30 de mayo de 2010

30 de mayo de 2010: escribe Robert Lowell...


Una tarde cristalina y hermosa. Cielo, puro cielo, y releyendo a Lowell no parece haber sitio para el metal:

"Somos pobres acciones transitorias
y por ello advertidos
de que a cada figura de la foto
debemos otorgarle su nombre verdadero"

("Epílogo". Día a día. Traducción de Luis Javier Moreno, p187)

29 de mayo de 2010

29 de mayo de 2010: A veces ni un gran poeta se libra de versos insufribles


La lectura de Tarde o temprano (Poemas 1958-2009) de Pacheco ha seguido lenta e intermitente. Un extraordinario placer en general. Un poeta de gran categoría. Sin embargo, ni él se libra, como nadie, de versos infames exigidos por la forma:

"El día agoniza a la mitad del llano.
El aire es una voz: calla y murmura.
Todo se va y se pierde sin premura.
Todo se apaga en el confín lejano."

(De Crecimiento del día)

Y yo me fumo un puro. Madre de Dios... Suerte que otras decenas de líneas hacen olvidar éstas...

28 de mayo de 2010

28 de mayo de 2010: una nota sobre la desafección política


Volvía a casa paseando después de una reunión sindical en la cual había vuelto a hacerse palpable la diferencia entre los sindicatos de clase y el nuestro, exclusivamente de secundaria y corporativo.

Nada nuevo de no ser porque también en esta reunión más que en otras se ha ilustrado perfectamente que las diferencias políticas nos sitúan, al menos a los miembros de mi sindcato presentes, mucho más "a la izquierda" en términos clásicos que los acreditados representantes de los sindicatos de clase socialistas, comunistas o filoanarquistas. Bueno, más "a la izquierda" que estos últimos quizás no pero es que estos chicos, los anarquistas -buena gente por demás-, viven en la "revolución permanente" y es difícil pasarles por la izquierda.

Uno de los más conspicuos representantes de la Gran Central Sindical me preguntó con inocente perplejidad: "¿Pero qué hacéis en un sindicato corporativista?".

No tuve tiempo de explicarle cómo lo veo yo. Tampoco es que todavía lo tenga claro. Sin embargo, me parece que los sujetos no funcionamos en una única red. No tenemos una única posición en un sistema determinado. Somos asalariados, por ejemplo, y eso nos coloca en una determinada posición respecto al subsistema económico. También somos ciudadanos y esa posición, en el subsistema político, no es una traducción ni una réplica exacta de la anterior porque los dos sistemas son distintos y nuestros papeles en ellos también. Otro tanto pasa con nuestro rol como sujetos dotados relaciones de parentesco (solteros, casados, con hijos, sin hijos, con familia, sin familia). También tenemos un papel distinto en el sistema que somos cada uno nosotros mismos para nosotros. Asimismo, somos ciudadanos para nosotros pero podemos ser tratados como súbditos en el marco del subsistema político y como padres deslegitimados, aunque nosotros nos creamos legitimados, por nuestros hijos en el subsistema de parentesco, etc.

Es decir, no somos un único sujeto que funiona en todas las dimensiones de su vida y en todos los sistemas y subsistemas o meros agregados de elementos que no pueden ser considerados sistemas como tales, de la misma forma.

Como profesor de secundaria asalariado mis objetivos no concuerdan con mis objetivos como padre, ciudadano, amigo, escritor a tiempo parcial, amigo, contribuyente, etc. Y esta multidimensionalidad, esta fragmentación no está siendo, creo, suficientemente entendida por la izquierda. Tampoco sé si la derecha lo entiende pero eso me preocupa menos.

La creciente desafección política en Europa también tendría entonces que ver, si mi razonamiento es plausible, con la frustración entre la dimensión en la cual somos tomados por los partidos "de izquierdas" (y sólo me refiero a ellos porque son los que generan mayor frustración entre las capas medias y bajas de nuestras sociedades) y nuestra multidimensionalidad irreductible a la condición de asalariados-súbditos-solidarios-de-un-proyecto-nacional-al-que- estamos-dispuestos-a-contribuir-con-nuestro-esfuerzo.

Estamos demasiado fragmentados y compartimentados para caber en los estrechos márgenes del sujeto pensado por la izquierda. Queda demasiado de nosotros fuera. Y la llamada "derecha", por supuesto, no tiene un contenedor mucho más amplio...

27 de mayo de 2010

27 de mayo de 2010: un poema de Mónica Gabriel y Galán




Por el Blog de Álvaro Valverde me llegó noticia hace unos días de un divertido poema de Mónica Gabriel y Galán publicado en el número 7 de una excelente revista mexicana, En sentido figurado, que reproduzco aquí con el permiso del editor y la propia autora:

"UN DESCUIDO

...y en un descuido
me caí por el váter
un sonido seco encima de mí
y una risa entre dientes.
¡22 años en estas tuberías!"

Mónica Gabriel y Galán, Buenos Aires, 2009.

26 de mayo de 2010

26 de mayo de 2010: escribe Sokal...



