Hoy Marc cumple diez años. Sus aniversarios son, para todos nosotros, todavía días cargados de alegría, detalles y atenciones y, por supuesto, regalos. Este año una camiseta de Tom Brady, el
quarterback de los Patriots, que le va tan justa que no sabemos si se la podrá ni poner. Inconvenientes de comprar por Internet y desconocer la diferencia entre las tallas norteamericanas y las europeas.
Dentro de pocos años desaparecerán estas conmemoraciones para reaparecer en la edad adulta primero con la satisfacción del reencuentro y más adelante con la emergencia de una melancolía que irá cubriéndolas hasta convertirlas en pequeñas despedidas. Por fortuna, cuando eso ocurra con tus aniversarios, Marc, ya no estaré aquí para lamentarlo.