Parece progresar hasta su
consunción esta enfermedad de la luz que es el otoño y hay días en que alrededor parecen
multiplicarse signos de final de los tiempos. Como si no hubieran finalizado
ya muchas otras veces.
Será que la decadencia de la luz contagia al
entendimiento o que de su debilidad extrae su vigor esa estupidez tan dominante que uno empieza a pensar que es más consustancial a la especie
humana de lo que siempre había creído: francamente, cabe dudar que el estado de
postración crítica sea único en la historia o fruto, exclusivamente, del
refinamiento de las técnicas de dominación del capitalismo y no una inclinación del
homo sapiens sapiens que en su existencia "histórica" se ha agudizado.