Del libro de Sokal, que me ha servido de excusa estos días para dar unas pocas vueltas en torno al problema del relativismo radical, querría destacar, desde una perspectiva más "poética" (?) este par de frases:

"Para objetar las afirmacione simperantes, tanto las de otros como las propias, es fundamental recordar que se puede estar equivocado: que existen hechos independientes de nuestras opiniones y que debemos ponderar estas opiniones contrastándolas con los hechos (hasta donde podemos deslindarlos)" (Más allá de las imposturas intelectuales, p286).

"Mantener una perspectiva racional exige una lucha intelectual y emocional constante contra el pensamiento desiderativo, teleológico y antropomórfico, los juicios equivocados sobre probabilidades, correlaciones y causación, la percepción de pautas inexistentes y la tendencia a buscar la confirmación más que la refutación de nuestras teorías favoritas" (p479)

25 de mayo de 2010

25 de mayo de 2010: abundando en el "zapaterazo"


Pasan las horas, los días, y la magnitud infame del "zapaterazo" aumenta. Ahora ya aparece claro que ni reforma fiscal ni nada parecido y los gravámenes a las grandes fortunas o, al menos, a los patrimonios obscenos se han quedado en un simple globo sonda para calmar, en la más pura estrategia peronista, a los posibles "descamisados".

El sindicato de Técnicos de Gestión de Hacienda, funcionarios como yo claro está, pero no por ello, mentirosos, ha realizado una estimación de lo que el Estado podría recaudar con una serie de simples medidas técnicas:

"- Reducción de la economía sumergida española a la media europea podría aportar unos 38.000 millones (anualmente se evaden 88.000 millones en impuestos y cuotas de la Seguridad Social defraudadas).

- Prohibición de los movimientos especulativos y de las ventas en descubierto contra la Deuda Pública española y el euro en los mercados financieros que está provocando un sobrecoste en la financiación del Estado de 1.403 millones de euros, entre otros efectos perniciosos para la economía.

- Aumento de 5 puntos en el tipo impositivo de 295 entidades bancarias puede aportar 1.285 millones.

- Recuperación del Impuesto de Patrimonio de las grandes fortunas (47.614 contribuyentes con patrimonios individuales netos superiores a 1,5M pueden aportar 1.240 millones cada año).

- Elevación de la tarifa del Impuesto de la Renta a los ingresos superiores a 600.000 euros. (9.519 contribuyentes con bases liquidables generales superior a 600.000 euros pueden aportar 320 millones cada año).

- Eliminación de las ventajas de las rentas del ahorro a las ganancias patrimoniales especulativas y de las ventajas de los extranjeros residentes con ingresos hasta 600.000 euros anuales.

Lamentamos que el Gobierno haya optado por apretar el cinturón a pensionistas y empleados públicos, en vez de regular y controlar la especulación de los mercados financieros y los paraísos fiscales."

Frente a esto, la rebaja del 5% en el capítulo de costes de personal de la Administración del Estado representa 1.378 millones, bastante menos de lo que podría recaudarse. Pero claro, el converso Zapatero con su irritante vaciedad ha optado por la vía de siempre: apretar el cuello a las clases medias y a las bajas. A mi madre (que, a momentos, lo disculpa en el colmo del embaucamiento) y a un servidor. Mientras, un director de zona educativa del PSC-PSOE que no da un palo al agua, y que verá reducido su sueldo menos que yo porque no es funcionario, cobra por "diseñar" y vaguear un complemento de 1400 euros mensuales aparte del sueldo, otros complementos y dietas. Y ni una palabra sobre estos cargos bananeros que han proliferado en la Administración.

24 de mayo de 2010

24 de mayo de 2010: unos días después del "Zapaterazo"


No tengo muchas ganas de extenderme, aunque he esperado varios días, sobre el "Zapaterazo". Ni muchas ganas, ni valor suficiente porque la retahíla de insultos que saldría impresa podría acarrearme una denuncia: como sé que el "talante" tiene unos límites me los guardo para la intimidad y en mi casa me he explayado a gusto incluyendo a los ancestros del señor presidente en el recorrido.

Ahora sólo quiero, por un lado, retractarme de mi confianza en que las profecías de Niño Becerra no se podían cumplir porque el tiempo de los profetas había pasado (puede que éste sea, definitivamente, un tiempo de profecías) y, por otro, dejar un texto de Isaac Rosa, publicado en un medio poco sospechoso de hostilidad hacia el gobierno socialista, el diario Público, "Vaya sorpresa: pagaremos los de siempre", que resume bien mi opinión sobre este fraude de gobierno que me acabó ya hace años los cuartos y que ha acabado colocándose casi a la altura del detestado "Ánsar":

“Bueno, pues ya está, confirmado: la crisis, para variar, la pagaremos los de siempre. La seguiremos pagando, para ser más exactos, pues no hemos hecho otra cosa que pagar desde que comenzó, tanto en rescates bancarios y empresariales, como en paro y empobrecimiento. Perdonen que me cite a mí mismo, pero hace meses, cuando el gobierno aún prometía que la crisis no la íbamos a pagar los trabajadores, yo me preguntaba: “y entonces, si no la pagamos nosotros, ¿quién la va a pagar?”

