... convendría ser prudentes y recordar que el compromiso con "lo político" no debería ser confundido con el compromiso con "la política" y, menos aún, con "una política". No hay luz sin sombra y si sólo vemos una luz absoluta no distinguimos, en realidad, nada, de la misma forma que en la sombra absoluta nada se aparece. Quizás sea preferible quedarse con el respeto hacia la persona y la compasión hacia su sufrimiento, sentimientos que podrían ser extensibles a la inmensa mayoría de nuestros semejantes. Respecto a lo demás, cuidado con las luces tanto como con las sombras.