15 de mayo de 2015

Crónica de la Nueva Edad (15/05/2015)


El miércoles, el título del editorial del gran Vicent -JiménezLosantos- Partal era eufórico: "Dinamarca trenca el mur espanyol". Se hacía eco del debate en el Parlamento danés del contencioso catalán y lo interpretaba como un acontecimiento histórico en el cual "Dinamarca pren posició a favor d'una solució democràtica sobre la independència de Catalunya" ("Dinamarca toma partido a favor de una solución democrática sobre la independencia de Cataluña") quebrando el aislamiento impuesto por el gobierno español, sorteando el habitual mantra del "asunto interno" y demostrando así que, cuando llegue la hora de la verdad - es decir, cuando se apruebe la DUI (Declaració Unilateral d'Independència) -, en Europa dominará el pragmatismo y la mayoría de los países reconocerán rápidamente al nuevo estado.

Esta optimista visión, que uno no compartió tras la lectura, aparece en El Periódico relatada de una forma ligeramente distinta. Bajo el titular "El Parlamento danés apoya diálogo democrático entre España y Catalunya" señala en una entradilla que "la mayoría de los grupos apoyan que se celebre una consulta, pero eluden intervenir en el proceso alegando que se trata de un 'asunto interno'", una afirmación que también repite La Vanguardia. El matiz es importante: no se coloca, como pretende el siempre neutro Partal, a Catalunya y España al mismo nivel como no se supera la retórica del "asunto interno" que implica, él bien lo sabe, una posición favorable al mantenimiento del statu quo.

En estas estaba cuando, al empezar estas líneas, acudí a la opinión de El País para disponer de un último elemento de prueba argumental y para mi sorpresa no logré hallar ni una sola mención al asunto en su edición digital. Realicé diversas búsquedas sin el menor resultado. Nada. Y este hecho cambió mi opinión.

Puede que Vicent Partal tenga razón pero por su vertiente negativa: que El País silencie este hecho, cuando por ejemplo dio amplia cobertura a la charanga de Mas en Columbia, lejos de mostrar su insignificancia a uno le sugiere más bien que se trata de algo a tener en cuenta. Y más cuando el diario se ha distinguido en los últimos años por prestar considerable atención a multitud de minucias intrascendentes.