Pasa lo de siempre: los jetas se van sin pagar, y a los demás se nos queda cara de tonto cuando viene el camarero con la cuenta. Los causantes de la crisis –que cada uno los llame como quiera: sector financiero, mercados, especuladores, lobos o capitalismo a secas- han hecho un simpa tan descarado como consentido, y a los demás, que corremos poco y tenemos más vergüenza que ellos, nos toca pagar la cuenta. Con el agravante de que no tomábamos lo mismo: los que se han largado comían a la carta en el salón, y nosotros sólo un pincho en la barra, de pie; o ni eso, sólo pasábamos por allí.

Así llevamos dos años pagando, y lo que nos queda. Porque habrá quien piense que el plan anunciado ayer no es para tanto, que podía ser peor, a la griega, y que para los tiempos que corren nos podemos dar con un canto en los dientes. Pero qué va: aparte de que las medidas son antisociales e injustas, pueden ser sólo el comienzo. Nadie nos asegura que no haya más dentro de unos meses si lo piden los mercados, el FMI y Obama. De hecho, al final de su intervención, Zapatero se refirió a los próximos pasos: reforma laboral, revisión del Pacto de Toledo, y reestructuración de las Cajas.

Yo casi prefiero que, en vez de darnos sustos cada poco, nos coloquen de por vida una tasa fija".

Adiós Zapatero, adiós PSOE.

23 de mayo de 2010

23 de mayo de 2010: videoarte


Ayer en el Centro de Arte Santa Mónica viendo la exposición "Visión remota LOOP Barcelona (2003-2009) una selección a cargo de Paul Young". Lugar perfecto para, si se está muerto de aburrimiento, aguantar un sábado por la tarde. Aunque esta vez no era el caso hay que apuntarlo para futuros accesos de muermo.

Uno no es un apasionado del videoarte pero desde los trabajos de Gary Hill, interesado lector de Derrida y Lévinas y emparentado con el movimiento deconstruccionista, no he dejado de sentir una cierta curiosidad por el tema.

La exposición contiene trabajos ligeramente insoportables o, mejor, idóneos para dejar pasar el sábado por la tarde con un toque de sofisticación superior a las películas de la TV, pero también otros atractivos.

Por ejemplo el montaje de Marco Brambilla Civilization compuesto por unos cuatrocientos clips excelentemente entrelazados en una única composición que evoca tanto el dantesco descenso a los infiernos como el ascenso del infierno a la gloria celestial.

O el menos pretencioso pero más divertido, Invading forces under fire of bombcorn de Jaime Pitarch. El grupo de soldaditos sometidos a un intenso tiroteo de palomitas en el interior de un microondas es una pequeña joya de ingenio que fascina por su simplicidad y su carga de posibles sobreinterpretaciones. Como es también una delicia el brillante Cleaner de Jemima Burill que, además, fue el vídeo preferido por Marc que, desde sus nueve años, también coincidió en el juicio sobre Brambilla y Pitarch. Esto último más que decir mucho sobre mi hijo seguramente dice poco sobre mí... Es lo que hay...

22 de mayo de 2010

22 de mayo de 2010: ¿vida artificial?


Hasta la Wiki ya se ha hecho eco del acontecimiento. Craig Venter, o mejor dicho, su equipo, ha logrado quebrantar la ley biológica que postulaba que una célula sólo podía generarse a partir de la mitosis de otra ya existente. Eso es lo que dice El País. Lógicamente, las cosas son un poco más complejas pero como titular la creación de una forma de vida sintética por primera vez en la historia ya les vale y a nosotros, lectores y espectadores también.

Los medios se explayan en las infinitas posibilidades que se abren: producción de bacterias curativas, de organismos que ayuden a combatir el cambio climático... Todo eso está muy bien pero parecen olvidarse que los usos militares, delictivos o, simplemente, empresariales de los desarrollos futuros de este camino no se conjuran con un simple "Esto, también reabre el debate ético..." sino con un buen sistema de controles y límites que regulen al máximo un territorio tan incierto y peligroso. La urgencia de una moratoria en el incontrolado desarrollo tecnológico sigue siendo un objetivo ético y político de primer orden.

21 de mayo de 2010

21 de mayo de 2010: Russell de nuevo...


Hace algunos días, tras asistir a un hartazgo de pseudoteoría por parte de poetas y poetastros resolví dejar de leerlos unos días y darme un paseo por Bertrand Russell. La enfermedad duró menos de lo esperado y volví a frecuentar el inframundo poético pero me guardé el aire fresco que proporcionó el viejo filósofo inglés.

Ahora, tras intentar ordenar esta serie de reflexiones sobre los riesgos del relativismo radical recuerdo una anotación suya que, como prudente pensador, tiene más valía ante la cháchara postmoderna sobre "Occidente" y su "metafísica" que resulta tan metafísica como la que pretende encapsular y desacreditar:

"Muchos de los que escriben sobre diferentes culturas no se han dado cuenta de que la cultura que Occidente ha estado extendiendo por el mundo debe su fuerza no a la síntesis judeo-helénica-romana que constituyó la cristiandad tradicional, sino a otros elementos que sólo empezaron a ser importantes a finales del siglo XV. El Occidente ha perdurado en la imginación del resto del mundo, no precisamente por el cristianismo, sino por el incansable espíritu de aventura, la habilidad técnica, la despiadada eficacia militar, y durante el siglo XIX por ciertos ideales de libertad y la práctica de un gobierno constitucional".

(Sociedad humana: ética y política, trad. de Beatriz Urquidi, p212).

