7 de noviembre de 2012

Y llegaron los así llamados "intelectuales"


No podían faltar. En medio del ruido provocado por nacionalistas de uno y otro bando, que está llegando al griterío chulesco arrabalero, faltaban para algunos, no es el caso de uno que estaba muy contento sin escuchar sus habituales "llamamientos", la intervención pública y comprometida de los así llamados "intelectuales". Y tuvieron que abrir el pico para hacer lo de siempre: simplificar, adular y figurar.

Respecto al lamentable manifiesto de los llamados "federalistas" (Dios nos pille confesados) seguramente más saludable que leerlo sea atender a la crítica sobria y elegante que realiza Vicenç Navarro. Una muestra: "En esta carta hay un intento de conciliación, indicando que debe respetarse cualquier decisión que la población de Catalunya pueda tomar en el caso de que se le permita. Ahora bien, el tono condescendiente y el argumentario que utiliza, además de ser ofensivo, traduce una falta de comprensión de lo que ocurre en Catalunya. Es sorprendente, por ejemplo, que a estas alturas y en este momento, todavía se desmerezcan las protestas existentes de Catalunya, refiriéndose a ellas como parte del victimismo de lo que la carta llama el “nacionalismo exacerbado catalán”. Y, por si ello no fuera poco, niega también que España haya perpetrado agresión alguna contra Catalunya, o que Catalunya tenga razones para estar deseosa de distanciarse de esta España.
La carta, sin embargo, parece contradecirse, pues estas acusaciones de injustificado agravio y victimismo expresado por el supuesto nacionalismo exacerbado catalán se hacen a la vez que se pide, en la misma carta, al Estado que se busque un mejor encaje de Catalunya con España, una financiación más justa, y de una federalización del deteriorado Estado de las autonomías. Si los autores de tal carta consideran que no se ha hecho nada injusto a Catalunya, ¿por qué entonces piden estos cambios? Uno esperaría que la petición de que se realizaran tales cambios estuviera basada en la identificación de varias injusticias existentes y que tales cambios ayudarían a resolverlas. ¿Por qué, entonces, continúan insistiendo en la acusación de “victimismo? ¿No entienden que con esta continua acusación, típica del nacionalismo españolista, está contribuyendo al creciente enfado existente en Catalunya?".

Más sobria aun es la que Jordi Ramírez realiza al servil manifiesto de intelectuales de izquierda en apoyo de Mas y su proyecto (Dios nos siga pillando confesados): "Mentrestant per orientar el poble català en aquesta hora difícil es publica un manifest dels intel·lectuals d’esquerres, on evidentment la major part dels seus signants ni són intel·lectuals, ni són d’esquerres. I així anem fent" ("Mientras tanto, para orientar al pueblo catalán en esta hora difícil se publica un manifiesto de los intelectuales de izquierdas donde, evidentmente, la mayor parte de sus firmantes ni son intelectuales ni son de izquierdas. Y así vamos haciendo").

En fin... Que no se podían estar callados... Con lo bien que estaban...