4 de mayo de 2012

Puntualizaciones en torno al concepto de "insurrección"


Helicópteros a medianoche en el cielo de Barcelona consumían las últimas partidas del medio millón de euros que ha costado el dispositivo policial (más de 8000 efectivos, al parecer) organizado para "proteger" a los directivos del Banco Central Europeo. No es necesario decir mucho más al respecto y la demagogia acaba aburriendo. Sí, me temo, vale la pena decir algo más en torno al valor de la "insurrección" de la que hablaba ayer.

¿Es intrínsecamente buena una situación insurreccional? ¿Hay en la nota que uno escribió una valoración positiva del deslizamiento de las expectativas de cada vez más asalariados hacia la confrontación? Francamente, no era la intención.

Insurrecciones ha habido muchas y más "negras" de lo que muchos quieren ver. Las insurrecciones militares abundan en la historia de la península ibérica. El nacionalsocialismo fue un movimiento claramente insurreccional. Que lo hayan sido revueltas anarquistas o comunistas no invalida el hecho de que, per se, la insurrección no es un valor ligado a la transformación del orden social. También puede estar dirigido a su conservación o reforzamiento.

La definición que da Maria Moliner recoge esta dualidad: "Acción de declararse en contra de la autoridad constituida y de luchar contra ella; particularmente, una colonia o territorio, o alguna parte del ejército: 'La insurrección se ha extendido al sur del país'. Alzamiento, levantamiento, rebelión, sedición, sublevación".

Únicamente, y sin ribetes apocalípticos, uno quería anotar que la cuerda se está tensando excesivamente por parte de aquellos que disponen de los medios de producción y que el desenlace puede ser perjudicial para más de los que algunos creen...