20 de mayo de 2010

20 de mayo de 2010: escribe Bakunin...


La estrecha solidaridad entre los movimiento revolucionarios, la izquierda política y, en general, las corrientes críticas del pensamiento occidental de los últimos siglos y la ciencia no es un mero accidente, como señala Sokal, ni una asociación forzada por el movimiento político más "cientifista", el marxismo: ha sido, y uno empieza a creer que debería seguir siendo, uno de los pilares de la transformación social, de la búsqueda de la equidad económica y de la libertad de pensamiento y expresión.

Y que este vínculo ha recorrido prácticamente toda la llamada "izquierda" lo ilustra este texto de uno de los "padres" de la tendencia menos afín a los dogmas clásicos y más abierta a esos "otros discursos y saberes" de los que el relativismo postmoderno se ha hecho portavoz, el pensamiento anarquista o libertario. Escribió Mikhail Bakunin hace ya más de ciento cincuenta años:

"No culpemos a las consecuencias, volvámonos hacia las causas de raíz. La ciencia de las escuelas es el producto del espíritu burgués; y los representantes de esta ciencia nacieron, crecieron y fueron educados en un medio burgués bajo la influencia del espíritu y los intereses exclusivos de la burguesía. Por consiguiente, es lógico que esta ciencia, así como sus representantes, sea enemiga de la emancipación real y plena del. proletariado, y que sus teorías económicas, filosóficas, políticas y sociales, elaboradas coherentemente dentro del mismo espíritu, tengan como única meta demostrar la incapacidad de las clases trabajadoras y la misión gobernante de la burguesía hasta el fin de los tiempos, porque la opulencia le proporciona conocimiento y el conocimiento, por su parte, le proporciona la oportunidad de enriquecerse todavía más.
¿Cómo pueden romper los trabajadores este círculo vicioso? Naturalmente, deben adquirir conocimiento y tomar posesión de la ciencia, poderosa arma sin la cual pueden desde luego hacer revoluciones, pero no erigir sobre las ruinas de los privilegios burgueses la igualdad de derechos, la justicia y la libertad que constituyen la verdadera base de todas sus aspiraciones políticas y sociales" (Escritos de filosofía política, I, trad. Antonio Escohotado, p78-79).

Sin la ciencia estamos más desnudos y más perdidos que con ella.

19 de mayo de 2010

19 de mayo de 2010: más allá del cielo y el acero


Si entre el cielo y el acero se distribuye el ser desde mi ventana en dirección al mediterráneo, desde la ventana orientada a la montaña que no ejerce de tal ventana porque casi nunca es medio de la mirada, el ser se retira, dividido y atravesado por ruidos, hormigueos, personas, vehículos, barrios, calles y voces.

En ese ser dividido hoy, en menos de una hora, un piso ha ardido. Ante mí, las ventanas derruidas, las paredes ennegrecidas, los objetos calcinados, el balcón atestado de cenizas y pedazos carbonizados de antiguos objetos. La inquiliina acaba de salir con una mochila y una bolsa en la mano. Es una chica joven. Parece embarazada. Se ha quedado sin pertenencias en poco más de cincuenta minutos. Se ha quedado sin nada. Pero todo parece seguir igual.

Sólo queda la huella de lo acontecido en ese ser troceado. Ya es historia. Una vida que no volverá a ser igual ha sido consumida y el conglomerado sigue su camino.

Más allá del cielo y el acero, el fuego.

18 de mayo de 2010

18 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón" (y VII)


De hecho, Sokal, va más lejos, y afirma que el relativismo puede llegar a favorecer las ideologías políticas más nefastas que ha producido la Humanidad. Un ejemplo es este texto:
"El caso es simplemente el siguiente: una diea que nació de la Ilustración -es decir, una idea de la civilización occidental que lleva la marca de un período determinado-, se estableció a sí misma como absoluta y se declaró a sí misma criterio aplicable a todos los pueblos y a todas las épocas. Es éste un ejemplo del imperailismo occidental, una descarada afirmación de supremacía" (p431).
Sokal lo cita y sólo al final señala quién es el autor tras advertir la proximidad al discurso postmoderno relativista: se trata de un texto del nacionalsocialista Ernst Krieck.

Otro ejemplo de adónde puede conducir una lectura simplista de hipótesis como la "sobredeterminación de las teorías por los datos" le lleva a afirmar que si la aceptamos, cualquiera de las afirmaciones siguientes ostentaría la misma legitimidad respecto a la verdad que los enunciados científicos comúnmente aceptados:

"- El pasado no existió: el universo fue creado hace cinco minutos tal como es en el presente, junto a todos los documentos y nuestros recuerdos que atañen al supuesto pasado. También podría decirse que fue creado hace cien o mil años.
- Las estrellas no existen: en su lugar, en el espacio lejano hay unos puntos que emiten exactamente las mismas señales que nosotros recibimos.
- Todos los criminales que han estado encarcelados o que lo están ahora fueron y son inocentes. Para cada presunto caso de criminalidad se puede encontrar una explicación en la que las declaraciones tuviesen la intención deliberada de dañar al acusado, la policía falseara todas las pruebas y todas las confesiones se obtuvieran por la fuerza" (p303)

