30 de diciembre de 2011
La entidad del mundo
Nunca queda tan desleído el cemento del mundo como cuando tu hermano menor enferma de gravedad. Entonces la naturaleza, sus presuntas leyes y el universo humano que sustentan devienen grotescos apuntes inacabados. El ser se acuclilla y sólo lo que debería ser adquiere entidad.
29 de diciembre de 2011
Sin tiempo y sin aliento
27 de diciembre de 2011
Eticidad y sufrimiento
25 de diciembre de 2011
Nochebuena
Ayer pude recoger a mi hermano en el aeropuerto. El momento más feliz de estos últimos tiempos. Con él, mamá, Esther, Clàudia y Marc alrededor de la mesa supe que estábamos viviendo una nuestras últimas cenas todos juntos. Espero que pasen bastantes años hasta que esta evidencia se haga patente pero no cabe ninguna duda: quedan muchas menos en el horizonte que las que ya se acumulan en nuestras espaldas. También tuve tiempo para recordar, como siempre, al único ausente: mi padre. Por lo demás, que se acaben pronto las Navidades religiosas. Y las comerciales ya.
24 de diciembre de 2011
Del justo lugar de la poesía y la literatura en general
La impresión de que la poesía y lo literario en general pudieran ser, ante todo, un residuo, un añadido (o excrecencia) de la facticidad, de la vida, sigue acumulando hechos a su favor.
Hace tiempo uno llegó a la conclusión de que entre los motivos por los que no había escrito nunca un poema erótico se encontraba la evidencia de que cuando se disfrutaba de una relación sexual de lo último que venían ganas era de escribir un poema.
Algo semejante aconteció con la muerte del padre y lo elegíaco. Sólo mucho después de su fallecimiento, a modo de residuo exigido por el duelo, surgió la necesidad de escribir un libro de poemas sobre él. Cuando uno estaba sumergido en el dolor la literatura sobraba.
Ahora, mi hermano ha sido ingresado de urgencia en una clínica y de lo que menos ha tenido ganas uno era de leer y mucho menos de escribir y poesía además. Deja constancia de este hecho ahora que ha dejado momentáneamente el internamiento hospitalario para pasar estas "entrañables fiestas" con nosotros y entonces ha surgido la necesidad de plasmar la circunstancia y la reflexión en este cuaderno. Cuando vuelva para ser operado, si no hay líneas programadas de antemano nada, me temo, podrá escribirse aquí.
Entre vida y literatura (o poesía) se va haciendo patente, cada día que pasa, que hay, no incompatibilidad sino más bien diferencia, heterogeneidad feroz, casi absoluta: si vives difícilmente escribes.
21 de diciembre de 2011
Impago
Hoy ha sucedido algo que temía pero que uno pensaba que no llegaría a suceder: la Generalitat no sólo no nos ha pagado la retribución correspondiente a los seis últimos meses en forma de paga extra sino que, además, ha deducido el IRPF de esta paga impagada del importe de la nómina normal del mes de diciembre con lo cual todos hemos cobrado centenares de euros menos de lo que nos correspondía. ¡Espectacular! Pronto no cobraremos y seguiremos sin saber qué hacer...
20 de diciembre de 2011
Por donde pasa la poesía
Vía correo electrónico de Viktor Gómez llega la noticia de la publicación del volumen Por donde pasa la poesía. 70 autores de heterogénea tradición y práctica poética, de Latinoamérica, la Península y las Islas, en castellano, catalán e inglés, reunidos en torno al buen hacer de la librería Primado y la Asociación Caudal que, desde Valencia, se han constituido en un núcleo de dinamización de actividad poética francamente interesante. A ver.
18 de diciembre de 2011
Invitaciones poéticas
La suerte le ha acompañado estos días a uno. Ana Patricia Moya y Ana Pérez Cañamares enviaron, cada una por su lado, sendas invitaciones para participar en dos volúmenes colectivos uno sobre poesía erótica y el otro de homenaje (o recuerdo) a los brigadistas que combatieron en España durante la Guerra Civil.
Escribir poemas "por encargo", o mejor, por invitación, ad hoc, no se le da a uno bien. Lo hizo en un par de ocasiones (la invasión de Irak y el 11-M) aprovechando fragmentos que ya tenía confeccionados para textos temáticamente cercanos con resultados discretos y mucho trabajo. Después, ni una de las invitaciones que tan amablemente me han cursado ha dado ningún fruto: no he sido capaz de estar a la altura y todos los textos construidos para las diversas ocasiones han quedado incompletos o han acabado en la "Papelera de reciclaje".
Afortunadamente, llevaba tiempo dándole vueltas a una serie de poemas que admitirían el calificativo de eróticos y, también, a uno sobre la "Guerra Civil de mi abuelo" así que acepté y manos a la obra. Y aunque el compromiso de escribirlos ha llevado a más de una parálisis y algún que otro intento de abandono el poema erótico está concluido y en manos de Ana Patricia y el de los brigadistas está a punto de concluir su primera redacción.
Un éxito. Los dados han girado en el mejor sentido posible. Es difícil saber si lo volverán a hacer pronto...
16 de diciembre de 2011
Clàudia muestra su desconcierto
Clàudia, como buena hija, lee este cuaderno. Pobre... Las servidumbres de la filiación no son mucho menores que las de la paternidad. En cualquier caso, el otro día me mostró su perplejidad por el tono "marxista" de mis últimas entradas. Casi sonó a reproche cuando uno se ha pasado los últimos años denunciando los totalitarismos.
El asunto es que, simplificando, uno intenta mantener un compromiso activo con "lo político", con ciertos ideales máximamente universales que se condensan en conceptos como los de "justicia", "lucha contra el sufrimiento" o "libertad" y eso no es propiedad de ninguna ideología. A veces este compromiso lleva a una coincidencia con las descripciones marxistas e incluso con sus metodologías de práctica política. Pero otras veces no. También pasa con el anarquismo y el liberalismo que, ya dije, se ofrecen como los caminos transitables más al alcance si se quiere apartar la tentación totalitaria.
Por otra parte, tal vez inadvertidamente se esté inclinando uno a darles más espacio a estas descripciones. Puede ser pero si así fuera tampoco sería más que el resultado de lo que uno viene denunciando desde hace tiempo: si se vacía el ya de por sí delgado contenido democrático de nuestros sistemas políticos y no se compensa a los asalariados con unas condiciones de vida que compensen su desgaste psicofísico y simbólico, la salida que se va a dejar a la mayoría no será otra que poner su fe en las propuestas revolucionarias y abandonar el reformismo con el que se intentó frenar el totalitarismo.
¿Estará ocurriendo eso en quien escribe? Si es así es un mal síntoma: significaría que uno ha perdido la paciencia y la esperanza en que la mejora de las condiciones de vida de nuestros conciudadanos y de la humanidad en general puede ser lograda sin pagar un precio desmesuradamente alto en términos de sufrimiento. Mal iríamos...
Esperemos que sea simplemente el resultado de la coincidencia entre el análisis racional que uno realiza y las doctrinas revolucionarias del XIX: una coincidencia que resulta del hecho de que, en algunos aspectos (bastantes, muchos), sus descripciones se ajustan mejor a la experiencia que otras que se nos ofrecen.
15 de diciembre de 2011
Cuatro tesis sobre el "trabajo"
El otro día Arturo Borra, en su Blog, desplegaba cuatro interesantes "tesis" acerca del trabajo en el capitalismo con las cuales uno coincide en el fondo que no en la forma y en el lenguaje utilizado: cosas de la deformación filosófica.
Aunque uno modificaría el término "trabajador" por el de "asalariado", las tesis reafirman la eficacia, en ciertos ámbitos, de las descripciones que heredan su aparato conceptual de la tradición de las Internacionales del XIX.
Escribe Arturo:
"(...)
