Si no te entusiasman las reiteraciones estilísticas ni las repeticiones, ni tampoco el uso excesivo de las paradojas; si no disfrutas con la reflexión tópica "de bajo nivel" sobre realidad y ficción, sobre imagen y hecho, ni crees que sea necesario alargar lo que no da más de sí o lo que se puede decir con menos, mejor no te gastes los más de veinte euros que cuesta el libro de Javier Cercas
Anatomía de un instante.
Si, por el contrario, gozas con las narraciones ágiles, con los personajes bien dibujados pero sin que su retrato sea exhaustivo; si disfrutas de la reflexión "de bajo nivel" -pero en absoluto tópica- que no se explicita como tal sino que funciona implícitamente en la historia y su estructura, y, finalmente, si además te apasiona el arte de los diálogos,
Warlock de Oakley Hall puede ser una buena compra.