Sin embargo, ni el mismo Sokal puede desprenderse de algunos aspectos del análisis relativista como, por ejemplo, el énfasis en la historicidad radical de los acontecimientos humanos, cuando tiene que entrar en polémica, por ejemplo contra la religión:

"Pero la idea de que toda religión tiene una naturaleza 'verdadera' y esencial, que no varía a lo largo de la historia, está gravemente equivocada... La 'naturaleza' de toda religión varía en función del tiempo y del lugar, y se ve afectada tanto por factores políticos y económicos como por consideraciones teológicas abstractas" (p483)

Si la "naturaleza" de toda religión variara es que no hay tal naturaleza, contra lo que él pretendería. Sin embargo, aunque este detalle muestra la dificultad de arrojar algunos aspectos del discurso relativista al vertedero de las teorías parece evidente que el relativismo inveterado, el relativismo radical, es un mal apoyo para las opciones críticas con el estado de cosas existente y partidarias de transformaciones más o menos radicales: un mal fundamento para lo que se conocía como "izquierda". Y en tanto en cuanto el entendimiento crítico que se asocia a esa antigua "izquierda" se apoya básicamente en la racionalidad en sus más diversas formas, no es tan descabellado pensar que cierto relativismo es una nueva forma de asalto a la razón que nos puede llevar a un lugar tan peligroso como los anteriores asaltos nos llevaron durante el siglo XX.

16 de mayo de 2010

16 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón"? (VI)


Según Sokal, "pruebe usted a negar que existen aserciones verdaderas no dependientes del contexto y verá cómo no se limita a tirar por la borda la mecánica cuántica y la biología molecular. Arrojará también las cámaras de gas nazis, la esclavización de africanos en América y el hecho de que hoy esté lloviendo en Nueva York" (p134). Y este riesgo no puede permitírselo, con razón, creo, cualquier izquierda que se precie de tal.

También es atinada la obvservación crítica de Sokal contra el uso inconsistente del escepticismo que cierta izquierda postmoderna hace: "La universalidad del escepticismo de Hume es también su punto débil. Es irrefutable, claro está; pero si partimos de que nadie es escéptico sistemáticamente (si es realmente sincero) con respecto al conocimiento cotidiano, es lícito pregunatrse por qué en ese ámbito no se toma en serio del escepticismo y por qué, por el contrario, sí debería ser válido cuando se aplica en cualquier otro, por ejemplo en el del conocimiento científico" (p234).

Efectivamente, si "todo es relativo", forma simplificada y cutre de la formulación aporética "todas nuestras afirmaciones verdaderas son relativas", no se ve bien por qué motivo las afirmaciones de la izquierda progresista deberían ser más ciertas que la extrema derecha cavernaria o las de cualquier religión: todo quedaría convertido en una cuestión de "fe".

Sin embargo, a la izquierda postmoderna, a la que acostumbra a fascinarle el budismo y las religiones no-occidentales y que cree que hay que ser tolerante con el Islam, esto le debería oler al clericalismo más rancio que siempre se esfuerza en combatir -algo bueno debe tener de todas formas. Si todo se quedara en una cuestión de fe ¿en qué se diferenciaría su discurso del de Ratzinger? Máxime cuando la izquierda postmoderna se pretende superior, moralmente al menos, a la Iglesia católica. ¿Cómo se justifica esta superioridad moral si "todo es relativo" y "tiene los mismos derechos epistemológicos" y, por ende "éticos"?

Nota: el cielo había descendido tanto estos últimos días que sólo el acero destacaba entre la masa gris que impregnaba calles y edificios. Pero ayer se volvió a retirar hacia la luz. Hoy, el verde apagado de la grúa incluso reluce pero su acero ya no trata de rasgar el cielo: va disminuyendo de tamaño conforme pasa la mañana.

14 de mayo de 2010

14 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón"? (V)





Sokal se proclama firme partidario de lo que podría llamarse "izquierdismo político" y se manifiesta aterrado por la asociación que la izquierda política está cultivando con el relativismo postmoderno. Y no es el único. El estudioso de la ciencia Alan Chalmers, al que cita Sokal, expresa este miedo que compartimos muchos:

"No soy el único que ve con consternación y alarma las tendencias sociales del mundo contemporáneo. El abismo que separa a los ricos de los pobres y a los países desarrollados de los subdesarrollados se ensancha, el medio ambiente es destruido y se cierne sobre el mundo la amenaza de la aniquilación. Los problemas sociales y políoticos a que nos enfrentamos son urgentes y vitales. No creo que se favorezca esta causa con concepciones que ven la ciencia como una conspiración capitalista masculina o como algo que no es posible distinguir de la magia negra o el vudú" (Science and Its Fabrication, p125).

El propio Sokal, en la más ortodoxa tradición marxiana, señala que el "radicalismo político quiere decir cantar la verdad al poder. Frente a las mistificaciones fomentadas por las élites económicas y políticas, hemos de ofrecer a nuestros conciudadanos una explicación coherente y convincente de cómo funciona realmente la sociedad en que vivimos; hemos de criticar esa sociedad sobre la base de un conjunto coherente de valores éticos; y finalmente, hemos de formular propuestas coherentes para cambiar esa sociedad a fin de hacerla más acorde con nuestros valores éticos" (Más allá de las imposturas intelectuales, trad. de Miguel Candel, p152).

