30 de enero de 2011

30 de enero de 2011: Crónica intempestiva de un viaje (XXXIII).


4 de agosto de 2010. Tercera parte.

"La visita a la Tacheles suscitó, a la hora de la cena, una viva controversia con Clàudia acerca de la verdadera naturaleza de este free space. Uno duda, francamente, que la Tachele sea tyan "free" como se proclama. Si cualquiera de nosotros decidiera ocupar provisionalmente un espacio para exponer sus obras, por poner un ejemplo, en la amplia última planta donde expone Rodin, o en el patio, al lado de la granja o de ARDA, ¿la cosa sería así de simple, fácil y cordial?

Seguramente este "lugar libre" no es tan libre como se autoconsidera. Aunque no se rija exclusivamente por criterios crematísticos nos tememos que algún sistema de jerarquización basado en el prestigio, la antigüedad en el edificio o en algún tipo de contribución laboral comunitaria o incluso económica, debe existir. En este sentido, la Tacheles no es un espacio artístico presto para su ocupación indiscriminada.

Y es aquí donde la discusión fue a parar a nuestros queridos "okupas" del barrio. Hablamos sobre aquellos que fueron vecinos durante unos meses y de cómo su actitud, que incluyó el robo de una escalera de mano propiedad de mi suegra (para lo cual entraron entraron cómodamente en nuestro edificio) y algunas defecaciones en la terraza de la casa "okupada" para solaz escatológico del vecindario ("c'est ça épater le bourgeois!") y goce olfativo de nuestra casa. Su ejemplo acabó de poner en tela de juicio la solidez ideológica de la mayoría de las formas actuales del antiguo movimiento squat.

Sí, no cabe duda de que, en cierta medida, la propiedad privada es un robo como acostumbran a proclamar muchos de nuestros "okupas". Supongo que por ello se hicieron con la escalera de mano. Lo extraño es que no la devolvieran nunca. Únicamente cuando la policía los desalojó la escalera volvió a "ser prestada" a su antigua última usufructuaria (pues lo de "dueña" es, calaramente, burgués y reaccionario). También es posible que la tomaran prestada y se les olvidara devolverla... Sí, también es posible...

Con todo, lo más triste de esta inconsistencia ideológica no fueron las defecaciones, ni la sustracción de la escalera, ni las "fiestas salvajes" hasta el amanecer que no dejaban dormir a los vecinos, la mayor parte de los cuales se dedicaban al burgués y reaccionario empeño de trabajar por cuenta ajena vendiendo su fuerza de trabajo. Lo más aptético fue una actitud más nimia y prosaica: cada mañana, cuando a eso del mediodía salían, todos llevaban buen cuidado en cerrar con cadenas y candados el "recinto libre okupado" como cualquiera de nosotros, pequeño burgueses y reaccionarios que habitamos en el interior del sistema, acostumbramos a hacer cuando dejamos la casa vacía.

No, evidentemente esta semejanza es capciosa: cerraban el paso a los cuerpos represivos del estado que, como es bien sabido, cuando asaltan un domicilio por la fuerza tienen la mala costumbre de entrar por la puerta..."