26 de mayo de 2011

26 de mayo de 2011: todo lo humano me es ajeno


Dos días en cama y tres más renqueante. Cuando uno está enfermo, la anestesia de los sentidos y la ralentización de la mente le separan del decurso de la actividad humana y sus motivaciones, esperanzas, deseos o lamentaciones resuenan en la lejanía tan amortiguadas que parecen un lejano eco.

En la enfermedad lo humano deviene ajeno. Tal vez de ahí acabe infiriéndose inevitablemente que la falta de empatía y compasión pueda ser, ante todo, el resultado de una enfermedad del espíritu.