Sin vergüenza alguna, hay que decirlo. Fin de semana en el que, aparte de comer, beber y leer algo, el fútbol ha sido protagonista para lamento de uno vistos los resultados. La odiosa Holanda se ha clasificado de la peor manera posible con un penalti en el último minuto: qué manera más lamentable de ganar tiene esta gente. Y el sábado Brasil, inmerecidamente, dejó atrás a Chile. Como para no ver ningún partido más. Queda la
Mannschaft y por delante la tarea de quitarse de en medio a las dos selecciones que más detesto... A ver...