4 de noviembre de 2013

Un poema de "Las vidas de las imágenes"



"LA LISTA DE SCHINDLER


Aunque ya hace unos minutos
que han abandonado la habitación,
en las paredes, las mesas
e incluso alrededor de la lámpara
todavía puede rastrearse el eco de las palabras de Ytzhak:
“Esta lista es el Bien Absoluto.
Más allá de sus márgenes se abre el abismo".

Desde los abismos mudos
del océano del horror
han ascendido, fugaces,
los signos que instituyen el bien.
Un islote ha emergido
del fluido originario
donde todo parece yacer
a merced de las corrientes
y sus incomprensibles rutas.
Apenas un peñasco
rodeado por las aguas y
batido por sus olas.

El bien ha advenido por medio del signo.
Sin esa marca, la violencia callada que estremece
lo envolvería todo.
Pero el signo, Ytzhak, es quebradizo,
cristal bohemio.
De ahí que sigas con la mirada inquieta,
aterrado ante el riesgo de su destrucción,
la lista que Herr Schindler guarda en la cartera.
Rezas para que no pierda la protección
del cuero hasta que salga de su lecho
para cumplir su cometido.

Es difícil decirte esto cuando se siente tu angustia.
Ojalá fuera posible callarse porque todo se hubiera dicho.

Pero Yitzhak,
esas letras apretadas,
sin otro atributo que la tinta de la máquina,
no son el bien absoluto.
Esos signos han dividido.
Al abrir han cerrado.
Al incluir han excluido.
Al hacer posible han imposibilitado.

Por todo lo que han dejado fuera son, también, el mal absoluto.

Si te acuerdas de los Feigenbaum,
que llegaron a ser inscritos,
después acuérdate de los que no pudieron
dejar su huella en los folios y lo entenderás.

Son el bien, sí,
pero un bien enturbiado
por la sombra del horror.

No olvides, Ytzhak, que
cuando alguien condena a un hombre
condena al mundo."