Y, de acuerdo con estas máximas rectoras de su actuación ética y política, afirma "...nada se gana negando la existencia de conocimientos científicos objetivos; éstos existen, nos guste o no. El progresismo político debe procurar que esos conocimientos se distribuyan lo más democráticamente posible y se dediquen a fines socialmente últiles. Lo cierto es que la crítica epistemológica radical socava fatalmente la necesaria crítica política eliminando su fundamento fáctico. Después de todo, la única razón por la que las armas nucleares son un peligro para todo el mundo es que las teorías de física nuclear en las que se basa su construcción son, al menos con un alto grado de aproximación, objetivamente verdaderas" (p217).

12 de mayo de 2010

12 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón"? (IV)


La cita de Chomsky sobre Orwell incide en un aspecto que me parece crucial: las dificultades que la llamada izquierda tiene para aceptar la terquedad de los hechos.

Cierto que uno de los fundamentos del pensamiento izquierdista parecería ser la negación de lo real, de los hechos, como única realidad posible pero esta declaración se debe aplicar -como lo ha hecho siempre la izquierda ilustrada y razonable- al ámbito social y humano, no al natural. Para ser más claros: la pobreza no es un "hecho" incontrovertible e inmutable; que el ser humano no puede realizar un salto de altura en una pista atlética, o cualquier otro lugar del planeta Tierra, de más de 18,7 km. con el sólo impulso de sus pies, me temo que es "incontrovertible" e "inmutable". Aceptar que hay realidades "de hecho" que al menos durante larguísimos periodos de tiempo no variarán y que casi podríamos calificar sin demasiado celo teórico como "permanentes" y "estables" es algo a lo que el pensamiento izquierdista no debería renunciar.

El problema es que otro de los fundamentos del pensamiento de la izquierda es su voluntad de denunciar las mistificaciones, los engaños, las inversiones ideológicas tanto de la religión, como del "pensamiento burgués" o de cualquier otra doctrina que naturalice el estado de cosas históricamente constituido y fusione ambos ámbitos. Y esa tarea se asienta en una concepción más o menos científica de la realidad.

Cuando criticaba, en mis clases, la astrología y su derivación comercial, los horóscopos, para no hablar del creacionismo, me encontraba a menudo que las más tozudas resistencias de mis alumnos encontraban un asidero final en el "todo depende de cómo se mire" o "es tu verdad" o "para mí es verdad", formulaciones adolescentes (o no) de los principios más recalcitrantes del relativismo extremo.

Así, vistos los problemáticos efectos que está teniendo esa nebulosa que podríamos llamar "relativismo posmoderno" al desprestigiar conceptos como los de "verdad" y "conocimiento" y oponiendo a la ciencia, que queda caracterizada como "Occidental", discursos (o como algunos de ellos los llaman, "saberes") cuya eficacia y base racional es más que dudosa pero que quedan nivelados en derechos aunque no en deberes (no se le exige a la mitología de los aborígenes australianos o a la de los mentawai que cumpla con los requisitos que sí le pedimos a la malvada, burguesa, machista, blanca y heterosexual ciencia occidental), me temo que Alan Sokal tiene razón y es necesaria una crítica de esa forma de "asalto a la razón" que es el relativismo radical tal y como se formula en la posmodernidad.

Sobre Sokal, un físico norteamericano autor de un brillante ensayo titulado Imposturas intelectuales, recojo la cita de la Wikipedia sobre el caso que le concedió fama mundial:

"El escándalo Sokal fue un famoso engaño cometido por el físico Alan Sokal al equipo editorial de la importante revista académica de humanidades Social Text.

En 1996, Sokal, profesor de física en New York University, envió un artículo pseudocientífico para que se publicase en una revista postmoderna de estudios culturales. Pretendía comprobar que una revista de humanidades «publicará un artículo plagado de sin sentidos, si a) suena bien, y b) apoya los prejuicios ideológicos de los editores».

El artículo titulado "Transgressing the Boundaries: Toward a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity" (‘la transgresión de las fronteras: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica’) se publicó en el número de primavera/verano de 1996 de Social Text, sin la revisión de ningún físico cualificado.

El mismo día de su publicación, en otra revista Lingua Franca Sokal anunciaba que el artículo era un engaño.

El hecho causó un escándalo académico en la Universidad de Duke, donde se publicaba Social Text. Sokal dijo que su artículo era «un pastiche de jerga postmodernista, reseñas aduladoras, citas grandilocuentes y rotundo sin sentido», que se «apoyaba en las citas más estúpidas que había podido encontrar sobre matemáticas y físicas» hechas por académicos de humanidades."

10 de mayo de 2010

10 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón"? (III)


Por ello, me temo que, muchos años después, uno va a acabar dándole la razón a Alan Sokal que ve en el relativismo que riega la mayor parte de la llamada posmodernidad la raíz profunda de la confluencia entre el extremo conservadurismo, la charlatanería y lo que Žižek denomina "comunismo liberal" que se extiende al llamado "progresismo". Y al aproximarme a sus reflexiones me voy acercando, de nuevo, a Orwell y a Chomsky, por ejemplo, a los que admiré en mi adolescencia sólo para enterrarlos bajo toneladas de Lenin, Trotsky y Marx primero y Foucault, Althusser, Lyotard y Deleuze después.

