Uno recomendaría, entre sus lecturas de esta semana:
"
Tratado de Parasitología Educativa. Innovación (I)" de Alberto Royo:
"
Podríamos
clasificar al innovador como un microparásito. No en vano, el
microparásito se suele reproducir dentro de las propias células del
organismo al que ataca, interfiriendo en su metabolismo. De ahí que
todos conozcamos profesores manifiestamente parasitados por estos
peligrosos agentes. El innovador tiene una enorme facilidad para
encontrar el huésped adecuado, habitualmente docentes un tanto apocados
que no soportan la presión del pedagogo de turno y terminan
desarrollando el "Síndrome del Profesor Trasnochado" (S.P.T.). Es
entonces cuando, aprovechando las bajas defensas del profesor, el
parásito innovador se lanza al ataque y daña, en algunos casos de forma
irreparable, su sentido común..."