Escribe Heidegger en uno de sus discursos como rector en Freiburg ("La autoafirmación de la Universidad alemana")
"La aceptación del rectorado es el compromiso de dirigir espiritualmente esta escuela superior. La comunidad de los que siguen, profesores y alumnos, sólo se despierta y fortalece arraigando auténticamente y en común en la esencia de la Universidad alemana. Pero esta esencia sólo alcanza claridad, rango y poder si, ante todo, los propios dirigentes[i] son en todo momento dirigidos; dirigidos por lo inexorable de esa misión espiritual que obliga al destino del pueblo alemán a tomar la impronta de su historia.
¿Sabemos algo de esta misión espiritual? Tanto si lo sabemos como si
no, la pregunta sigue siendo ineludible: ¿estamos nosotros,
profesores y alumnos de esta alta escuela, enraizados auténticamente y en común
en la esencia de la Universidad alemana? ¿Tiene esta esencia auténtica
capacidad de informar nuestra existencia[ii]?
Sólo, ciertamente, si queremos
esta esencia a fondo. Pero, ¿quién podría dudar de ello? Suele, por lo
general, verse en su «autonomía»[iii]
el rasgo esencial predominante de la Universidad; autonomía que debe ser
mantenida. Sólo que ¿hemos pensado del todo lo que exige de nosotros esta
reivindicación de autonomía?
Autonomía significa: ponernos nosotros mismos la tarea y determinar
incluso el camino y el modo de su realización, para ser lo que debemos ser.
Pero, ¿sabemos realmente quiénes
somos nosotros, esta corporación
de profesores y alumnos de la escuela superior del pueblo alemán? ¿Podemos
saberlo, sin la más constante y severa autorreflexión?
Ni el conocimiento del estado actual de la Universidad ni tampoco la
familiaridad con su temprana historia garantizan ya un saber suficiente de su
esencia; a no ser que, con claridad y dureza, delimitemos para el futuro esta
esencia, en tal delimitación, la queramos,
y, en tal querer, nos afirmemos nosotros mismos.
La autonomía sólo se justifica sobre la base de la autorreflexión.
Pero la autorreflexión sólo puede acontecer si la Universidad alemana tiene la
fuerza de autoafirmarse. ¿La llevaremos a cabo? ¿Cómo?
La autoafirmación de la Universidad alemana es la voluntad originaria,
común, de su esencia[iv]. Para nosotros, la
Universidad alemana es la escuela superior que, desde la ciencia y mediante la
ciencia, acoge, para su educación y disciplina, a los dirigentes y guardianes
del destino del pueblo alemán. La voluntad de la esencia de la Universidad
alemana es voluntad de ciencia en el sentido de aceptar la misión espiritual
histórica del pueblo alemán, pueblo que se conoce a sí mismo en su Estado.
Ciencia y destino alemán tienen sobre
todo que llegar, queriendo su
esencia, al poder. Y lo lograrán si, y sólo si,
nosotros, profesores y alumnos, exponemos, por
un lado, la ciencia a su más
propia necesidad y, por otro,
nos mantenemos firmes en el destino alemán con todo su apremio (sn)."