En las condiciones del capitalismo actual, a mi entender, necesitamos complementar esas tesis con algunas otras, especialmente a raíz de la presión creciente que ejerce la tasa de paro (notablemente elevada) sobre las clases trabajadoras:
En las condiciones del capitalismo actual, a mi entender, necesitamos complementar esas tesis con algunas otras, especialmente a raíz de la presión creciente que ejerce la tasa de paro (notablemente elevada) sobre las clases trabajadoras:
- El terror de los trabajadores ante el creciente desempleo es funcional a la precarización laboral. Como forma disciplinaria, el paro permite el mantenimiento de los salarios en un nivel relativamente bajo y la disminución de expectativas y exigencias con respecto a las condiciones del trabajo por parte de los trabajadores. Puesto que hay “un ejército de reserva” –tal como anticipó Marx- dispuesto a sustituirnos, cualquier reivindicación de los trabajadores puede ser sancionada –y así ocurre habitualmente- mediante la amenaza, el despido o la degradación laboral...
- El deseo del trabajador parado por recuperar el trabajo (precarizado) que percibe como parte de su humanidad afianza un sistema que deshumaniza tanto a trabajadores como a no trabajadores. Perdiendo de vista otras dimensiones de la existencia social, el trabajador parado vive como privación no poder acceder a un trabajo precario que lo priva de dimensiones centrales de sí mismo. El estigma del paro se transfiere al sujeto que (sobre)valora lo que le falta y menosprecia lo que tiene...
- En nuestra cultura del trabajo, el trabajador activo y el trabajador parado están atrapados por esta centralización del trabajo como dimensión identitaria. Así como los parados se sienten despojados de su «humanidad» ligada al trabajo, los trabajadores activos no dejan de sentirse negados a sí mismos en dicho proceso laboral. Si a uno le falta esa dimensión identitaria, al otro le sobra: no sólo hay problemas de desempleo, sino también de subempleo y sobreempleo...
- En el capitalismo, los trabajadores se extrañan no sólo de otros trabajadores en activo (una de las dimensiones centrales del proceso de enajenación del trabajo) sino también de los trabajadores parados, vividos como amenaza a la propia estabilidad laboral. Los “profesionales” no son más que trabajadores intelectuales extrañados de otros trabajadores (reducidos al “trabajo manual”)... "
14 de diciembre de 2011
Corresponsabilidad
Ayer, en el programa del canal 33 "Singulars", el profesor de Economía de la Universitat de Barcelona Josep Maria Gay de Liébana, explicó con todo detalle la "crisis de la deuda". De su explicación uno retuvo un par de aspectos:
a) El montante de la deuda de las Administraciones Públicas, familias (o particulares) y empresas supone, en estos momentos, casi un 400% respecto al PIB del país;
b) La parte de endeudamiento que corresponde a los ciudadanos de a pie supone alrededor de 200 mil millones de euros más que la de las Administraciones Públicas y la de las empresas más de 500 mil millones de euros por encima de la de los particulares.
Vistas así las cosas, y teniendo en cuenta el volumen del PIB español actual (algo más de 1 billón de euros anuales), se sigue que:
- es imposible pagar lo que se debe: ni el Estado, ni las empresas ni los particulares pueden generar los recursos necesarios para hacerlo;
- en esta situación la principal responsabilidad, la política, ha sido de los gobernantes durante los últimos cuatro años (el amigo Zapatero y sus colegas del humo) pero los ciudadanos, casi todos, tenemos nuestra parte de corresponsabilidad, moral, en la medida en que nos hayamos endeudado por encima de nuestras posibilidades reales.
Frenar el consumo, el despilfarro de recursos y la especulación financiera a nivel doméstico es, en nuestra calidad de ciudadanos que consumen, un deber ético al que no le prestamos casi ninguna atención.
La entrevista aquí.
12 de diciembre de 2011
Los medios
Uno tiene la impresión de que entre los distintos papeles de los medios de comunicación en la fase actual del capitalismo financiero, tanto en las democracias administradas, como en las representativas o en las dictaduras, podemos encontrar, aparte de invertir y falsear interesadamente -ideológicamente- determinadas secuencias de acontecimientos para construir narraciones que mantengan el status quo o convertirse en agentes productores de stress para preservar la movilización constante de ese estado de excepción que garantiza nuestra productividad, la tarea de modelizar secciones de lo real, estilizarlas y, gracias al efecto de la redundancia, objetivarlas hasta convertirlas en una auténtica realidad objetiva.
No sólo generan necesidades, no sólo manipulan, no sólo estresan sino que tambien establecen los parámetros de lo objetivamente real.
11 de diciembre de 2011
De lo dicho
Y alguien podría pensar de lo dicho sobre el colapso del capitalismo: ¿para ese viaje necesitábamos tantas alforjas? Pues quizás no pero apoyar una "modesta verdad de hecho", que no cabe ilusionarse en exceso y es preferible -racionalmente hablando- proseguir sin desanimarse con la ciclópea e inacabable tarea de luchar contra la injusticia y el sufrimiento, no es baladí o a uno no se lo parece. Si lo fuera otro gallo nos hubiera cantado...
10 de diciembre de 2011
¿Es razonable esperar un inminente colapso del capitalismo? (y III)
Marx creía que la fase final del capitalismo sería la subsunción de lo real al capital, una época que podría ser entendida, en cierto modo, como la de la mercantilización de lo real. En esa fase parece que nos hallaríamos en la actualidad cuando todo parece ser objeto de compra, venta y consumo. La esperanza de Marx y de algunos de sus seguidores radica en la suposición de que existe algo irreductible al capital, algo que no puede ser tratado como mercancía y que tiene que ver, evidentemente, con el ser humano y su voluntad emancipatoria: con la libertad, en última instancia.
Ahora bien. Precisamente la filosofía contemporánea ha mostrado el déficit de cualquier modelo substancialista: la imposibilidad de encontrar un fundamento puro y no tocado por la temporalidad histórica (en la cual se incluiría la biológica, por supuesto). Al mismo tiempo, también ha mostrado la imposibilidad de saturar los contextos, de cerrar las descripciones exhaustivamente y, consecuentemente, de establecer prognosis que no comporten un altísimo grado de riesgo, de imprevisibilidad. De estas dos aportaciones se seguiría que no habría más fundamento que el históricamente construido en un lenguaje y que esta historicidad y lingüisticidad no podrían ser totalizadas ni formalizadas. Sean cuales fueran las propiedades de lo que es, serían temporales y no serían agotables y clausurables en una estabilidad cerrada, redonda.
No habría libertad como fundamento último pero tampoco podríamos afirmar la viabilidad de una reproducción irrestricta e ilimitada del capitalismo.
¿Nos deja esto en manos de la creencia religiosa? ¿Hemos de renunciar a cualquier esperanza racional y mantener su llama en el ámbito de lo emocional o lo sagrado? Esta parece ser una opción en alza entre muchos ex-relativistas y otra gente de mal vivir. Sin embargo, la esperanza religiosa (que alienta también la utopía) sigue siendo peligrosa: se comienza esperando irracionalmente y, al final, se asesina o, peor, no se pagan los impuestos.
De acuerdo con lo dicho anteriormente parece que hay una opción razonable que suscita menos entusiasmo pero que permitiría abrigar una moderada esperanza: no sería inminente el colapso del capitalismo a escala planetaria pero tampoco tendría una proteica e infinita capacidad de convertirlo todo en materia de intercambio.
Si fuera así sólo cabría perseverar en la lucha por la justicia, la emancipación y la fraternidad humana sin vanas esperanzas pero sin desanimarse.
9 de diciembre de 2011
¿Es razonable esperar un inminente colapso del capitalismo? (II)
Sin embargo, que una determinada percepción nos muestre que si atendemos a la descripción más aceptable de los hechos es poco probable que el "sistema" capitalista sea abandonado independientemente de su desplome en Europa no equivale a apostar por la entrega al fatalismo.
