En el recuerdo, Mikel, tantas noches de zuritos y chistorras, tantas cenas, los habanos traídos de Cuba, los chuletones, las madrugadas de Patxaran... Lo pasamos bien aquellos años... ¡Disfrutamos tanto de la buena comida, el vino y la espontaneidad del estar juntos! Hoy brindaremos por ti.
13 de abril de 2024
4 de abril de 2024
Violencia y estado
Ante las últimas páginas del primer volumen de las memorias de Negri, resulta difícil evitar una cierta incomodidad cuando la lectura se detiene en la relación entre la práctica violenta de la Autonomía obrera y la lucha armada de las Brigadas Rojas. Negri es claro en su rechazo a la línea de estas últimas, pero no deja de reconocer las vecindades y cercanías.
"Si las BR no hubieran supuesto un profundo impedimento a la expansión del proyecto armado, tal vez las cosas se hubieran desarrollado de otra manera: su cinismo político, su fabriquismo, la verticalidad de su trabajo, representaban lo contrario de la figura rizomática de la acción armada de la Autonomia. La estrategia de poder que la Autonomia indicaba era la de la desestructuración subversiva a partir de la desestabilización económica y organizativa que el capital padecía en sus propias crisis de desarrollo: desestabilizar para desestructurar. El enfrentamiento con las BR fue durísimo en este terreno. En esos años me vi dos o tres veces con Curcio ya en la clandestinidad. En una primera fase la discusión fue abierta y serena —parecía que las Brigadas estaban armándose para entrar en un cuadro rizomático de lucha— (sn). En cambio, las discusiones fueron más duras cuando las Brigadas optaron por un camino que combinaba las acciones ejemplares del «golpea y huye» con una vocación hegemónica que las llevaba, como vanguardia autoproclamada, a enfrentarse con el Estado como en un duelo a la manera antigua, para golpearle en el «corazón». La ruptura definitiva se produjo después de la muerte de dos missini en Padua, es decir, después de que el homicidio —un accidente en el camino— fuera asumido por primera vez por las BR como elemento de estrategia. Recuerdo perfectamente que en esa reunión, en un pueblito junto al lago de Como, pedí con vehemencia que no se hiciera del homicidio de Padua un ejemplo a seguir: nunca habíamos dado muerte, y el propósito de matar, en aquella situación en las que se insinuaba la guerra civil, había que dejárselo al Estado —no era posible convertirlo en una prescripción de nuestra lucha—."
La desazón que uno siente al leer párrafos como este es lógica. Nada que objetar al rechazo ante la "ligereza ética" con la que Negri planteaba el asunto de la violencia tal y como lo releo ahora, en la segunda década del siglo XXI.
Pero tras esta crítica se adivina una trampa. No deja de ser curioso, y sospechoso, cómo ha funcionado la recepción de la narrativa mediática acerca de "los años de plomo" italianos y el papel de Negri y el movimiento de "Autonomía obrera" en España. Del infame "teorema Calogero", la justificación judicial de la represión de la extrema izquierda italiana amparada en la consideración de que las Brigadas Rojas eran dirigidas por la Autonomía y su jefe máximo Antonio Negri, casi nadie se acuerda. De que fue desmontado y abandonado ante la dificultad de poder probarlo mientras se mantenía en prisión preventiva a cientos de personas, apenas hay menciones. Y sin embargo, ha dejado huella. Los "años de plomo" son un "totum revolutum" en el que no hay apenas diferencia entre los atentados de las Brigadas Rojas y la violencia difusa de los autónomos. En cierto modo es comprensible y razonable. Lo que no lo es tanto es que de este rastro hayan desaparecido otros elementos de la que también se llamó la "estrategia de la tensión".
Apenas hay marcas de la extrema violencia policial, de los atentados indiscriminados de los grupos fascistas en colusión con los servicios de información estatales que buena parte de la prensa y del poder político atribuyeron, a fin de criminalizarla, a la izquierda extraparlamentaria, de las medidas de excepción y la supresión de derechos y garantías democráticas... Como si el papel del estado italiano y los grupos dominantes hubiera sido meramente defensivo y siempre pulcro y respetuoso con la ley.
Tiene uno la impresión de que en ocasiones la crítica del militarismo y la violencia que ha dominado buena parte del discurso insurreccional de la izquierda radical olvida que también muchos "estados democráticos de derecho" se han servido de "cloacas" armadas o han manipulado la ley, cuando no la han ignorado, a fin de mantener el statu quo o sofocar las protestas contra la explotación y la opresión.
