La culpa de que mi retorno al regazo de
El País haya durado tan poco (no lo he comprado hoy ya) la tiene Jorge Riechmann, que recoge en su cuaderno
una carta del comité de empresa del periódico suficientemente justificativa. Es lo que tiene leer a gente como Jorge, que se hace eco de muchos de los que nada sabemos: que a la menor nos fastidia esas ingenuidades de andar por casa tan necesarias a veces...