Mostrando entradas con la etiqueta Fascismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fascismo. Mostrar todas las entradas

5 de junio de 2013

Crónica de la Nueva Edad (05/06/2013)


Mi querido y nunca suficientemente ponderado Vicent Partal estaba exultante el otro día a cuenta del abucheo a los príncipes en el Liceo. Afirmaba el bueno de Vicent, que hasta ahora el Liceu había sido un bunker donde los borbones podían sentirse a salvo, confiados, seguros pues era un espacio donde se adoraba a los reyes españoles. "Lluita de classes al nivell més elemental possible" ("Lucha de clases al nivel más elemental posible"). Añadía en su descripción.

Ahora, afortunadamente ya no es así. Ya no hay refugio alguno donde los monarcas españoles puedan encontrar cobijo en Catalunya. Claro que... nuestro querido Vicent , en su efuoria, también olvida la lucha de clases.

¿La olvida? ¡No! ¡Qué va! Es que ya no hay lucha de clases: "Però hi ha, sobretot, un país unit que ja no perd cap ocasió de demostrar que vol ser lliure i que s'ha acabat la comèdia" ("Pero hay, sobre todo, un pais unido que no pierde ninguna ocasión de demostrar que quiere ser libre y que se ha acabado la comedia"). Un país unido en el que no hay lucha de clases sino voluntad de libertad e independencia...

Mmmm!!! Que aroma tan conocido...

P.D: Por cierto, ahora uno se entera de que el conocido cantante cortesano Josep Carreras es, ahora, independentista. ¡Paulinas conversiones que se están presenciando por estas tierras!

1 de junio de 2013

Crónica de la Nueva Edad (01/06/2013)


De irresponsable cabe calificar la actitud de la consellera d'Ensenyament considerando la posibilidad de la insumisión ante la ley Wert. Estéticamente puede ser hermoso para algunos: profesionales de la revolución o independentistas. Para uno, es una muestra más del socavamiento de la arquitectura de las democracias indirectas construidas en Europa en los últimos dos siglos gracias a la presión de las clases populares. Se desmantela el estado del bienestar y, al tiempo, el estado de derecho. Xavier, en su Blog ya ha hablado al respecto.

No serían gran cosa, cierto, pero seguro que los añoraremos y que la anomia, la desregulación, el capitalismo salvaje y las diversas formas de totalitarismo fascistoide que esperan agazapadas su momento no serán mucho mejores.

Claro que no es sólo la irresponsabilidad de los políticos catalanes y españoles lo que cuenta: la irresponsabilidad de las masas entregadas a la servidumbre voluntaria, como en la Alemania de los años 30, es siempre el eje de bóveda de cualquier revolución negra...

13 de noviembre de 2012

A ras de suelo: el riesgo negro


Uno es consciente de que en la complicada situación actual realizar según qué afirmaciones puede levantar ampollas y herir sensibilidades. Sin embargo, la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Y la verdad es que existe un vínculo indisociable, históricamente constatable y racionalmente argumentable, entre fascismo y nacionalismo. Para ser más claros: sin nacionalismo no hay fascismo. Huelga decir que otras ideologías políticas contemporáneas pueden incorporar, en mayor o menor medida, elementos nacionalistas. Sin embargo, ello no resta ni un gramo de contundencia a la afirmación anterior. Por ello, si queremos evitar la tentación fascista una pieza indispensable del empeño es abjurar de cualquier forma de nacionalismo incluida esa tan "neutral" que, bajo el pretexto de no alterar el statu quo internacional, lo naturaliza y se finge más allá del nacionalismo cuando se fundamenta en el ya existente.

Dicho sea de paso: no se refiere uno sólo al caso de Catalunya. Ahí está Grecia. Si las salidas ante la crisis actual se articulan en torno a proyectos nacionalistas de unificación y respuesta o de segregación y reto, nos podemos encontrar una sorpresa desagradable. Muy desagradable.