Fin de semana de cine en la televisión gracias a los "Oscar". Cada año, alrededor de ese día algunas cadenas bajan sus emisiones contaminantes y dedican algunas horas a proyectar, en horario asequible, algunas películas dignas. Este fin de semana uno ha podido volver a ver la aceptable
The Reader de Daldry y tres clásicos contemporáneos vistos varias veces que todavía no parecen haber perdido su capacidad para provocar emoción y reflexión:
Crash de Haggis,
Caché de Hannecke y
Saving Private Ryan de Spielberg. Finalmente, ayer por la noche le tocó el turno a una que en su momento no le llamó a uno la atención y que resulta simpática de ver aunque sea tópica y previsible:
Slumdog millionaire de Boyle.
Por fin un par de días con cine en la televisión entre documentales aburridos, reportajes insípidos, telefilmes patéticos, concursos triviales y tertulias y entrevistas "chauvinistas".