También en educación, ética y estética están íntimamente entrelazadas en algunos contextos. Si uno se fija en el currículum de los principales cargos del Ministerio de Educación de España tiene la sensación de que lo que chirría estéticamente no puede por menos que chirriar, después, éticamente. Escribe al respecto Xavier Massó en su
Blog, altamente recomendable, por otra parte:
"El
celo con que uno cuida ciertos sectores es sintomático de la
consideración que le
merecen. Siempre he pensado, por ejemplo, que el entrenador de un equipo
de fútbol ha de
ser un ex futbolista, y el director de un laboratorio de investigación,
un
científico. Y por eso me produce horror pensar en un curandero
ejerciendo de
director de un hospital, un parapsicólogo de profesor de filosofía, un
ufólogo de profesor de física o un cronista local de profesor de
historia.
Veamos en qué
consideración tiene el gobierno de Don Mariano la educación y la
enseñanza por
la que tanto dicen inquietarse.
El
ministro del ramo es sociólogo, antiguo empleado de Demoscopia, más aficionado
a las encuestas que a la transmisión de contenidos. Entre otras perlas se
cuenta su convicción de que las corridas de toros deberían ser patrimonio
cultural de la humanidad.
La
secretaria de estado de educación es investigadora. Especialista en
reproducción humana asistida.
El
director general de profesorado proviene del gobierno de la comunidad de
Madrid, donde ejercía de experto en transportes públicos e infraestructuras.
El
presidente de la comisión de educación del congreso de los diputados es
empresario turístico en Mallorca".
Para qué seguir...
Bajo el anterior gobierno del insigne ZP la cosa no era mucho mejor, seamos claros, pero uno esperaba, al menos, una corrección estética que tal vez les hubiera ahorrado esta huelga general en la enseñanza pública que estamos preparando.
La derecha parece no aprender. Fue toda una estética, la de Acebes tras los atentados del 11-M, la que les costó unas elecciones generales. No parecen comprender que la estética, en una sociedad del espectáculo, casi siempre es solidaria de una ética.