Algunos amigos sostienen que mi juicio acerca de la deriva provinciana que se está viviendo en la cultura media de este país es demasiado severo. Sostienen que la deriva no es tal, que el panorama cultural de Catalunya sigue abierto al mundo y que, simplemente, los excesos nacionalistas fermentan en el ánimo poco temperado de un feroz antinacionalista como el que escribe un sesgo que desvía o malinterpreta los acontecimientos.
Puede. Mi aversión al nacionalismo es acendrada y no disimula ni encubre una pasión nacional española. Del nacionalismo hispánico y su versión más extrema, el casticismo, ya se ocuparon en su momento desde Larra a Unamuno así que no insistiré. Del catalán ya habló Pla y tampoco diré nada. Tan sólo me limitaré a aportar un dato para la reflexión.
El sábado 25 hubo un multitudinario concierto, con ocasión de las fiestas de La Mercé, en el que intervenían tres grupos: Amics de les Arts (catalanes), Ok & Go (USA) y Belle and Sebastian. Uno asistió al de estos últimos, espléndido, y mi hija vio los tres. Según su testimonio al de estos últimos asistió casi el doble de gente (en términos coloquiales) que al de los primeros, lógico si comparamos la trayectoria y el prestigio de ambos conjuntos. Pues bien, en el Telenotícies se les dedican más de tres minutos a la actuación del joven conjunto catalán y poco más de viente segundos a Belle and Sebastian. ¿Promoción de lo autóctono y discriminación positiva? Seguramente ¿pero no se puede atisbar aquí una peligrosa deriva provinciana como mínimo mediática?