3 de febrero de 2011

3 de febrero de 2011: un poco más sobre culpas colectivas


Al hilo de las ocurrencias sobre el tema de la culpabilidad colectiva estos días está uno dándole vueltas a varios aspectos. Creo que también existe una cierta "industria" de esa culpabilidad nacional que se ceba con determinadas colectividades (alemanes, israelíes, árabes, yankees, turcos...) y olvida otras extrañamente si se sigue su perversa matriz lógica jaspersiana-dostoievskiana.

En el volumen de McDonogh (Después del Reich) se recogen, por ejemplo, las incontables atrocidades cometidas contra la población de ascendencia germánica una vez concluida la guerra por checos o polacos, por ejemplo. Ya no se abundaría en los exterminios masivos de judíos perpetrados por lituanos, letones o croatas que gozan de escaso predicamento mediático. Pero el hecho de que no se haya incoado nunca el expediente mediático contra checos o polacos por esos crímenes quizás podría decir mucho acerca de los mecanismos e intereses que rigen la aplicación política de esa metafísica culpabilidad colectiva.

También el libro de MacDonogh ofrece un reverso de la prototípica imagen del adolescente nazi que denuncia a sus padres, tópico de la narrativa fílmica contemporánea que a uno le ha sorprendido mucho máxime por su total ausencia del panorama cinematográfico sobre el tema:

"La reestructuración de los campos de Freiwaldau por las autoridades de Praga no fue bien aceptada por los guardias partisanos... Los guardas propinaban palizas a los recién llegados golpeándolos con látigos y con las culatas de los fusiles. Latzel describe el caso de dos muchachos de quince o dieciséis años que intentaron escapar y fueron devueltos al campo por sus padres comunistas. Tras haberles marcado las nalgas con cruces gamadas, los torturaron lentamente hasta casi matarlos. Finalmente, fueron fusilados frente a dos prisioneros seleccionados de cada uno de los barracones" (p231).