Muy pocos le incluían entre los "papables" y los entusiastas progresistas que quieren convertir a la Iglesia Católica en un brazo espiritual de esa revolución siempre pendiente, pronosticaban, sin entender nada de lo que había hecho Ratzinger, que sería elegido un cardenal reaccionario en sintonía con su antecesor puesto que una parte considerable de los electores habían sido nombrados por éste y su larga sombra seguiría pesando. Mas, por mucho que se empeñen, Ratzinger no es Wojtyla y su sombra se quedó adherida a su cuerpo. Prácticamente ni uno acertó: un sudamericano y jesuita, además, conservador en doctrina y "progresista" (por decirlo de alguna manera) en lo pastoral. Especialmente lamentable fueron los analisis de algunos afmados teólogos mediáticos nacionales que no dieron pie con bola en sus vaticinios.
Es probable que la la cosa no cambie mucho probablemente pero uno se pregunta ¿tiene algún sentido que cambie? ¿Por qué ese empeño en "actualizarla"? ¿No es más fácil apostatar? Para abjurar de la Iglesia Católica sólo hay que cumplir unos pocos trámites y ya está... No es tan difícil... Es como "actualizar" el marxismo... Ufff!!!
P.S: Por lo que uno sabe
en el Opus Dei y otros sectores conservadores de la Iglesia no ha sentado demasiado bien la elección de Bergoglio: "
Finalmente
y a modo de anécdota, me consta que en colegios de Fomento y similares, la
administración dejó en la mesa de los profesores una botella de cava en la
comida del miércoles pasado, supuestamente para celebrar la elección del nuevo
Santo Padre. También me consta que en algunos centros se optó por dejar la
botella intacta".