El otro día, por correo, recibí noticias de uno de mis poetas preferidos: Gsús Bonilla. Durante mi última visita a Madrid para presentar
Las vidas de las imágenes, hace ahora un año, cenamos con Ana Cañamares, con quien habíamos emprendido la tarea de darle forma final a una Antología de homenaje a las Brigadas Internacionales que ahora está dando sus últimos pasos. Entonces me habló sobre
Comida para perros, que poco tiempo después publicaría Baile del Sol, el libro en el que había estado ocupado los últimos meses y en el que todavía trabajaba dándole los últimos retoques. Por lo que explicó, uno intuyó - y más adelante comprobó - que suponía una arriesgada y difícil apuesta de renovación de su lenguaje poético que no hacía sino reafirmar su viva visión de éste. Pues bien, el reconocimiento a su valentía le ha llegado de muchas formas en la República de las Letras, aunque quizás menos de las que uno esperaba, pero en su correo me comentaba que su poemario ha sido incluido entre los finalistas del Premio de la Crítica de este año, un galardón al que ya optó con
Ovejas esquiladas que temblaban de frío. Una buena compensación a esa relativa falta de atención que ha tenido el volumen.
Por otro lado, también me comunicaba que ya está en circulación su último proyecto: un singular homenaje a Leopoldo María Panero que lleva por título
El del medio de los Panero [Las apariciones apócrifas de Leopoldo María Panero] editado por Lupercalia y que cuenta con colaboraciones de Alberto García-Teresa, David González, Esteban Gutiérrez y otros. Dejo aquí el enlace al
Blog de libro y al
Booktrailer.
P.S: Por cierto, uno no puede evitar sentir envidia (que le gustaría considerar "sana") por este libro en el que le hubiera encantado participar. Habría sido una buena ocasión para continuar trabajando sobre un poema que escribí hace algunos años en el que injertaba unos versos de Panero en otros de Brines y que permanece en el cajón (es un decir) en espera de encontrar su finalización y su lugar posterior. Mas la vida en la periferia y el aislamiento en el que uno vive en la República han hecho que ni siquiera se enterara del proyecto. Una oportunidad perdida, como tantas...