Por ejemplo, si abordamos el asunto desde un cierto punto de vista filosófico, el fatalismo pierde cualquier apoyo sólido como ya lo perdió en su momento la esperanza. Más bien habría que ser prudentes y apostar por lo imprevisible.
Dejando de lado la quiebra de las descripciones teleológicas o finalistas, como la marxista o la cristiana, ante la evidencia de su fracaso predictivo, la cuestión podría plantearse en términos de si el ser es irreductible al capital. Si lo fuera, como pensaba el buen Marx, habría un fundamento sobre el cual levantar una posible esperanza racional (si no fuera esto una contradicción). En caso contrario, nada se opondría a una continua regeneración endógena de un capitalismo que no toparía con límite alguno porque podría convertirlo absolutamente todo en moneda, en valor de cambio, en mercancía.
Así, ¿habría algún modo de ser que no sea susceptible de transformarse en valor de cambio? ¿Alguna capa del ser, de lo que existe -en sus múltiples modalidades y atributos- que no pudiera ser acumulada, incrementada o intercambiada y, consecuentemente, convertida en mercancía?
7 de diciembre de 2011
¿Es razonable esperar un inminente colapso del capitalismo? (I)
A propósito de la conveniencia de moderar la esperanza en el próximo y rápido derrumbe del capitalismo que parece correr de nuevo, fantasmagóricamente, por algunos rincones de Europa probablemente haya que preguntarse primero si cabe esperar, racionalmente hablando, no religiosamente, un inminente colapso de este sistema económico a tenor de lo que está pasando en Europa en los últimos meses y, en general, a partir de la crisis que emerge, oficialmente, con la quiebra de Lehmann Brothers.
Y al plantearse la pregunta caben muchos niveles de respuesta posibles, evidentemente, pero uno cree que, al menos, al establecer el dominio de una posible respuesta debe tenerse en cuenta la constatación empírica más o menos consensuable de la situación actual.
En ese caso, cifrar los anhelos del derrumbe del capitalismo en el hundimiento de las economías europeas es, probablemente, una muestra de ingenuidad etnocéntrica. Puede que éstas se desplomen y que una gran Depresión se instale en el continente. Sin embargo, ¿alguien en su sano juicio cree que el resto del mundo en ebullición, las economías emergentes, abandonarán el sistema capitalista ante la perspectiva de ese previsible futuro que, suponemos, tarde o temprano les llegaría?
Siendo razonables: si en Europa el modo de producción capitalista concluyera, en las tres cuartas partes del mundo continuaría y uno duda que cualquier alternativa que una pequeña porción del mundo como la Europa postcapitalista pudiera generar llegara a imponerse. Y aunque así fuera hemos de recordar qué les pasó a revoluciones nacientes como la rusa en 1917, la vietnamita o la nicaragüense.
5 de diciembre de 2011
El saber ocupa lugar: Cronenberg
Tras el fiasco de El árbol de la vida de Malick uno ha pasado una temporada ocupado en clásicos y películas suministradas por la Comunidad hasta ayer en que pagó religiosamente los ocho euros de rigor para ver Un método peligroso.
Con Cronenberg, como con Lynch, uno ha tenido siempre siempre una cierta prevención. La singularidad de su universo visual y narrativo era en ocasiones gozoso y en otras insoportable como por ejemplo en Inseparables o El almuerzo desnudo. No obstante, desde Crash y las quizás menores pero interesantes Promesas del este o Una historia de violencia cada vez ha podido más su maestría conforme se ha liberado de su simbología excesiva.
Los comentarios de José Angel Barrueco a la película acabaron por disipar cualquier duda. Y lo cierto es que fue una experiencia sumamente agradable que le retrotrajo a uno a aquellos ochenta en los que se pasaba tardes enteras en la Filmoteca entre producciones sesudas que se extendían a través de inacabables tertulias en los bares cercanos una vez acabada la sesión propiamente dicha.
Tan sólo hubo una pega. En el "cine forum" posterior se demostró que el saber ocupa lugar y que el conocimiento de la cotidianidad del asalariado turista de la República de las Letras que ahora soy ocupa el lugar que antes tenía la erudición, la cita y el detalle. No fui capaz de argumentar razonablemente algo que creía recordar muy bien: los motivos ideológicos (desconocía los microhistóricos que, al parecer, muestra la película de Cronenberg) de la discrepancia entre Freud y Jung. Tan sólo pude aducir, como lector devoto del primero, algunas vagas nociones que se escoraron -aprovechando las contraposiciones que muestra Cronenberg entre el burgués acomodado Jung y el burgués pobre Freud, entre el ario Jung y el judío Freud- del lado del vienés como ya hizo uno de joven.
La vida del que no tiene más patrimonio que su fuerza de trabajo es incompatible con la preservación del saber erudito, con la conservación de la Ilustración. Nueva razón para suspirar por el acabamiento de esta opresión...
3 de diciembre de 2011
¿Estertores apocalípticos?
Si nos pasamos el día profetizando la agonía del capitalismo y su próximo final apocalíptico puede ocurrirnos como a los primitivos cristianos: que muramos sin haber visto la llegada de ese día.
Y el problema no es no verlo, que también, sino que nuestras advertencias caigan en saco roto al modo de "Pedro y el lobo" y acaben siendo parodiados los fundamentos en los que se apoyan por obsesionarnos en declararlo como inmediato y darlo por ya aniquilado cuando quizás su salud, maltrecha o no, no esté para darle la extremaunción.
Mejor abanadonar la letanía de los consabidos "estertores del capitalismo" por si acaso y recordar, de paso, para no emocionarse más de la cuenta, que el apocalipsis siempre ha acontecido ya.
2 de diciembre de 2011
Riechmann en el tren
Belleza en medio de tanta preocupación, negros vaticinios y progreso de las "fuerzas del mal". En el tren, por la costa, al amparo del frío y bello mediterráneo de diciembre, leyendo Futuralgia de Riechmann. Ahora sólo leo esta poesía reunida del hombre de quien aprendí a volver a escribir versos. Tampoco apetece otra cosa. Es un bálsamo. Al acabar un poema una mirada al mar y a seguir luchando.
1 de diciembre de 2011
Un poema de Víktor Gómez
30 de noviembre de 2011
Y una zapaterada más...
Ni la alegría por el hundimiento electoral de Rubalcaba ni por el juicio que, de momento, ha merecido para la mayoría de los ciudadanos de este país su gestión, mitigan la indignación que las iniciativas de este individuo, que todavía es presidente en funciones, es capaz de perpetrar. La última, el indulto a Alfredo Sáenz, envía un mensaje muy claro a los banqueros y a los ciudadanos: no todos somos iguales ante la ley.
Seguramente aun nos brindará alguna más a modo de despedida pero esta sirve de ejemplo de lo que ha sido su gobierno: preocupación (legítima) por los derechos civiles (matrimonios homosexuales, memoria histórica, igualdad entre sexos) y renuncia total a cualquier intento de redistribución de la riqueza o de fiscalidad equitativa que disminuya las desigualdades sociales. En una palabra: un gobierno que abandonó el proyecto socialdemócrata clásico y lo convirtió en una variante del modelo liberal norteamericano encarnado en el Partido Demócrata.
Qué triste personaje...
28 de noviembre de 2011
Ovejas esquiladas que temblaban de frío (y II)
Miedo, pobreza y memoria. Toda una topología que no agota, por supuesto, ni la geología ni la geografía del texto pero sí da cuenta del estrato que a uno más le ha interesado.
