10 de octubre de 2011

Acuse de recibo: Marian Raméntol y Ana Pérez Cañamares


Por correo ordinario me llega el libro Con mi nombre olvidado sobre la cama, de Marian Raméntol, XVIII Premio Nacional de Poesía "Acordes". Un poemario concebido íntegramente como un homenaje a Luis Rosales que tiene muy buena pinta.

Por correo electrónico, Ana Pérez Cañamares, por si a uno le interesa, envía la octavilla propagandística del movimiento 15M y su convocatoria para el 15 de Octubre en Cibeles-Sol. Lejos de maximalismos propios de los profesionales de la revolución, los lemas y las proclamas son tan racionales y moderados, tan pragmáticos, tan reformistas, tan de sentido común, que hasta sorprenden. Anoto una que a mi buen amigo Jordi Alsina, que discutió hace poco mis argumentaciones sobre la preferencia práctica de las reformas a las ingenierías sociales utópicas, seguro le pondrá en guardia -como a uno, dicho sea de paso le ha puesto en el primer momento. Afortunadamente, el sistema nervioso que guarda esa memoria corporal, esa memoria ROM, y que reacciona de mala manera al oír la palabra "empresarial", se encuentra suficientemente domesticado por la racionalidad como para acabar cediendo y no insistir más de la cuenta en según qué momentos:

"Exigimos la aplicación de políticas que fomenten las actividades empresariales creadoras de empleo, de oportunidades para todas las personas, respetuosas con el medio ambiente y con l@s ciudadan@s de todo el mundo".

Uno cambiaría el "exigimos" y se ahorraría las @ pero bueno, son detalles triviales, estéticos. Ganas de sacar punta. Vicio. Si estuviera en Madrid allí estaría.