dejarse engañar nuevamente" (cit. por Martin Jay, La imaginación dialéctica, trad. de Juan Carlos Curutchet, p261)

6 de octubre de 2015

Presentación de "Poemic"



Ya hace unos meses Ferran Fernández, me comentó que estaba trabajando en un libro singular: una versión en tira de cómic de algunos de sus poemas. Pues ya está. El proyecto, ya concluido, se presentará el próximo jueves 15 de octubre en "La Central del Raval" a las 19:00 y participarán en el acto el propio Ferrán, Laura Pérez Vernetti, autora de los dibujos, y Agustín Calvo Galán uno de los poetas que más y mejor trabaja la llamada "poesía visual" en Catalunya.

Más información aquí.

4 de octubre de 2015

Algunas observaciones sobre "la sociedad del espectáculo" (XV)


Recapitulando:

"La realidad espectacular es, también pero no sólo, la llamada “realidad virtual”, esa realidad que se sustrae a la división entre facticidad e idealidad, entre cosa y palabra, entre hecho y pensamiento y que juega en un terreno incómodo para la realidad natural y la histórico-cultural porque no es, menos aun que las otras dos, un campo de presencias y ausencias nítidas.

Debord piensa que el espectáculo suprime “la historia mediante la cultura” (p158) pues cosifica el tiempo en un presente del que ha desaparecido la temporalidad mediante pseudoacontecimientos, construcciones imaginarias: “La realidad del tiempo ha sido sustituida por la publicidad del tiempo” (p137). Con todo, este efecto no es el único: el espectáculo también configura temporalidades, historias, narrativas individuales y colectivas, nacionales, religiosas, hasta científicas y filosóficas; cuenta epopeyas y épicas y anticipa utopías y paraísos.

No cancela el pasado para que el reino de la asistencia continua de lo presente en el presente impere dictatorialmente: sería demasiado simple y fácil de desenmascarar con los instrumentos que nos legó Marx. Su maraña es difícil de desenredar: construye pasados y futuros de acuerdo con la obsesión por la permanencia de los estados de cosas presentes porque debe garantizar no sólo su producción sino su reproducción.

Este vigor de lo espectacular permite tomarlo como una “tercera naturaleza” que recubriría la segunda como ésta lo hizo con la primera sin suprimirla pero atravesándola casi por entero. Una “tercera naturaleza” pero no al modo de Proust, el estrato más profundo y verdadero, sino más bien al modo del espectro radioeléctrico o de la red de redes: una capa irreductible a las dos naturalezas anteriores que no las replica íntegramente pero que se incardina en ellas. Realidades con soporte material y substancia cultural capaces de crear una espacialidad y temporalidad propia y singular.

El ciberespacio sedría, de hecho, la forma más refinada y a la vez más robusta de esta tercera naturaleza espectacular."

Y siguiendo:

En la “tercera naturaleza” pudiera muy bien no haber ninguna barrera natural, ningún límite físico a la vista que garantizara, al menos, un peak picture que detuviera la espiral productiva y reproductiva y nos impusiera una reflexión acerca de nuestra relación con lo fantasmático, lo imaginario, lo espectacular y, tal vez, un equilibrio sin crecimiento, una cierta homeostaticidad. ¿Será un catastrófico Digital Cliff, la protesta de las dos antiguas naturalezas, nuestra única esperanza en este sentido?

(Observaciones anteriores)


1 de octubre de 2015

Crónica de la Nueva Edad (01/10/2015)


Y finalmente se celebró el plebiscito, las elecciones autonómicas o lo que fuera. Por un lado, los resultados han sido los que, racionalmente, parecían previsibles y que podrían conducir a ese escenario a la belga del que se hablaba por aquí hace unos días: los secesionistas obtuvieron "su" mayoría absoluta pero no llegaron al 50% de los votos, se mire como se mire; los unionistas y españolistas han pasado por alto el triunfo claro en diputados de sus rivales y se han quedado con el "52-48". Ambos bandos han interpretado muy laxamente y con mucha condescencia el asunto de los porcentajes y los escaños en la versión más esperpéntica de espectáculo político del sur de los Pirineos. Tal vez nadie admite la derrota, siendo benevolentes, porque ninguno de los dos ha sido vencido. Sin embargo, utilizando el sentido común, la generosidad valorativa debe dejar paso a la deficiente calidad democrática de nuestros representantes políticos. Por hablar del caso más sangrante. Habiendo fracasado en el plebiscito planteado, Mas debería haber hecho como en su momento hizo el escocés Alex Salmond: dimitir. Como bien señalan las CUP, que siguen manteniendo esa cierta coherencia que ha sido su gran virtud como uno ha resaltado alguna vez, el "procés" no depende de una persona. Por cierto que este heteróclito partido, que ahora los españolistas enjabonan como esperanza blanca que hará descabalgar, ahora sí, por fin, la "aventura", ha salvado los muebles del secesionismo - moralmente hablando - a los ojos de uno. El patético espectáculo de Mas, Romeva y sus corifeos mediáticos (el primer ejemplo, por lo que uno sabe, la hooligan Pilar Rahola) reclamando para sí los votos de Podemos y Unió, a los que previamente habían calificado de "ultraderechistas", entre ellos nuestro impresentable president, o "botiflers", para afirmar la noche de marras que el "sí" había conseguido más del 50% o, en los días subsiguientes, algo más moderadamente, que no se debían contabilizar en el haber del "no", hizo que uno se planteara si, definitivamente, el secesionismo había sido fagocitado por ese sector etnicista e intransigente para el cual los medios democráticos son, simplemente, los que ahora parecen más adecuados para conseguir el fin deseado pero que en el momento en que no sirvan deberán ser arrojados al vertedero de la historia de la "lluita del Poble". La insistencia de las CUP en que sin el aval del 50% de la población no se debería realizar una DUI (Declaració Unilateral d'Independència) le sigue otorgando al movimiento ese "plus" moral que le permite compensar el gravísimo déficit que Mas y compañía han impuesto al movimiento y albergar la esperanza de que no todo está perdido definitivamente por aquí. Habrá que ver si allí, en España, Podemos consigue darle a unionistas y españolistas ese "extra" ético similar al de las CUP que evite que la situación belga acabe trocándose en un nuevo Euskadi. No hay que ser optimistas al respecto: la presión sobre el partido radical catalán es enorme y la campaña contra el partido español ya lleva mucho tiempo en marcha con cada vez mayor fortuna. El modelo belga parece llevar todas las de ganar antes de pasar a una situación que podrá tildarse de "balcánica"...