Miedo de la pobreza de la memoria ("lo intentas / lo sigues intentando / y al millón de veces / la imagen / empieza a ser borrosa" - "Intentos");
miedo de la memoria de la pobreza ("porque el hambre pesa como dios. / a veces / cuando lo pienso / oigo al buitre / que grazna suave, /como un susurro. / te clavaste ahí, entre mis ojos; / estoy convencido de que muchos / tienen miedo como yo, / la niña no" - "Todos");
memoria del miedo de la pobreza ("y los reyes mágicos / pasaron de largo. / estaban sucios. / con polvo de sangre, / salpicados de miedo. / los zapatos / también" - "Día de Reyes");
memoria de la pobreza del miedo ("el hilo del odio es de débil algodón. / la sinrazón y el miedo / hicieron equilibrios entre halos de fino alambre. / ella, / en el retrete, / está cosida a puñaladas" - "Apunte sobre el amor");
pobreza de la memoria del miedo ("el muerto al hoyo, la vida al hoyo / y los putos gatos / siguieron maullando año tras año. / podría extender mucho más este poema / pero es que desde entonces y hasta ahora / sigo teniendo mucho miedo" - "Sin0");
pobreza del miedo de la memoria ("y todo, todito todo, más de un siglo después / sigue igual, / las carrozas señoriales / siguen ocupadas / por los mismos seres despreciables que antaña / con la diferencia / de que hoy / manifiestan su alegría y satisfacción / ante este mismo panorama" - "epílogo. Seres tibios").
Y esta topología condensada, a modo de metáfora, en ese extraordinario y tierno poema que es "Tom Hanks", uno de los mejores que uno ha leído nunca:
"le vi en el paseo de los melancólicos, madrid.
al piecito del campo del aleti.
un cartón de vino
como un océano
con su isla
y con su naúfrago."
Por algo este libro ha sido finalista del Premio Nacional de Poesía...
Miedo de la pobreza de la memoria ("lo intentas / lo sigues intentando / y al millón de veces / la imagen / empieza a ser borrosa" - "Intentos");
miedo de la memoria de la pobreza ("porque el hambre pesa como dios. / a veces / cuando lo pienso / oigo al buitre / que grazna suave, /como un susurro. / te clavaste ahí, entre mis ojos; / estoy convencido de que muchos / tienen miedo como yo, / la niña no" - "Todos");
memoria del miedo de la pobreza ("y los reyes mágicos / pasaron de largo. / estaban sucios. / con polvo de sangre, / salpicados de miedo. / los zapatos / también" - "Día de Reyes");
memoria de la pobreza del miedo ("el hilo del odio es de débil algodón. / la sinrazón y el miedo / hicieron equilibrios entre halos de fino alambre. / ella, / en el retrete, / está cosida a puñaladas" - "Apunte sobre el amor");
pobreza de la memoria del miedo ("el muerto al hoyo, la vida al hoyo / y los putos gatos / siguieron maullando año tras año. / podría extender mucho más este poema / pero es que desde entonces y hasta ahora / sigo teniendo mucho miedo" - "Sin0");
pobreza del miedo de la memoria ("y todo, todito todo, más de un siglo después / sigue igual, / las carrozas señoriales / siguen ocupadas / por los mismos seres despreciables que antaña / con la diferencia / de que hoy / manifiestan su alegría y satisfacción / ante este mismo panorama" - "epílogo. Seres tibios").
Y esta topología condensada, a modo de metáfora, en ese extraordinario y tierno poema que es "Tom Hanks", uno de los mejores que uno ha leído nunca:
"le vi en el paseo de los melancólicos, madrid.
al piecito del campo del aleti.
un cartón de vino
como un océano
con su isla
y con su naúfrago."
Por algo este libro ha sido finalista del Premio Nacional de Poesía...
26 de noviembre de 2011
Ovejas esquiladas que temblaban de frío (I)
Repetidas veces he hablado sobre Gsús Bonilla. Ya le pareció a uno, cuando no era ni la mitad de conocido que lo es ahora, uno de los poetas más interesantes que había leído. Y eso que en aquel momento apenas tenía una autoedición en el mercado y su Blog. Luego llegaron Ovejas esquiladas que temblaban de frío (2010) y Menú del día a día (2011) y un más que notable interés, en ciertos ambientes claro está, por su producción.
Uno escribió, y colgó aquí en su momento, algún apunte sobre Ovejas... pero se reservó más cosas que las que dijo a la espera que la burbuja, como tantas veces ocurre, se desinflara. Por Gsús básicamente. Él sabe las razones. Ahora, tras leer su nuevo inédito, un texto brillante que sorprenderá seguro a muchos (y puede que disguste a otros, no es el caso del que escribe) es un buen momento para recuperar las notas que guardé.
Como siempre Ovejas esquiladas... permite muchas lecturas (no infinitas pero sí numerosas) no tanto por la riqueza del texto como por la pobreza intrínseca de cualquier texto: por el hecho de que puede hilarse con otros dado que no atesora en su interior un núcleo dorado, puro e incontaminado que le impediría acercarse a otros textos. Es cierto que difícilmente se le podría poner en contacto con el Bhagavad Gita o con la obra de San Juan de la Cruz pero ello no en virtud de un centro diamantino sino de la distancia temporal y espacial que se establece entre agrupaciones de signos.
Una de las lecturas que a uno se le ocurrieron, aparte de la más obvia de la intertextualidad con el Pinocchio de Collodi, fue, por ejemplo, la organización tropológica del texto tomando como eje las figuras del color "azul" o el "gato", la singular disposición rítmica y tipográfica (que es además topográfica) de los espacios vacíos o los efectos de recepción logrados a partir de la singularidad y nimiedad de los acontecimientos y objetos descritos. También estaba rondándole a uno la obra de David González, obviamente, como también la de Antonio Orihuela o la de Jorge Riechmann, la tradición de la poesía narrativa en castellano o el contexto socio-político en el que puede insertarse la obra. Sin embargo, a la hora de tomar notas, uno se fijó en la recurrencia de tres figuras que aparecen en la mayoría de los poemas: el miedo, la pobreza y la memoria.
Miedo de la pobreza de la memoria, memoria del miedo de la pobreza, memoria de la pobreza del miedo, miedo de la memoria de la pobreza, pobreza de la memoria del miedo, pobreza del miedo de la memoria... Combinaciones múltiples en torno a esta tríada que uno destacó en sus notas y que sigue reteniendo al lado del gato y el azul.
25 de noviembre de 2011
Acuse de recibo: Viktor Gómez
El correo postal trae un atiborrado paquete de Viktor Gómez "Valentinos". Un ejemplar de su Detrás de la casa en ruinas (Amargord 2010) y de la plaquette Incompleto (ediciones del 4 de agosto, 2010) así como varios números de "Manuales de Instrucciones", la antología Soda cáustica. Cinco poetas latinoamericanos (Fundación Inquietudes, 2009) y La Caja de música de Olga Muñoz (Fundación Inquietudes, 2011). Lecturas para varios días.
Gracias Vik.
24 de noviembre de 2011
Una fácil y comprensible crítica al constructivismo
La lacra que el constructivismo, o mejor su deficiente comprensión -o lisa y llanamente su incomprensión-, ha supuesto para las disciplinas humanísticas, especialmente para esa tan peligrosa por su eficacia política, que es la pedagogía, comienza a perder fuerza.
Hay síntomas de rechazo en muchos ambientes académicos y mediáticos (excepto en las facultades de Pedagogía y las Escuelas de Magisterio, donde la pandemia de la mediocridad teórica parece seguir campando a sus anchas) y comienzan a proliferar las objeciones, cuando no los repudios.
El otro día uno leyó en un Blog francamente interesante, la autoría del cual desconozco, una fácil y comprensible refutación de la acrítica y desquiciada aplicación del constructivismo al ámbito educativo:
http://pseudopodo.wordpress.com/2011/11/14/el-constructivismo-bien-entendido/
Excelente.
23 de noviembre de 2011
La hipótesis del golpe de Estado
Pedro Olalla, escritor, helenista, filólogo, profesor, traductor y fotógrafo,que lleva muchos años viviendo en Grecia abona una tesis que está circulando por los pagos de la izquierda revolucionaria y que, francamente, uno cree a pies juntillas.
