10 de septiembre de 2010

10 de septiembre de 2010: periplos editoriales


En general, en el mundo editorial, y salvo honrosas excepciones que no acostumbran a incluir editoriales de poesía que no estén en sus comienzos, la posibilidad de publicación tiene que ver ante todo con el capital simbólico -el prestigo, la fama, el reconocimiento, las redes de amistades y contactos que se hagan eco del nuevo libro y la capacidad de obtener subvenciones o ayudas
que palien un fracaso de ventas. En poesía, el margen de beneficio es pequeño, el riesgo más grande y o se publica bajo la estela de un premio que actúe como reclamo o bajo la premisa de que el autor es conocido, de culto o posee una buena red de contactos entre los que se intercambian favores actuales por favores futuros o se recuerdan favores pasados.

Como José Naveiras y un servidor gozan de escaso capital simbólico, la tarea de publicar Bajo la lluvia, el libro de poesía y fotografía en el que trabajamos más de un año, se convierte en un viaje inacabable y desalentador porque, es evidente, que no es la calidad de la obra -sabe mal decirlo pero nadie la ha negado nunca ni cuando hace años la envié en su primera versión a un par de grandes editoriales de poesía con cuyos directores mantenía un cierto contacto epistolar- el elemento que decide sino su viabilidad económica. El otro día José se hacía eco, con un cierto desánimo, de este peregrinar: el camino de quienes no podemos garantizar unas ventas mínimas porque no poseemos la suficiente fama ni tampoco tenemos a nuestra disposición una estructura de contactos firme con los cuales entrar en el juego del favor o de la pura gratuidad, por amistad.

Decía José:

"Siguiente paso, mover el libro por el océano editorial patrio y en algunos casos, más allá de los mares. No lo hemos intentado en Europa. Las respuestas de las editoriales, lamentablemente han sido las típicas:

a- No se adecúa a nuestra línea editorial.

b- Les paso un presupuesto para proceder a la autoedición de la obra.

c- Les paso presupuesto para proceder a la coedición de la obra.

d- El libro es excepcional, pero al llevar fotografías se encarece mucho y no podemos involucrarnos en la publicación del mismo.

e- El libro es excepcional, pero al llevar poesías se aleja de nuestra línea editorial y no podemos involucrarnos en la publicación del mismo (es una mezcla de la a y la d, lo sé, pero es absolutamente cierto).

f- actualmente tenemos cubierta nuestra estrategia de publicaciones hasta 2015.

Creo que me dejo alguna respuesta más por ahí, pero como ejemplo valga. Bueno, el caso es que seguimos intentándolo, seguimos moviendo un libro en el que creemos y que mucho me temo que, pese a su potencial comercial, tendremos que autoeditarnos, eso sí, sin editoriales de por medio, esto es, nosotros mismos con dos cojones."

En fin...