29 de diciembre de 2010

29 de diciembre de 2010: Antonio Muñoz Molina y el jardín de las fobias


Antonio Muñoz Molina no es santo de mi devoción. Ni El invierno en Lisboa ni Beltenebros me parecieron para tanto, aunque me gustaron y Plenilunio me pareció, simple y llanamente, prescindible y tópica. Después no leí nada más y me negué en redondo a leer sus artículos siguiendo ese bello prejuicio totalitario que lo condenaba como "intelectual orgánico".

Dicho sea esto como contexto que le muestra a uno como poco sospechoso de connivencia con su figura pública para justificar su total acuerdo, ya pasó con García Montero, con esta conclusión suya: "Lo que menos perdono a los políticos y a los pedagogos españoles es que, en nombre de un demagógico igualitarismo, han fortalecido escandalosamente la desigualdad."

Su argumentación, que suscribo casi totalmente, en el número 125 de la revista Mercurio. Y ahora viene lo difícil: a seguir trabajando para que este acuerdo no difumine mi fobia hacia su papel como intelectual y mi consideración como novelista. Arduo trabajo espera siempre en el jardín de las fobias...