Ayer en TV3 afirmó que "quienes controlan el poder financiero se están apropiando del poder político a través de la deuda de los estados.
Para Pedro olalla lo que ha pasado en Grecia no es sólo cosa de los griegos, es una amenaza para todos. Le indigna el discurso político y mediático de los países europeos, España incluida, que dicen 'nosotros no somos como Grecia'; tildan a los griegos de poco trabajadores y dicen que se merecen lo que les está pasando. Para él, la crisis no es otra cosa que un ataque económico organizado por los poderes financieros, y define la deuda como un producto diseñado como arma de sometimiento de los ciudadanos".
Uno ha manifestado repetidas veces su distancia respecto a cierta izquierda revolucionaria que confunde la utopía con el proyecto político pero eso no equivale a invalidar algunos de sus análisis. En este caso concreto, los argumentos a favor de la hipótesis del "golpe de Estado" son sugerentes, eficaces y concuerdan con los datos empíricos (lo mejor que le puede pasar a la izquierda revolucionaria). Si sólo se les puede oponer que se amparan en toerías conspiratorias hay que recordarles que el caso de Licio Gelli y la logia P-2 en Italia muestra que conspiraciones haberlas háylas: lo único que sucede es que toda buena conspiración intenta ocultarse pues es la clave de su éxito.
21 de noviembre de 2011
El totalitarismo según Heydrich y Laurent Binet
De la lectura de HHhH de Laurent Binet, un interesante ejercicio sobre las condiciones de posibilidad del pacto de lectura de la ficción, retiene uno dos interesantes citas atribuidas a Heydrich. La primera ilustra una excelente comprensión del principio "filosófico" del totalitarismo. La segunda, sirve de amparo a un par de notas que uno ha dejado por aquí sobre la vertiente adoctrinadora de la docencia y el uso que el totalitarismo nazi hacía del deporte.
Sobre la naturaleza del totalitarismo:
"En un sistema de gobierno totalitario moderno, el principio de la seguridad del Estado no tiene límites, por tanto el responsable que asuma esa carga debe obligarse a poseer un poder prácticamente sin trabas" (p55)
Sobre docentes y deporte:
"Es esencial ajustar cuentas con los profesores checos, porque el cuerpo docente es un vivero para la oposición. Hay que destruirlo y cerrar los institutos checos. Naturalmente, habrá que hacerse cargo de la juventud checa en algún lugar donde se la pueda educar fuera de la escuela y arrancarla de esa atmósfera subversiva. No veo mejor lugar para ello que un campo de deporte. Con la educación física y el deporte, nos aseguraremos a la vez un desarrollo, una reeducación y una formación" (p245).
19 de noviembre de 2011
Perejaume (y III)
Porque es impostura, pura retórica pero de la mala, de la ornamental, del afeite sofístico que Platón detestaba, clamar por una obra sin autoría. Si quieres dar la palabra a las cosas y darla sin secuestrarla a mayor gloria de un autor y su rúbrica, Perejaume, no firmes el libro, no lo publiques en una editorial. Escríbelo, anónimamente y distribúyelo, por ejemplo, por la red sin dejar huellas. Todo lo demás es palabrería hueca:
"Així com, la paraula Catroc o la paraula Petanta o la paraula Balandrau, el so que diuen és el seu propi nom, voldria saber portar les paraules que m'ho demanessin a un text sense títol ni rúbrica, un text tot ell nom, de cap a cap nom, com una sola rúbrica llarguíssima i plena de giragonses, perquè el text no fos res ni fos de ningú"
¡"De ningú"!. Y sin derechos de autor tampoco, claro y quedando "rigorosament prohibida sense autorització escrita de l'editor qualsevol forma de reproducció, distribució, comunicació pública o transformació d'aquesta obra". ¡Ay Perejaume lo que han hecho con tu obra que no querías que fuera tuya sino obra de la misma obra de la palabra y la cosa! Es el problema de la retórica: que su abuso a veces lleva a momentos absurdos.
Sin embargo, el desmelene retórico de los dos últimos libros, excesivo, no empaña el esplendor de los tres primeros. Sólo por ellos Pagèsiques es una obra formidable y los prejuicios de uno han sido barridos por la escritura de Perejaume. Será un arribista, un oportunista, un fatuo, lo que quieran, pero este libro es enorme y eso es lo que cuenta para uno, hoy.
18 de noviembre de 2011
Perejaume (II)
Sin embargo, conforme avanzaba la lectura del primer libro la fuerza del prejuicio se iba diluyendo: desaparecía del horizonte. En su lugar quedaba la curiosidad y una escritura repetitiva, obsesiva incluso, que luchaba por salvar el hiato entre lenguaje y naturaleza desde la conciencia de semejante fisura insalvable e iba logrando poemas excelentes.
"Una terra translúcida:
una terra que es transparentés,
retroil·luminada, traspassada
per l'aurora. Remetre la terra
a la seva qualitat estel·lífera,
astrecolgada, magmàtica encara
de llum no nada i blau pretès,
parpellejant de cel i fondària,
amb un gall als braços, a la vetlla
del dia, mig-pintora, mig-pintada
amb l'or de l'entrellum.
Roent, la terra, com la ratlla del mar
que sospesa el sol abans de sortir."
Las montañas, la tierra, la agrariedad, los árboles, el cielo, el mar, el texto, la escritura y la obra se enredan en una especie de construcción fractal: iteración, repetición diferente, asociación, vínculo, contaminación, cesura puenteada y vuelta a manifestarse en su insalvable ferocidad. Versos en los que la tierra se cuelga del cielo, las montañas suben hasta él, los árboles son obras, textos y palabras y la propia obra artística, que está construyéndose en el taller, y la poética sobre el papel, se entrelazan con la obra natural. Riqueza de juegos de palabras intraducibles y Heidegger y Derrida, sobre todo Heidegger, festoneando la expresión de la agrariedad (el uso de este concepto en el primer libro uno de los grandes logros que se desvanece en los posteriores).
Los dos primeros libros del volumen (Pagèsiques y Els arbres) resultan, en este sentido, brillantes. Els suros, el tercero, con los desplazamientos entre la corteza del alcornoque y la corteza de la tierra y la superficie del texto, también. Tan sólo en los dos últimos la reiteración y los juegos de palabras dejan de ser hallazgos y se transforman en losas. El trabajo de Perejaume pierde calado e incluso pueden encontrarse motivos para recuperar los prejuicios en toda su plenitud crítica: por ejemplo, las forzadas citas de poetas catalanes, excepto en el caso de Verdaguer, bastantes de ellas cogidas por los pelos, de una manera que más sugiere su uso canónica y publicitariamente correcto que el poéticamente necesario (aunque podría perfectamente no ser así en absoluto).
Por ello, es especialmente duro -después de la brillantez de los dos primeros libros y los logros del tercero- el enredo sobre la autoría del último: unas divagaciones tópicas que uno no puede evitar contemplar como una impostura prescindible que está a punto de dar al traste con la experiencia vivida hasta entonces.
17 de noviembre de 2011
Sonrojándose por la nueva vida de "Del Tercer Reich"
Un querido y admirado poeta comentó un día en el que uno se lamentaba de la escasa atención que se le había brindado a Del Tercer Reich que era un libro de "largo aliento con más de una vida". Uno no pudo evitar pensar que se trataba del normal comentario de consuelo y seguramente así era. Sin embargo, en estos dos últimos años, y al socaire de Filosofía de la minucia y de la desinteresada publicidad que poetas como Jorge Riechmann, Esteban Gutiérrez o Antonio Orihuela hacen de él, parece que -realmente- esté teniendo una segunda vida.
