15 de septiembre de 2015

Escribe Popper



"Cuando hablo de racionalismo, no tengo ante mis ojos una  teoría filosófica, como por ejemplo la de Descartes, ni tampoco la creencia sumamente de que el ser humano sea una esencia racional pura. Lo que pienso, cuando hablo  de la razón o del racionalismo, no es más que la convicción de  que podemos aprender por medio de la crítica de nuestras faltas y errores, y en particular por medio de la crítica de otros, y finalmente también por la autocrítica. Un racionalista es  sencillamente un hombre que concede más valor a aprender que a llevar razón; que está dispuesto a aprender de otros, no  aceptando simplemente la opinión ajena, sino dejando criticar de buen grado sus ideas por otros y criticando gustoso las ideas de los demás. El peso está aquí cargado en la idea de crítica o, más exactamente, de discusión crítica. Por lo tanto,  el verdadero racionalista no cree que él mismo o cualquier otro esté en posesión de la verdad. Tampoco cree que la mera crítica como tal nos ayude ya a conseguir nuevas ideas. Pero cree que sólo la discusión crítica puede ayudarnos a separar  el grano de la paja en el terreno de las ideas. El sabe bien que la aceptación o rechazo de una idea nunca es un asunto puramente racional; pero cree que sólo la discusión crítica puede darnos la madurez necesaria para contemplar una idea en más y más aspectos y así juzgarla más justamente.

Esta valoración de la discusión crítica tiene también su parte humana. Por descontado, el racionalista sabe muy bien que las relaciones humanas no se agotan en la discusión crítica. Sabe, muy al contrario que una discusión racional, crítica, pertenece a las excepciones de nuestra vida. Sin embargo, cree que la actitud del hacer concesiones mutuas, del give and take, como se dice en inglés, esto es, la postura que se encuentra a la base de la discusión humana, es de la mayor trascendencia para lo meramente humano. Pues el racionalista sabe que debe su razón a los otros seres humanos. Sabe que la postura razonable, racional, crítica, sólo será el resultado de la crítica de otros y que uno sólo puede llegar a la autocrítica por medio de la crítica de otros" (La responsabilidad de vivir, trad. de Concha Roldán, p137).