14 de mayo de 2010

14 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón"? (V)





Sokal se proclama firme partidario de lo que podría llamarse "izquierdismo político" y se manifiesta aterrado por la asociación que la izquierda política está cultivando con el relativismo postmoderno. Y no es el único. El estudioso de la ciencia Alan Chalmers, al que cita Sokal, expresa este miedo que compartimos muchos:

"No soy el único que ve con consternación y alarma las tendencias sociales del mundo contemporáneo. El abismo que separa a los ricos de los pobres y a los países desarrollados de los subdesarrollados se ensancha, el medio ambiente es destruido y se cierne sobre el mundo la amenaza de la aniquilación. Los problemas sociales y políoticos a que nos enfrentamos son urgentes y vitales. No creo que se favorezca esta causa con concepciones que ven la ciencia como una conspiración capitalista masculina o como algo que no es posible distinguir de la magia negra o el vudú" (Science and Its Fabrication, p125).

El propio Sokal, en la más ortodoxa tradición marxiana, señala que el "radicalismo político quiere decir cantar la verdad al poder. Frente a las mistificaciones fomentadas por las élites económicas y políticas, hemos de ofrecer a nuestros conciudadanos una explicación coherente y convincente de cómo funciona realmente la sociedad en que vivimos; hemos de criticar esa sociedad sobre la base de un conjunto coherente de valores éticos; y finalmente, hemos de formular propuestas coherentes para cambiar esa sociedad a fin de hacerla más acorde con nuestros valores éticos" (Más allá de las imposturas intelectuales, trad. de Miguel Candel, p152).

Y, de acuerdo con estas máximas rectoras de su actuación ética y política, afirma "...nada se gana negando la existencia de conocimientos científicos objetivos; éstos existen, nos guste o no. El progresismo político debe procurar que esos conocimientos se distribuyan lo más democráticamente posible y se dediquen a fines socialmente últiles. Lo cierto es que la crítica epistemológica radical socava fatalmente la necesaria crítica política eliminando su fundamento fáctico. Después de todo, la única razón por la que las armas nucleares son un peligro para todo el mundo es que las teorías de física nuclear en las que se basa su construcción son, al menos con un alto grado de aproximación, objetivamente verdaderas" (p217).