Paul Cahill incluirá un capítulo sobre el texto en su ensayo sobre la poesía española contemporánea y el Holocausto, al lado de otros poetas mayores contemporáneos y Viktor Gómez, Vik, le dedicaba el otro día en su Blog un comentario que no pudo por menos de sonrojarme:
"Por mediación de Paul Cahill descubrí y leí muy recientemente un libro (que me regaló el también poeta A. M. R.) que me impactó por su actualidad, por su vigencia en la indagación deliberativa y preguntas esenciales, para comprender dónde estamos y cómo son las reglas de juego del exterior, es decir, de la sociedad contemporánea. J. Jorge Sánchez (Barcelona, 1964) propicia desde sus poemas un confrontar pasado y revisitarlo desde el presente. Ese unir en la lectura dos tiempos y su "entre" histórico, en rigor me sobrecoge, me aturde. Es como despertar súbitamente. Ese efecto tiene la lectura de Del tercer Reich. Hacer concordar piezas de un puzle, cuya imagen es borrosa e ininteligible hasta que está finalmente reenlazadas las piezas. La criminalidad individual y colectiva que estalló con el nazismo, La Shoa, la pasividad y la violencia, lo inenarrable... ¿acabaron en 1945? ¿qué fuerzas subsistieron? ¿cómo se transfiguró de lo absoluto visible a lo absoluto invisible ese fascismo? ¿Hoy, cómo nos afectan esas fuerzas destructivas y tan perversas como inteligentes?
.
Un magnífico prólogo de Carlos Piera, ya sugiere:
Entonces se agolpan los motivos para tratar de ello, aunque tampoco se puede, en poesía. Es "un margen más allá del cual / el absurdo se vuelva nada" y en esa extremidad suya, por mucho que le acompañe un vértigo que sólo en el nace, ese "margen" central es como aquellas otras coordenadas imposibles en que la poesía se nos ha venido haciendo inevitable: la "naturaleza", el "tiempo" o la "muerte".
.../...
Si no tenemos delante a "Auschwitz" no podemos estar ya realmente vivos: no es que no haya poesía después, es que no haya nada, y que por tanto nuestra "deuda" con las víctimas es tanto más inagotable como cuanto que por ella existimos. ¿Cómo puede haber algo después de la aniquilación? Réplica: no estamos después.
Y ahora, en ese ahora debe penetrar el lector.
.
Carlos Piera"
Lo dicho. Gracias Paul. Gracias Jorge, Esteban, Antonio. Gracias Vik. Por fortuna no le ven a uno ruborizarse...
Lo dicho. Gracias Paul. Gracias Jorge, Esteban, Antonio. Gracias Vik. Por fortuna no le ven a uno ruborizarse...
16 de noviembre de 2011
Perejaume (I)
Días con las Pagèsiques del escultor y poeta Perejaume como única lectura. Debía alternarla con otras pero el trabajo ha impedido la promiscuidad y uno ha respetado la norma de la monogamia para tratar de extraer el máximo fruto a sus ratos de lectura máxime cuando el precio invertido en el libro debía ser justificado ante los propios prejuicios, ese empeño en el que se lleva años comprometido con más derrotas que éxitos.
Los prejuicios en cuestión. El meollo del asunto es que del tal Perejaume tenía uno noticias fidedignas provenientes de personas que lo conocían y que lo dibujaban como un individuo presuntuoso, engreído, oportunista y amante del éxito más que del arte. Por otra parte, con matices, casi todos coincidían en que una de sus habilidades fundamentales era la sabia explotación de su malla de relaciones.
Sin embargo, y pese a estos antecedentes, cuando publicó su segundo libro de poemas, Obreda, uno estuvo tentado de adquirirlo. No lo hizo porque había otras compras más urgentes. Luego el libro desapareció de las exposiciones y el olvido hizo el resto. Pero la aparición de Pagèsiques renovó la curiosidad que se atizó por las reminiscencias virgilianas y la intraducibilidad del título.
Al inicio la lectura fue sesgada: una búsqueda de motivos para despreciar la obra y confirmar los prejuicios. Una afirmación contenida en el primer libro (Pagèsiques) de los cinco que forman el texto pareció confirmarlo rápidamente: "La pagesia es clausura: vol prendre estat de perfecció". ¡Cómo se nota que no es un agricultor! Ya estaba servido el desprecio por el romanticismo mistificador de un artista que atribuye cualidades morales y estéticas excelsas a una actividad que aquellos que la sufren no pueden ver ni por asomo como tales.
15 de noviembre de 2011
Concluía Gregorio Luri hace unos días sobre el pesimismo...
Algo que, de tan obvio y pese a que uno siempre lo ha creído, nunca se había atrevido a escribir y que Gregorio Luri sí. Es lo que sucede cuando uno llega a una edad provecta y hace lo que se le pasa por el forro...
Escribe en su extraordinario Blog a propósito del pesimismo:
"1. La idea de que el buen humor, el optimismo y la risa tienen efectos positivos sobre la salud es cada vez más popular, pero no hay ningún estudio serio que la confirme.
2. Más bien hay estudios que demuestran lo contrario, porque las personas optimistas tienden a asumir más riesgos cotidianos que las pesimistas.
3. Los optimistas tienden a despreciar cualquier síntoma de malestar y de esta manera descuidan su salud. Siempre creen que están más sanos de lo que realmente están.
4. Conclusiones:
a) Los pesimistas viven más.
b) Hay que leer más a Schopenhauer y menos a Bucay."
Ahora sólo falta que la obviedad sea verdad.
Ahora sólo falta que la obviedad sea verdad.
14 de noviembre de 2011
Presentación de "Menú del día a día"
Gsús Bonilla me escribe:
"El próximo jueves 17 de Noviembre a eso de las 20:00h podremos compartir un rato de charla y poesía, junto con Ana Pérez Cañamares, Batania y un servidor, al hilo de la publicación, en este mayo pasado, de "MENÚ DEL DÍA...A DÍA" (Baile del Sol, 2011); este cuaderno de poemas de tan horroroso título, sin embargo con una excelente portada (Bárbara Butragueño), va acompañado de una selección textos que navegan, a partes iguales, entre las aguas tranquilas de la cotidianidad y las embravecidas de los conflictos sociales , y, sin embargo, naufraga, porque se pierde, en el océano excesivo de la poesía. Y no me enrollo más, lo dicho, si esa tarde no tienes nada mejor que hacer, me gustaría verte por allí, en La Marabunta, C/ Torrecilla del Leal, 32 (esq. c/ Buenavista)
Una presentación muy apetecible y más cuando uno está acabando el nuevo inédito de Gsús que es, sencillamente, excelente.
13 de noviembre de 2011
Highlights
Entre las servidumbres de la paternidad está el realzar, con mesura siempre, los acontecimientos protagonizados por nuestros descendientes que, a nuestro juicio o al de ellos, vale la pena retener. Así, este sábado, en vez de dedicarse uno a continuar con la revisión de la novela (no ha llegado a la página 50 todavía), se ha consagrado a editar un video con los Highlights del partido de Flags que los Búfals jugaron hace un par de semanas (el de las tres intercepciones de Marc) y subirlo a Youtube.
Como si no hubiera otras cosas que hacer...
Y tan contento, además...
12 de noviembre de 2011
Estampa y dilema
Esta mañana, en el mercado. Un par de indigentes, al menos eso parecían de lejos, sentados en un banco enfrente de la parada exterior donde uno compra la fruta. Al llegar, muecas de disgusto de una de las dependientas que nunca ha ocultado sus prejuicios xenófobos. Los señala con un movimiento de los ojos y uno renuncia a participar en lo que piensa un juego racista más. Pido un kilo de acelgas y a mis espaldas se oye:
- Mi hija está más buena que su madre. Que te lo digo.
- ¡Mmm!
- ¡Y para que se la "pique" otro antes me la "pico" yo!
- ¿No te jode?
El rostro de la mujer que me atiende se ha demudado. El de uno seguramente...
¿Qué hacer?
11 de noviembre de 2011
De la inconsistencia de las etiquetas cuando hablamos de educación
Por fin lee uno en El País, que se distinguió durante años por su sectarismo pro-LOGSE y la falta de voces críticas para con el enanismo intelectual de la pedagogía dominante, un análisis que reconoce el dominio que sobre la política educativa de este país han tenido las rancias facultades de Pedagogía y los voceros.