Que el estado tenga el monopolio de la violencia no significa que siempre sea en todo caso "legítimo".
22 de marzo de 2024
Negri en el recuerdo
12 de diciembre de 2021
Sobre educación: una presentación y una breve entrevista
El pasado 16 de noviembre uno tuvo el placer de presentar El fin de la educación de mi compañero Xavier Massó, en el marco del Festival "Barcelona Pensa". Al día siguiente, en la web de la Fundación Episteme se publicó esta breve entrevista: "Las 5 W de la educación".
10 de diciembre de 2021
Algunas notas de actualidad comentadas en redes (I)
Una serie de comentarios a noticias y algún enlace de interés subidos apresuradamente a una red social y que ahora dejo por aquí.
Sobre un programa televisivo:
Acerca de las incoherencias del nuevo progresismo ecológico: "¿Cuánto contamina ver una serie en Netflix o una reunión en Zoom?":
Eso sí, los hay que reciclan constantemente y compostan y no comen carne, pero están todo el día conectados a las redes sociales y devoran HBO y Netflix como si lo digital no contribuyera a la contaminación global. Curiosas incoherencias. Tampoco sería nada extraño si luego no los viéramos pontificar sobre el tema constantemente...
Una nota sobre Irene Montero y el feminismo: "¿Por qué las feministas exigimos la dimisión de Irene Montero? ":
Uno no está seguro de la mejor manera de abordar la cuestión de los derechos de los minorías "trans", por denominarlas de alguna forma amplia y comprensible, pero diría que la que tiene la ministra y el entorno de Podemos es, cuanto menos, simplista, exagerada y poco reflexiva.
Y unas cuantas recomendaciones compartidas:
"El gobierno de cretinos digitales", de Lidia Falcón.
"Los padres abandonan la pedagogía moderna", de Daniel Capó.
"El caballo de Troya del capitalismo verde: cambiar para que nada cambie", de Julián Jiménez.
25 de octubre de 2021
Antonio Orihuela dedica unas líneas a "El informe Ohlendorf"
En el Blog "Voces del extremo" Antonio Orihuela dedica unas halagadoras palabras a El informe Ohlendorf. Gracias Antonio.
24 de octubre de 2021
El Gran Salto Adelante, ¿pasado absoluto?
Una síntesis ajustada del Gran Salto Adelante de Mao. Por si fuera posible aprender del pasado.
"Pero Mao lanzó al país al Gran Salto Adelante y extendió la estructura militar del Partido a la sociedad entera. «Todos nosotros somos soldados», había proclamado Mao en el momento álgido de la campaña, y había dejado de lado caprichos burgueses como cobrar un salario, tener un día de asueto a la semana o poner límites al trabajo que un obrero debía realizar. Un gigantesco Ejército del pueblo debería obedecer todas las órdenes de sus generales en el marco de la «economía de mando». Todos los aspectos de la sociedad se organizaron con criterios militares —cantinas, jardines de infancia a pensión completa, dormitorios colectivos, tropas de asalto y aldeanos transformados en soldados de infantería— para una revolución continua. No se trataba tan solo de términos marciales que se emplearan por mera retórica para reforzar la cohesión del grupo. Todos los dirigentes eran militares habituados a los rigores de la guerra. Habían pasado veinte años en una lucha de guerrillas en condiciones extremas de privación. Habían hecho frente, una tras otra, a las campañas de exterminio lanzadas por el régimen nacionalista de Chiang Kai-shek y luego habían logrado sobrevivir al ataque del Ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Habían sobrevivido a crueles purgas y sesiones de tortura que de tiempo en tiempo convulsionaban al propio Partido. Glorificaban la violencia y estaban acostumbrados a las pérdidas masivas de vidas humanas. Y todos ellos compartían una ideología en la que el fin justificaba los medios. En 1962, tras perder a millones de personas en su provincia, Li Jingquan comparó el Gran Salto Adelante con la Larga Marcha, en la que tan solo una de cada diez personas había llegado hasta el final: «No somos débiles, somos más fuertes, no nos hemos doblegado[56]». En la vida diaria, los funcionarios del Partido exhibían la misma crueldad y el mismo desprecio por la vida humana que habían demostrado por los millones de personas movilizadas para las sanguinarias ofensivas contra Chiang Kai-shek. La fuerza bruta con que habían conquistado el país se desató entonces en la economía, sin que se prestara atención al número de bajas. Y como se creía que la mera fuerza de voluntad era capaz de casi todo —podía mover montañas—, cualquier fracaso se parecía sospechosamente a un sabotaje".
