4 de noviembre de 2015

Bienvenidos sean los comentarios


Cuando este Blog se puso en marcha, Esteban Gutiérrez, "Baco", preguntó extrañado porqué no se permitían los comentarios: ésa era, a su entender, el interés de estos cuadernos del ciberespacio, la interacción con los lectores. No le faltaba cierta parte de razón pero uno no fue capaz de decidirse a dar ese paso hasta cierto punto lógico. En realidad, la idea inicial era abrir el "taller" de la escritura y la reflexión que rodeaban a la actividad poética para mostrar las condiciones de emergencia (Nietzsche) intertextuales del texto literario: dar cabida a todo lo que constituía el caldo de cultivo de los poemas, mostrar lo que se quedaba fuera y lo que uno creía, subjetivamente, que entraba pero que otros no veían y, probablemente, siguen sin verlo.

El caso es que ese propósito inicial fue desviándose desde hace un par de años tanto por la fuerza de los imperativos del entorno socio-histórico como por la sequía en lo que hace a la escritura poética se refiere y por un cierto "retorno de lo reprimido": la vuelta a primer plano de viejas preocupaciones filosóficas y políticas (por supuesto también éticas) cuyas soluciones provisionales se han ido revelando, con el paso del tiempo, ineficaces. El auge del irracionalismo, de las políticas y éticas emotivistas, la fuerza corrosiva del relativismo burdo y simplón, las nuevas formas de totalitarismo, la pervivencia robusta del mito y la religión, la evolución del capitalismo y sus alternativas... ocupan ahora el eje del tiempo libre de uno - y a veces del ocupado - y reclaman más el diálogo, la confrontación crítica y la puesta a prueba de argumentos que un trabajo literario que todavía permanece del lado, ideal, de la voluntad de máxima autonomía.

Bueno pues por eso, y por algunos otros motivos menos confesables, desde ahora en este Blog son bienvenidos los comentarios.

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