Asimismo, el periódico recoge algo que muchos profesores de este país, concretamente los que están afiliados al sindicato en el que trabaja uno, saben desde hace años: las posturas respecto a la educación no son isomórficas con las tomas de posición políticas:
"Todos estos debates han ido calando en la sociedad en general, y en los padres, en particular, sedimentándose de maneras muy diversas que reflejan el verdadero problema político: cuando varias personas reclaman una buena educación para sus hijos pueden estar pidiendo cosas muy distintas. Se puede estar pidiendo esa vuelta al modelo tradicional, ya que el actual no tiene 'ningún nivel de exigencia'. O que la escuela transmita a sus hijos los valores y actitudes de buenos ciudadanos. O que, más que valores, permita una integración exitosa de sus hijos en la sociedad.
La primera es una 'posición patriarcal' y la segunda, 'clientelar', y la tercera, liberal, según los sociólogos del colectivo IOÉ expresan en su trabajo Posiciones y expectativas de las familias en relación al sistema educativo. El año pasado se sentaron a escuchar a varios grupos de padres y con los resultados, han llegado a esas etiquetas que no responden fácilmente a divisiones políticas. Hay una cuarta postura, la instituyente, que habla de formar a 'profesionales felices' en función de sus intereses, aunque no todos sepan 'hacer raíces cuadradas o redactar muy bien'”.
Con todo, el adjetivo "patriarcal" tiene unas connotaciones negativas que uno no puede aceptar así como así: creer en el modelo de educación pública ilustrado y europeo no es más "patriarcal" que optar por el modelo Summerhill. Por otro lado, se puede ser de izquierdas -como la mayor parte del electorado al cual representa nuestro sindicato- y creer en este modelo educativo, asociado tradicionalmente a las opciones conservadoras, mientras que se puede ser de derechas y creer en esa pedagogía aun llamada "progresista" que perpetúa las desigualdades e impide el ascenso social.10 de noviembre de 2011
Esther sobre Urdangarín
Anoche, durante la cena, uno manifestó su sorpresa ante el asunto que salpica al Duque de Palma (Iñaki Urdangarín) con el ánimo de iniciar un debate sobre responsabilidad y monarquía (o algo así). La controversia duró muy poco. Tras la primera pregunta retórica ("¿Qué necesidad tenía este hombre de desviar dinero o apropiárselo?"), Esther sentenció: "Donde seguro que no ha ido a parar ese dinero es a los niños de África". Se acabó la polémica antes de empezar.
9 de noviembre de 2011
Más sobre Guardiola y Mourinho
Cuando hace unos días uno se quejaba de sí mismo por preferir a la moralidad -o moralina- encarnada por un Guardiola al que admira, el teatro, la provocación o el mal gusto de Mourinho, se refería a algo parecido a lo que Manuel Vicent loa en El País de este sábado pasado en su artículo "El fútbol puede ser una moral":
"En la educación anglosajona las reglas del deporte, el fair play, se aplican luego a la vida, a la moral, a la política, a la sociedad, como forma de controlar el gen de la agresividad y del juego sucio. Pep Guardiola tiene un sentido anglosajón del fútbol como escuela de moral pública y de regeneración de los palcos de honor, donde suelen repantigarse una cuerda de mafiosos."
Bien, pues el fútbol "no debería ser una moral". Debe ser un juego y es un espectáculo. ¿Lo demás?... Poca formación filosófica y mucha astracanada. Uno se reafirma en lo que dijo.
7 de noviembre de 2011
Escribe Juan Ramón Mansilla
6 de noviembre de 2011
La historia se repite como farsa
Daniel Ortega se apresta a su tercer mandato como presidente de Nicaragua. He visto uno de sus discursos de campaña en el que las invocaciones a Dios se mezclan con alusiones al socialismo y la solidaridad.
Cuando uno tenía quince años asistió como telespectador a la revolución sandinista. Daniel Ortega fue para uno un ídolo, como el comandante Cero (Edén Pastora), Ernesto Cardenal, Tomás Borge o Bayardo Arce. Verlo ahora y ver en qué ha convertido el sandinismo (y en qué ha quedado la modélica revolución sandinista) le recuerda a uno la sentencia de Marx: "La historia se repite: la primera vez como tragedia, la segunda como farsa".
4 de noviembre de 2011
La capitulación de ETA, la incoherencia y la equidistancia
Asistimos estos días, a propósito de la capitulación de ETA, a un debate estéril que muestra el grado de descomposición intelectual e ideológica de los grupos sociales más inclinados a las acciones extremistas. Algo que, por otra parte, tampoco debería sorprendernos lo más mínimo.
Ahora, las víctimas piden una escenificación con "vencedores y vencidos" mientras que los acólitos de la organización demandan una paz "sin vencedores ni vencidos". Tiene su qué, no vamos a negarlo, que quienes rechazaban la existencia de una guerra en el Norte (la que uno conoció siempre como la "guerra del Norte", que era como la denominaban, por ejemplo, los guardias civiles o los policías que luchaban contra los etarras en aquellos años de plomo) ahora pidan una declaración y un armisticio que establezca unos vencedores y unos vencidos como si la guerra, ahora sí, una vez concluida, hubiera acontecido y quienes sostenían que existía semejante guerra ahora se desentiendan y no quieran ni oír hablar de algo consustancial a cualquier guerra: la existencia de unos vencedores y unos vencidos que habrían proclamado si los victoriosos hubieran sido ellos. Incoherencia delirante que hace que sea deseable, una vez más, como punto de vista, la equidistancia.
Y uno cree, tratando de mantenerse en esa inestable posición, que ha habido unos vencedores y unos vencidos: en esta guerra ha ganado el Estado español y ha perdido ETA. Y, sin embargo, cabe, en la victoria, ser magnánimos antes que mezquinos o vengativos y acercarse más a la conducta de los aliados tras 1945 que a la de los aliados tras 1918.
3 de noviembre de 2011
Serrat y la retoricidad general
Al uso, abuso -y confusión- del principio deconstruccionista de la "retoricidad general", que se convierte en manos de algunos en una "retoricidad absoluta", se le pueden oponer argumentos y gastar un tiempo que a veces no se tiene o, simplemente, constatar su vacuidad utilizando algún recurso rápido.
El miércoles 12 de octubre, en "La 2", se proyectó la película "Palabras de amor" protagonizada por Joan Manel Serrat. En un momento de la película, en un yate, una joven extranjera intenta seducir al joven Serrat. Éste, que no parece muy interesado en el asunto, trata de distraer a la chica preguntándole por las cintas y otros aditamentos que llevan algunos de sus compañeros presentes. Ésta le responde que se trata de símbolos contra la guerra de Vietnam. Es entonces cuando el sólido y sobrio Serrat, señala, con más razón que un santo: "Está el mundo para que le vayáis con símbolos".
Quod erat demonstrandum.
2 de noviembre de 2011
Contaminación mediática
Es de tal magnitud la polución que generan los medios de comunicación dominantes, y tal su toxicidad, que ante el gesto de Papandreu de convocar un referéndum en Grecia sobre el plan de "ajuste" -probablemente también populista y demagógico pero de indudable contenido democrático- uno no ha podido por menos de torcer el gesto en un acto reflejo. Hasta aquí llega su contaminación: a alterar la percepción que tenemos de la democracia y llegarla a considerar como una molestia...
¿El caldo está servido?...
31 de octubre de 2011
Testamento y señal
En cierto modo, todo cuaderno, como toda biblioteca, como las glicinas y las hiedras, tienen -o pueden tener- un carácter testamentario. Así al menos uno ve estas páginas virtuales que todavía es pronto para saber si se harán papel o no algún día.
