La tesis de Sapir-Whorf es una tesis sugerente pero exagerada si no se toma con precaución.
Primer matiz: es discutible que pueda hablarse de una cosmovisión u ontología que cada lengua transporte y que sea común a todos los hablantes de esa comunidad. Por ejemplo, obvia las profundas diferencias entre visiones del mundo (por ejemplo la nazi y la comunista) expresadas en un mismo idioma, en este caso el alemán.
Segundo matiz: da por supuesto que toda lenguaje es, así, un entramado coherente de conceptos y términos que se hilan para dar a cada hablante de la lengua la misma realidad. El problema es que ningún diccionario prueba la existencia de ese todo coherente y singular. Precisamente si algo muestran las lenguas es su resistencia a la formalización lógica, a la coherencia. De ahí las dificultades de los traductores automáticos.
Tercer matiz: aun aceptando que las observaciones anteriores no invalidaran la tesis, como mínimo habría que conceder que las lenguas que provienen de un mismo tronco común (¿latín, indoeuropeo?) transportan esa misma realidad para todos los hablantes (hombres o mujeres) de una misma comunidad y, por tanto, las "ontologías regionales" sexistas tendrían una raíz común "no sexista". Es decir, el relativismo de la tesis Sapir-Whorf que apoyaría en el mayor nivel teórico el sexismo en el lenguaje en realidad puede convertirse en el fundamento "no sexista" de la lengua y la visión del mundo compartida de una determinada comunidad (aborígenes australianos, nambikwhara, chinos, alemanes, catalanes, españoles...)
Finalmente, la aserción de Lewis Carroll de que "las palabras tienen amo" puede ser pertinente en determinados momentos pero no puede extenderse a todo el idioma: ¿los determinantes que apoyan la perspectiva de género tienen "amo"? ¿Y los relativos? ¿Y las conjunciones? Carroll tiene en mente, presumiblemente, los conceptos. Mas estos son sólo una pequeña parte de los términos que componen una lengua. E incluso estos pueden cambiar de amo, como cambia el poder de manos, e incluso puede llegar a ser compartido por una comunidad tan amplia que incluya tantos seres humanos que el concepto "amo" pierda sentido. El concepto "amor", por ejemplo.