29 de septiembre de 2012

Siete años


Un día como hoy, hace siete años, mi madre llamó. El Hospital nos comunicaba que mi padre estaba "muy malito". Era una expresión tierna. Lloviznaba. Cuando llegué, la doctora dijo, piadosamente, que acababa de fallecer. No debió ser así pero da igual. No cabe reprochar ciertas mentiras.

Hoy llueve con fuerza pero el cielo ofrece un similar aspecto plateado. Algunos detalles de aquel día tienen un relieve claro, están bien perfilados en el recuerdo. Otros son brumosos. Muchos se han perdido ya. Pero con esfuerzo puede uno retroceder a la más antigua memoria: la de la propia infancia y hacer valer los versos de Gsús Bonilla (mi Padre, el rey)

"mi Padre, el rey, el más elegante de todos,
presumía de monarca; tenía un universo por corbata"