En cierto modo, dialécticas aparte, el fundamento del holismo y del pensamiento de la totalidad, del "todo está relacionado con todo", por decirlo groseramente, es la imposibilidad de pensar la diferencia absoluta: la imposibilidad de pensarla sin relación con la identidad, de pensarla respecto a ella, con ella, en contacto con ella tal y como lo enunciara Hegel:
Esta
diferencia es la diferencia en sí y por sí, la diferencia
absoluta, la diferencia de la esencia. -Es la
diferencia en sí y por sí y no una diferencia por medio de algo
extrínseco, sino tal que se refiere a sí; por consiguiente
es diferencia simple. -Es esencial entender la absoluta diferencia
como simple... La diferencia en sí es la diferencia que se
refiere a sí; de ese modo es la negatividad de sí misma... Pero lo
diferente de la diferencia es la identidad. Es por lo tanto ella
misma (esto es, la diferencia) y la identidad. Ambas juntas
constituyen la diferencia ésta es el todo y su momento. -Se puede
decir también que la diferencia, como simple, no es diferencia; lo
es sólo en relación con la identidad; pero más bien contiene, como
diferencia, igualmente la identidad y esta relación misma. -La
diferencia es el todo y su propio momento, así la identidad
es igualmente su todo y su momento." (sn) (Ciencia de la Lógica, trad. de Rodolfo Mondolfo, vol. II, p44).
Esta imposibilidad lingüística ha presidido la reflexión sobre la relación que ya apuntara Platón en el Parménides a propósito de cómo podía ser conocida la "idea" si era absoluta, pues si entrara en relación al ser conocida perdería su carácter de absoluta. El aparente cul-de-sac denunciado por Platón puede resolverse si se considera que lo que está haciendo el griego, como luego hará Hegel al vincular la "diferencia" a la "identidad" y establecer la imposibilidad de pensarla en su pureza absoluta, es trasladar el modelo de la relación lingüística a la relación ontológica: mezclar ambos dominios o, mejor, prolongar los parámetros de la primera a la segunda. Que la mediación lingüística sea imborrable no significa que sea, ella misma, absoluta hasta el punto que no exista nada que no sea mediado lingüísticamente, por ejemplo, o nada cuyas características no obedezcan a las del concepto mediante el cual es "creado", "producido" o "construido". Que todos los términos puedan ser puestos en relación de alguna manera y que todos, incluidos los sincategoremáticos, puedan afectar o verse afectados por el juego con otras palabras no significa que "las cosas" se rijan por el mismo principio aunque no podamos acceder a pensarlas sino sea bajo este modelo lingüísticoTodas las palabras pueden estar relacionadas con todas y modificarse en esa relación mas esta característica del lenguaje no tiene porqué ser una propiedad de los objetos ni pese a que todo acceso a estos se realice a través de él: las palabras no son las cosas.