He estado leyendo estos días su libro Más allá de las imposturas intelectuales y creo que es una buena ocasión para reflexionar un poquito, mientras el sol y el trabajo me dejen tiempo, sobre el estado actual del llamado pensamiento crítico. De paso, espero que pueda hilvanarlo con el examen de mi experiencia docente que el correo de mi amigo y ex-alumno Jordi puso en marcha y que, de momento, no ha ido mucho más allá de algunos fogonazos e impresiones.

Por de pronto, quisiera hacer justicia a Orwell y Chomsky con una cita que Sokal reproduce en su libro. Aunque sea un perfecto ejemplo de intertextualidad "posmoderna" -uno repite que Sokal cita que Chomsky escribe que Orwell dijo-, no deja de ser una afirmación que no se disuelve en el puro juego de los injertos y las citas. Si algo puede citarse o injertarse es porqué "está ahí".

Las palabras son de Chomsky:

"George Orwell observó en una ocasión que el pensamiento político, particularmente en la izquierda, es una especie de fantasía masturbatoria en la que el mundo de los hechos apenas cuenta. Eso es verdad, por desgracia, y es parte de la razón por la que en nuestra sociedad no existe un movimiento de izquierdas serio, auténtico y responsable" (Más allá de las imposturas intelectuales, 138)

8 de mayo de 2010

8 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón"? (II)



Entendámonos. El texto no es una pura nada sobre el cual se efectúen infinitas lecturas posibles. Ni en una formulación extremadamente constructivista como la de la Teoría Empírica de la Literatura de Schmidt se acepta semejante barbaridad que goza de gran predicamento entre los seguidores más fanáticos -y menos avezados en el matiz- de los Cultural Studies o la postmodernidad más patibularia.

Schmidt, por ejemplo, considera que los textos, las "bases de significado", operan como "disparadores" de procesos cognitivos de los individuos para realizar atribuciones de significado de acuerdo con factores sociales. No obstante, esta "construcción" social del significado debe ser entendida en su sentido más obvio. No como una reducción del texto a un vapor del que puede decirse cualquier cosa sino como la reafirmación de que el significado de los términos depende de su uso, de su intercambio social, como ya enunció Wittgenstein. Ya está. Schmidt no va más allá.

El texto permite ciertas atribuciones de significado pero no otras. Las "bases" tienen un núcleo semántico que, evidentemente, es pragmático pero no por ello es pura vacuidad debido a su historicidad. Para entendernos: las palabras y las oraciones que componen un determinado texto tienen determinados significados posibles a partir de su uso, cambiante, histórico, pero no están desprovistas de nota semántica alguna.

Así pues, algo hay en los textos que debería hacer posible afirmar algunas proposiciones y no otras (aunque para algunos postmodernos eso es una restricción a la jouissance y la infinita productividad del texto, una represión "fascistoide").

Algo debe haber, consecuentemente, en los textos de Nietzsche que permitió su uso sesgado por el nazismo. De la misma forma que algo "no hay" en los textos de Einstein (y no me refiero a los enunciados de la teoría de la relatividad) o de Groucho Marx que ha hecho difícil, por no decir imposible excepto en alguna parodia delirante, su uso por parte de movimientos totalitarios.

De la misma forma, me temo, algo hay en la posmodernidad y en el postestructuralismo francés más radicalmente relativista que da munición a ese pensamiento reaccionario que iguala el Creacionismo con Darwin, el Génesis con la teoría del Big Bang o el chamanismo con la ciencia médica y propone un multiculturalismo que homogeneiza y substancializa ese constructo llamado "cultura" etiquetando algunas como "opresoras", "genocidas" o váyase usted a saber qué, y extendiendo certificados de culpabilidad -o inocencia- colectiva.

6 de mayo de 2010

6 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón"? (I)



Pensaba uno el otro día, perezosamente, si el relativismo feroz que se ha apoderado de cierta izquierda no sería otra nueva forma de "asalto a la razón" como la que el viejo Lukács denunció hace ya muchos años a propósito de Nietzsche.

No abundé mucho. Hacía un día de sol limpio y tibio, un día de sol de primavera en Barcelona tras otro larguísimo invierno, como el del año pasado -muy lluvioso y frío-, y no era cuestión de aguarlo haciendo filosofía de bolsillo.

Tan sólo me inquietó pensar con qué facilidad hace años ventilé la crítica de Lukács a Nietzsche, y al irracionalismo, con un argumento ad hominem: ¡era un estalinista! (lo cual, dicho sea de paso, afirmado así, es una tosca falsedad). Recuerdo que también argüía por entonces que no era inherente a la doctrina de Nietzsche, ni a otras "irracionalistas", la apropiación nacionalsocialista como lo probaba la relectura que el postestructuralismo francés, claramente revolucionario pensaba, había realizado de su obra.

Ya... Han pasado algunos años y aunque es evidente que uno se ha hecho mayor creo que no se puede adjudicar únicamente al paso del tiempo una evaluación más ponderada de algunos autores o de ciertos principios teóricos.