Y en el carácter del testamento está el dejar señal, el señalar. Unas marcas indican "en adelante", señalan hacia el futuro, como cuando se establece lo que se deja en herencia para su cultivo, disfrute o mantenimiento. Pero otras señalan hacia el recuerdo, al pasado, para rescatar del olvido algo que pertenece a una pequeña comunidad (padres e hijos, hermanos...) y que se desea evitar que se pierda en la sima del tiempo.
De ese olvido uno quiere, hoy, rescatar lo que sucedió anteayer. Marc, por fin, jugó su primer partido de football flags (la modalidad infantil y sin contacto del american football). Era su gran momento y por eso quiero consignarlo: para que ninguno de los miembros de esta pequeña comunidad de la que uno forma parte lo olviden si no quieren. No tendrá en su vida, quizás, ninguna trascendencia pero en las horas que vivimos en estos tiempos sí la han tenido.
Saltó al campo de tierra de Barberà del Vallès, con el número 52 de los Búfals, sus flags y su protector bucal y uno pensó que se pasaría el partido en el banquillo. Sin embargo, a fuerza de la escasez de jugadores al principio, jugó de titular y, al final, permaneció por derecho propio: su equipo se jugó la última jugada del partido con él, en un pase al más pequeño del equipo que los contrarios interceptaron brillantemente para acabar de certificar su victoria. Pero antes, se ganó el respeto de sus compañeros y entrenadores realizando tres intercepciones (de las cuatro que realizaron los Búfals) y otras tres recepciones (una de ellas de larga distancia). Sorpresa de todos, alegría inconmensurable de Marc e incluso de uno. En su primer partido estuvo excelente. Ya vendrán otros en los que pasará desapercibido o fracasará. La vida, parece, es probablemente así. Pero de momento cabe dejar constancia, por si algún día no recordamos exactamente qué pasó un 29 de octubre de 2011: por si ya no lo hemos olvidado o sólo retenemos algún detalle.
Va por ti, Marc.
30 de octubre de 2011
En torno a Miłosz (y V)
Con todo, uno le debe a Miłosz una compañía espectral agradable más que colosal. Que también.
Y momentos inolvidables como el final de "Confesión" ("Un festín de efímeras esperanzas, una reunión de vanidosos, / Un torneo de jorobados, literatura") o la bella, aunque sea cristiana, obstinación en la esperanza de una vida ulterior que compense el sufrimiento en "Por nuestras tierras" ("¿Y si todos ellos, arrodillándose y juntando las manos, / millones de ellos, mil millones, acabasen donde su ilusión? / No lo aceptaré nunca. Les daré una corona. / La mente humana es espléndida, los labios, poderosos, / y la llamada es tan grande quie tiene que abrirse al paraíso").
Le debe uno más de lo que, injustamente, le ha criticado. Y se lo debe porque esperaba hacía tantos años tanto de él que se ha quedado con la miel en los labios. No es culpa, faltaría más, del gran poeta polaco, sino de uno.
29 de octubre de 2011
El "Fausto" de Gounod en versión "de bolsillo"
Una de las últimas representaciones, sino la última, de Fausto (Fragmentos en versión concierto) de Gounod con la que el Liceu abre la temporada de ópera para los abonos "populares" (es decir, el de uno).
Leo que uno de las justificaciones de este montaje "lite" es la política de austeridad a la cual también parece que el Liceo desea apuntarse: podría decirse que las clases altas quieren dar ejemplo... Pero menos... La austeridad y los recortes no van parejos a una disminución "ejemplar" del precio del abono y es que eso es lo que tiene la austeridad vista por la derecha política: pague lo mismo y tenga menos y de menor calidad...
Como justificación, en cualquier caso, es patética y su carácter ejemplarizante ridículo. Es como si la baronesa Thyssen decidiera exponer sólo el 20% de su colección durante este año cobrando, eso sí, el mismo precio por la entrada... Pero es lo que tienen los ricos... que la mayoría nos toman por tontos.
Respecto a la representación, y prescindiendo de la faringitis en proceso de recuperación que padecía el Fausto y de la que se resintió el espectáculo, la ópera de Gounod, con ese gusto tan propio de la tradición francesa por la proliferación de timbres y la "ligereza" dramática y musical, por la falta de recargamiento (o densidad) de la tradición más alemana, no sufre una merma atroz musicalmente hablando. Al menos según Esther que es quien, verdaderamente, sabe. Evidentemente, la reducción teatral y escénica cuartean la función pero, a cambio, uno puede disfrutar con la observación de la orquesta y su tremendo trabajo de coordinación así como con la percepción cuidada de los matices de la partitura musical, de su complejidad, que quedan a menudo oscurecidos en la función normal, cuando el foso es el lugar donde se cobijan, y darse con un canto en los dientes porque podría haber sido aun peor...
28 de octubre de 2011
En torno a Miłosz (IV)
d) y, finalmente el filosófico: de poetas filósofos están las enciclopedias y las antologías llenas. Ahora bien, una cosa es practicar la reflexión filosófica en verso (y aparte de Parménides nadie lo ha hecho con una cierta decencia) y otra trufar de autores, pálidas reflexiones o sofismas unos poemas. Miłosz, se teme uno, pertenece a esta segunda clase. Y pasa lo que pasa. Si se pretende dar lecciones morales y categorizar hay que ir con cuidado y, o bien, someter la forma a la exigencia rigurosa de la reflexión o tomarse las cosas con calma y moralizar menos.
Afirmar, por ejemplo (en "En Szetejnie") que "Tan sólo se sabe que hay el pecado y el castigo, digan lo que digan los filósofos" se aviene mal con ese supuesto temperamento filosófico. Bien, puede ser una concesión retórica, poética, pero resulta un poco incongruente con el espíritu filosófico (si es que existe tal espíritu). ¿No se puede medir con criterios filosóficos a un poeta? Pues depende. ¿Y si realiza afirmaciones marcadamente filosóficas?
Entendámonos. Se puede decir, como en la "Conferencia IV" de Crónicas que "El auténtico enemigo del hombre es la generalización", además en un bellísimo poema, -tal vez filosóficamente el mejor- en el que se contrapone la finita singularidad de una pequeña bibliotecaria que murió al derrumbarse un edificio y que agonizó durante días con la magnitud de la Historia y, especialmente, de la Historia concebida, al modo marxista, como ley y necesidad.
Lo que resulta filosóficamente rechazable -que no poéticamente pero una parte del prestigio de la poesía de Miłosz recae en su contenido filosófico- es afirmar esto e incurrir constantemente en generalizaciones groseras por muy poéticas que sean como las que realiza sobre la naturaleza de la poesía en "¿Ars poética?". Se argüirá en su descargo que estos dos textos pertenecen a épocas distintas, a contextos históricos, estéticos y estilísticos diferentes y que no se pueden contraponer tan bastamente. Se argüirá y se tendrá toda la razón. Pero tampoco ésta le faltará a quien juzgue la talla filosófica de un poeta con criterios filosóficos a no ser que empecemos con la jerga heideggeriana y acabemos mezclando poesía y filosofía: mas es que si así fuera, si fueran indistinguibles, peor aun para el pobre Miłosz y mejor para Hegel...
27 de octubre de 2011
Acuse de recibo: Gsús Bonilla y Juan Ramón Mansilla
Por partida doble. Vía electrónica Gsús Bonilla me envía su nuevo manuscrito para que le eche un vistazo "si puedes y quieres". ¡Cómo no voy a querer! Poder ya es otro cantar pero alternaré las sorprendentes Pagèsiques de Perejaume -el primer libro de poesía en catalán que leo en años, ¡qué ignorancia!- con su texto y con otro que me llega por correo ordinario: el nuevo poemario de Juan Ramón Mansilla, Una habitación en rojo, publicado por El Toro de Barro, que parece estará a la altura del sorpendente Fugaz, su anterior trabajo.
Gracias a ambos por devolverle a uno a la República de las Letras nuevamente.
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