Para ser justos con Argullol quizás el problema de su libro recaiga en su ambición. Argullol aspira a decir "cosas importantes", a hablar sobre asuntos máximamente universales y la empresa, como nos pasa a muchos de nosotros, excede sus fuerzas.
Por contra, Pla no es sólo que escriba maravillosamente bien. La prosa de Pla es musical, magnífica, rica... casi espectacular en algunos pasajes. Ello no desmerece la de Argullol, que es más que correcta. Pero la mezcla entre su extraordinaria prosa y la aparente modestia de sus objetivos le permiten alcanzar una armonía entre forma y contenido que pone más de manifiesto la fallida desmesura del propósito de Argullol.
Un par de ejemplos bastan:
"Todo este tiempo, toda mi vida: él hubiera podido ser yo y yo, él. El rótulo de 'Barcelona' era el mismo, y bajo el efecto del calor nadie podía discernir cuál era la población original y cuál la copia. Per ¿había copia? ¿No imitaba mi Barcelona a aquella otra Barcelona que abría el camino del sertâo? ¿No imitaba yo a este hombre que, en realidad era el original?" (
Visión desde el fondo del mar, p105)
"Al meu entendre, la forma més concreta i agradable de la independència és poder viure sense necessitat d'escoltar ningú" (
El Quadern gris, p36)
"En mi opinión, la forma más concreta y agradable de la independencia es poder vivir sin necesidad de escuchar a nadie" (trad. propia).