"Y es que un pesimismo con medida realista no se ve tan desamparadamente sorprendido por los fracasos y catástrofes, por las espantosas posibilidades que se han dado y seguirán dándose en el proceso capitalista. Para todo análisis que no lo absolutiza a su vez, el pensar ad pessimum es mejor compañero de ruta que la fácil confianza ciega; este pensamiento constituye la frialdad crítica precisamente en el marxismo. Para toda decisión capital el optimismo automático no es menos ponzoña que el pesimismo absolutizado, porque si el último sirve abiertamente a la reacción descarada, a la que se llama por su verdadero nombre, y ello lo hace con el propósito de descorazonar, el primero ayuda a la reacción solapada, con el propósito de que se cierren los ojos con tolerancia y pasividad." (El principio esperanza, trad. de Felipe González Visen, I , 17)
Sobre la insignificància nacional
-
L’any 1971 el gran Simon Leys, escriptor per qui professo una admiració o,
millor, una veneració profunda, va publicar *Les habits neufs du president
...
-
¿NARCISISMO SIN FRENO?
En 2015 Milena Busquets obtuvo un importante éxito con *También esto pasará*,
una novela autobiográfica sobre la pérdida de la m...
Fòrum EPISTEME, Webinar
-
«Si hay algo que necesitamos enseñar y no enseñamos es lo que no está en
venta: pocas ideas más importantes que refinar, por ejemplo, en un
institut...