7 de marzo de 2012

Mike Davis y la democracia


Recoge Jorge Riechmann en su Blog, diez consejos de Mike Davis (New Left Review) sobre activismo y organización. Retengo una que sigue siendo clave, en opinión de uno, y que tiene que ver, como ya he dicho alguna que otra vez, con el contenido utópico que habría que extirpar (o cuanto menos atemperar) de la práctica política: la no equivalencia entre democracia consensual y democracia participativa y la inevitabilidad de la forma representativa de la democracia.


"En quinto lugar, como costosamente aprendimos en los años 60, la democracia consensual no es equivalente a la democracia participativa. A escala de las comunidades o de los grupos de afinidad, la toma de decisiones por consenso puede funcionar muy bien, pero cuando se trata de una lucha de mayor duración o que reúne a más individuos, pasar a una forma de democracia representativa es esencial para permitir la participación más igual y más grande posible. Como siempre, el diablo está en los detalles: conviene asegurarse que cualquier delegado pueda ser destituído de sus funciones, formalizar el derecho de las minorías políticas para que estén representadas, y así todo lo demás. Ya sé que es una herejía decirlo, pero los buenos anarquistas, los que creen en la acción concertada y en el autogobierno por la base, podrían encontrar enseñanzas de gran valor en el Robert’s Rules of Order1 [Reglamento parlamentario de Robert] (considerado un instrumento técnico útil para las discusiones organizadas y para tomar decisiones)."