19 de septiembre de 2021
Neonazis en Chueca
11 de septiembre de 2021
Defensores del progreso
31 de agosto de 2021
Electricidad, silencio y extrema derecha
26 de agosto de 2021
Totalitarismo y quema de libros
A menudo tendemos a identificar el antiintelectualismo y el odio a la cultura con el nacionalsocialismo y el fascismo. Creo que esta interesada reducción olvida que buena parte de la práctica comunista, una práctica que hubiera repugnado a Marx y Engels, no fue ajena a este rechazo. Muchos de nosotros tenemos en la retina las consabidas imágenes de la quema de libros pública del 10 de mayo de 1933 durante la "Acción contra el espíritu antialemán". Pocos, desde luego no el que escribe, conocíamos que estas acciones se llevaron a cabo de modo más discreto pero igualmente peligroso en la China comunista. ¿Por qué limitamos el odio a la cultura al nazismo y el fascismo?
24 de agosto de 2021
La crítica al totalitarismo y los excesos del anticomunismo
Y siguiendo con el libro de Dikötter, una reflexión. La necesaria crítica del comunismo totalitario no debería ampararse en un burdo anticomunismo, como tampoco ser su consecuencia o su fundamento. Cuando esto ocurre puede falsearse la historia y legitimarse un dogmatismo tan insoportable como el que se pretende criticar. Para realizar una crítica inflexible de los crímenes cometidos por los maoístas o el Partido Comunista Chino o los comunistas chinos, no es necesario idealizar el estado de cosas que pretendieron subvertir.
Escribe Dikötter a propósito de la reforma agraria inicial tras el triunfo del movimiento revolucionario en China: "Tras varios meses de trabajo paciente, los comunistas lograron soliviantar a los pobres contra las figuras prominentes de las aldeas. Una comunidad que en otro tiempo había estado muy unida se polarizó en dos extremos. Los comunistas armaron a los pobres, a veces con pistolas, más a menudo con picas, bastones y azadas. Se denunciaba a las víctimas como «terratenientes», «tiranos» y «traidores», se les detenía y se les encerraba en establos. Milicias armadas sellaron la aldea. No se permitía entrar ni salir a nadie. Todo el mundo tenía que llevar una tira de tela que identificaba su origen de clase. Los terratenientes exhibían una tira blanca, los campesinos ricos una rosada y los campesinos medios una amarilla. Los pobres exhibían con orgullo una tira roja.
Uno tras otro, los enemigos de clase eran arrastrados a un escenario donde sufrían las denuncias de una multitud de cientos de personas que pedían su sangre a gritos y exigían un ajuste de cuentas en una atmósfera impregnada de odio. Las víctimas eran denunciadas sin piedad, sufrían burlas, humillaciones, palizas, y se les daba muerte en las «sesiones de lucha». Al cabo de poco tiempo, una orgía de violencia se adueñó del pueblo, porque todo el mundo vivía con miedo de las represalias procedentes de milicias privadas, dirigidas por personas que habían sido prominentes y habían logrado salvarse.
A muchas de las víctimas las pegaban hasta matarlas y a otras las ejecutaban de un disparo, pero en muchos casos las torturaban antes para obligarlas a revelar dónde se encontraban sus bienes, tanto si éstos existían como si eran imaginarios. No faltaban voluntarios." (pg. 118)
Realmente ¿hemos de creer que las comunidades rurales chinas estaban "muy unidas" hasta que llegaron los comunistas? ¿Que en la sociedad agraria no había conflictos, luchas, injusticias y arbitrariedades? ¿Que todas ellas acaecieron súbitamente con la irrupción de las banderas rojas? ¿La ideología comunista apareció para destruir un orden armónico y desencadenar una orgía de crímenes? ¿Antes imperaba la concordia?
El totalitarismo, en este caso el comunista, puede ser rechazado por su propia práctica: no es necesario construir un escenario ficticio y convertirlo en la fuente originaria de una violencia que habría caído sobre grupos humanos antes pacíficos y fraternos bajo estructuras políticas y económicas cuasi feudales.
22 de agosto de 2021
El Oriente idealizado
Leyendo La tragedia de la liberación. Una historia de la revolución china (1945-1957), de Frank Dikötter, uno se reafirma en sus sospechas acerca de ese tópico del repertorio filosófico de garrafón consumido por una gran parte de los opinadores y creadores de productos culturales de cierta izquierda ahora dominante acerca del papel del "pensamiento occidental" en el Holocausto y otras barbaridades del siglo XX. Una lectura simple y unilateral de segunda mano sobre la Escuela de Frankfurt y unos cuantos textos breves mal digeridos del postestructuralismo francés (especialmente Foucault, Derrida y Deleuze) y de Lévinas, que a su vez seguían el persuasivo relato heideggeriano de la "metafísica de Occidente", han contribuido a difundir la idea de que la racionalidad y la Ilustración europea fueron, de alguna manera, responsables de las catástrofes del siglo XX.