No tengo tan claro que no hubiera nada en el pensamiento de Nietzsche que no hiciera posible la deriva nazi. Como tampoco tengo tan claro que el postestructuralismo francés o más ampliamente, el discurso postmoderno sea, "en sí", intrínsecamente beneficioso para el ideal moral de una eticidad tentativamente universal sustentada en la justicia social, la libertad o la lucha contra el sufrimiento. Y mucho menos que sea "revolucionario" en el sentido político del término -aunque bien mirado eso, para uno, en estas circunstancias, casi es algo a su favor dado el curso que siguieron las "revoluciones" durante el siglo pasado.

3 de mayo de 2010

3 de mayo de 2010: un poema de Batania



Aunque aun no he concluido la lectura de Bertrand Russell, tras dos días dominados por el acero vuelvo a leer algo de poesía en pequeñas dosis: Blogs y Pacheco. Necesito algún antídoto más eficaz que el viejo Bertrand contra la omnipresencia del acero. Uno espera no toparse durante algún tiempo con muchas más exhibiciones de grosería conceptual por parte de necios vanidosos que definen el género y organizan el censo de habitantes del Parnaso.

Recojo aquí este poema de "Batania" (desconozco su nombre propio) que he encontrado en su Blog:

"Mi ciudad

Extraña ciudad la mía,
aquí se dice que habitan
tres millones de personas,
pero las veo en la calle el trabajo en el súper el bar en el banco en el bus en el metro en el cine el estadio
y acabo pensando
que en realidad sólo habita
una
única
persona
tres millones de veces."

2 de mayo de 2010

2 de mayo de 2010: escribe Bertrand Russell...


Tras la lluvia de buena mañana he cambiado al viejo Russell por la bicicleta. Diagonal arriba, hasta el Palacio de Pedralbes con poca gente. En esa especie de abigarrado jardín que es la zona alta de la Diagonal -que toca, en perfecta armonía, con la zona alta de clase y espacio de la ciudad-, casi no hay acero. Cielo, puro cielo alejado, y luz.

Entre olmos, acacias, pinos, plátanos, tilos, cedros o, cipreses dispuestos sin demasiado orden a lo largo de la avenida, he entendido nuevamente cómo la posición del espacio es, primero, una posición de clase y que, como afirma Bourdieu¡, las divisiones sociales son divisiones físicas, no sólo metafísicas.

De vuelta a casa observo la pequeña hiedra que empieza a crecer por la pared y pienso en la indisoluble relación que hay entre las hiedras y la clase social. Si desde la Diagonal sigues hacia la los barrios de la Bonanova y Sarriá, abundan las mansiones de altos muros cubiertas por espesas y ancianas hiedras: no es una casualidad. Como no debe serlo que haya qeurido que crezca una en mi casa.

Como los derroteros de esta percepción no me gustan vuelvo a Russell y una argumentación suya contra el relativismo moral que, por sí sola, es demoledora para sus versiones más radicales y endebles:

"... el poder del pater familias romano sobre la vida y la muerte de sus hijos, la antigua costumbre china de vendar los pies de las mujeres, o la regla japonesa de que una mujer debe dormir sobre una almohada de madera mientras que su marido duerme en una blanda. No estoy, porf el momento, discutiendo si tenemos razón al desaprobar estas prácticas; no es difícil imaginar la elocuente defensa que harían de ellas aquellos a quienes le parecen bien. Lo que estoy planteando es algo en lo que ellos y nosotros estaríamos de acuerdo, es decir, que un código moral puede ser mejor o peor que otro. Cuando se admite esto, se supone que hay algo en la ética que es superior a los códigos morales, y que por medio de este algo tienen que ser juzgados. La ética, por tanto, no se reduce al precepto único: 'Haz lo que tu comunidad aprueba, y evita lo que desaprueba'" (p46).

1 de mayo de 2010

1 de mayo de 2010: escribe Bertrand Russell entre el cielo y el acero...


A primera hora de la mañana la luz se ha retirado y el cielo ha caído sobre la ciudad. Con su respaldo, el acero de la grúa se imponía sobre el horizonte.

Refugiado en la cama he seguido con Bertrand Russell: una buena medicina contra los excesos de poetas y poetastros. Hace años, cuando estudiaba Filosofía, Russell me desgradaba por su falta de retórica, por su -juzgaba- escasa brillantez, por su falta de osadía y riesgo teórico. Parecía un hombre normal razonando cotidianamente que, cuando acababa su trabajo, se dedicaba a la buena vida de un burgués extraordinariamente acomodado. Puede que esto último no fuera del todo incorrecto pero no tiene porqué guardar relación con lo primero.

Cierto que a los veinte años la siguiente afirmación resulta tibia, moderada y falta de riesgo. Acomodada y burguesa, como uno pensaba entonces:

"... es posible que los deseos de los individuos o de los grupos entren en conflicto sin que ninguna de las dos partes tenga la culpa. Los conflictos del deseo son un hecho esencial e ineludible de la vida humana. Uno de los propositos fundamentales de la ley y la moralidad es mitigarlos, pero nunca pueden ser abolidos totalmente" (p63).

Pero hoy día -seguramente uno se ha acomodado y aburguesado- empieza a pensar que la falta de romanticismo de este párrafo, que acepta como inevitable el conflicto y no espera que una nueva moralidad o un nuevo derecho llegue a abolirlo, es más que un defecto, una virtud.