Para aquellos que vuelven la mirada a un "Oriente"-zen idealizado huyendo de esa generalización idiota de Occidente, estas líneas tal vez ayuden a situar la barbarie más allá y más acá de la racionalidad. Solo habría que reemplazar Nanking por Varsovia o Kiev, China por la URSS y Harbin por Auschwitz:
"En diciembre de 1937, las tropas japonesas habían tomado la capital, Nanking, y habían masacrado sistemáticamente a civiles y soldados desarmados en una orgía de violencia que se prolongó durante seis semanas. Los japoneses juntaban a los cautivos y los ametrallaban, los hacían saltar por los aires con minas terrestres o los acuchillaban hasta la muerte con sus bayonetas. Las mujeres, niñas y ancianas incluidas, eran violadas, mutiladas y asesinadas por unos soldados sin control. No se ha logrado una estimación fiable del número de muertes, pero los cálculos van desde un mínimo de 40 000 hasta un máximo de 300 000. Durante los últimos años de la guerra, una implacable política de tierra quemada con la que se trataba de castigar la resistencia de las guerrillas devastó algunas regiones del norte de China, donde los japoneses quemaron aldeas enteras. Hombres de edades comprendidas entre los quince años y los sesenta, sospechosos de colaborar con el enemigo, eran arrestados y ejecutados. Los japoneses utilizaron armas biológicas y químicas durante todo el período de ocupación. Se llevaron a cabo experimentos letales con prisioneros de guerra en una serie de laboratorios secretos que se extendían desde el norte de Manchuria hasta la subtropical Guangdong. Las víctimas padecían vivisección sin anestesia después de que sus captores las infectaran con diferentes gérmenes. A otras les amputaban miembros, les extraían el estómago o les seccionaban quirúrgicamente partes de los órganos. Se probaban armas como lanzallamas y agentes químicos con prisioneros atados a estacas. En el complejo del Escuadrón 731, unas notorias instalaciones cercanas a Harbin en las que había un aeródromo, una estación de tren, barracones, laboratorios, salas de operación, crematorios, un cine e incluso un templo sintoísta, se preparaba ropa contaminada para difundir la peste, el ántrax y el cólera, que luego se arrojaban dentro de bombas sobre la población civil". (pg. 29)
20 de agosto de 2021
Tolerancia social, perspectiva de género y ciencia
15 de agosto de 2021
Y acabando sobre el asesinato de los Romanov: Roberts, Carr, Trotsy y Serge
14 de agosto de 2021
Slezkine sobre el asesinato de los Románov
Los disparos duraron mucho tiempo y, aunque yo tenía la esperan-za de que la pared de madera impediría que las balas rebotasen, rebotaron en todas las direcciones. Hasta pasado un buen rato no pude detener los disparos que se habían vuelto desordenados. Pero cuando por fin pude hacerlo, vi que muchos seguían vivos. Por ejemplo, el doctor Botkin estaba tendido de costado apoyado en el codo derecho, como si descansara. Lo rematé de un disparo de revolver. Alekséi, Tatiana, Anastasia y Olga también seguían con vida. Y Demidova también. El camarada Ermakov intenó rematarlos con su bayoneta, pero no pudo. Sólo después quedo claro el motivo (las hijas llevaban pectorales de diamantes, una especie de corsés). Tuve que dispararles uno por uno.
La última en caer fue [Demidova], que intentó defenderse con un cojín que tenía entre las manos. El anterior heredero siguió dando síntomas de vida mucho tiempo, a pesar de que había recibido varios disparos. La hija más joven del anterior zar cayó de espaldas y fingió estar muerta. Cuando el camarada Ermakov se dio cuentas la mató de un tiro en el pecho. Se plantó encima de sus brazos y le disparó en el pecho.
Al bajar del desván al lugar de la ejecución, les dije que los disparos y los aullidos de los perros se oían en toda la ciudad, que se habían encendido las luces del Instituto Minero y las de la casa de al lado, y que había que detener los disparos y matar a los perros. Entonces cesaron los disparos y ahorcaron a tres de los perros, aunque el cuarto, Jack, dejó de ladrar y no le hicieron nada.