31 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (31/12/2012)


Francesc Homs, el nuevo hombre fuerte del gobierno de Mas, el encargado de organizar la consulta y recabar los apoyos exteriores necesarios para ello, ha dejado claras sus intenciones: se trata de que el ciudadano catalán perciba los feroces "ajustes" de este próximo año no como una política intencionada del gobierno de de la Generalitat, ni mucho menos como el resultado de su ineficacia o ahora, en virtud del pacto, tampoco como el desbarajuste resultante de la herencia recibida, sino como una imposición de España y su Gobierno. Lo ha dejado claro. Al menos eso no se le puede echar en cara.

Ahora resultará que los recortes de los dos años anteriores practicados con sumo entusiasmo y voluntad ejemplificadora (uno recuerda las admoniciones de Mas a Rajoy al respecto) también fueron imposiciones "españolas"...

Lo peor es que este clarísimo efecto de "inversión", de "ideología" en el sentido más puramente marxiano del término, tiene bastantes posibilidades de salir a flote y convertirse en un dogma aceptado por la comunidad secesionista. Si al final esto es así, la cosa no pinta demasiado bien. Una cosa es el evidente déficit fiscal y otra tragarse según qué...

29 de diciembre de 2012

Memoria de Saint Andrews (XVI): lluvias



25, 26 y 27 de julio. Primera parte.

Y el scottish weather volvió por sus fueros. Tras la brillante jornada de Dundee, tres días consecutivos de lluvia. Jornadas de cartas, de televisión colapsada por la masacre de Noruega y plagada de analistas y presentadores británicos que evitaban, mayoritariamente, calificar de "fundamentalista cristiano" a Breivik, gélidos paseos en compañía de gaviotas, ardillas, cuervos y algunos lugareños, atardeceres en búsqueda de breves instantes de puesta de sol y lecturas, y reflexiones aisladas.

Por fortuna, pese a que la casa no era un dechado de confort tenía, además de televisión, radio. Y, después de tantos años de seguir de lejos y esporádicamente, es decir cuando me acordaba, los Proms de la BBC a través de RNE, esta vez pude seguirlos un poco más cerca. Un par de días antes vimos, por casualidad, un fragmento del concierto de la Orquesta Filarmónica de Radio France en BBC One  y así volvieron a mi memoria. Aprovechando las horas de lectura y ocio forzado, sintonizamos la radio y, además, estuvimos atentos a la programación televisiva de la BBC de modo que las jornadas de lluvia estuvieron preñadas de conciertos. El del 26, dedicado a Kodály, Liszt y Bártok, fue uno de los que más aprecié y Clàudia confirmó en esos días que, durante su subsiguiente estancia en Londres, la familia que la acogería la invitaba a un Prom y podría vivir de una manera aun más cercana este episodio veraniego que uno idealizó en los ochenta convirtiéndolos en una manifestación casi ideal de la popularización de la llamada música culta. Seguramente no es del todo así. Y, quitándole la bella dicción de los comentaristas ingleses, no hay demasiada diferencia entre escuchar una pieza de Bártok interpretada en el Royal Albert Hall vía RNE, vía BBC. Sin embargo, cuando uno construye sus literaturizaciones de la realidad es deudo de ellas de por vida o hasta que la realidad le aseste un golpe apodíctico.

Finalmente, se acabó El Tercer Reich de Bolaño, una obra probablemente menor y falta de reescrituras posteriores pero interesante y el texto de Derrida. Queda el de Azorín que, de momento, no se aviene demasiado ni con el clima exterior ni con el interior. Veremos.

Escribe Derrida y uno, modestamente, comparte, acerca de la presencia de elementos apocalípticos en la crítica de "lo apocalíptico" y, sin embargo, la necesidad de esta vigilancia contra la apología apocalíptica:

"De manera que nosotros, Aufklärer de los tiempos modernos, continuamos denunciando a los apóstoles impostores, a los que 'se dicen enviados' que no son enviados por nadie, a los mentirosos y a los infieles, la ampulosidad y la prosopopeya de todos los encargados de misión Histórica a quienes nadie ha pedido nada y a quienes nadie ha encargado nada. ¿Seguiremos así en la mejor tradición apocalíptica denunciando los falsos apocalipsis? (...)  todo lenguaje sobre el apocalipsis es también apocalíptico y no puede excluirse de su objeto. Yo también me he preguntado pues por qué, con qué fines, en vista de qué, el Apocalipsis mismo, quiero decir los escritos históricos así llamados y en primer lugar el que fue firmado por Juan de Patmos, se había instalado poco a poco, sobre todo desde hace seis o siete años, como un tema, una preocupación, una fascinación, una referencia explícita" (p64-67).

Y como camino tenso de salida, lenta vía de huida del discurso apocalíptico y de su ingenua estigmatización impregnada de apocalipsis, la figura del "apocalipsis decepcionado".

"Pero entonces, ¿qué es lo que hace aquel que os dice: yo os lo digo, yo he venido a decíroslo, no hay, jamás ha habido, no habrá apocalipsis, 'el apocalipsis decepcionado'? Existe el apocalipsis sin apocalipsis" (p76).

27 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (27/12/2012)


Los comercios, en estos primeros días de la Nueva Edad, están muy vacíos. Lejos quedan las riadas de gente que inundaban el centro de Barcelona y hacían casi imposible moverse por el Portal de l'Àngel, la FNAC o la zona de El Corte Inglés. Es una sensación nueva y, en cierto sentido, agradable. Se puede comprar sin aglomeraciones y no se observa el delirio de hace unos años: se adquiere menos y, parece, con más sentido práctico. Los cachivaches superfluos no se venden tan fácilmente. Es el único aspecto positivo de la crisis: consumimos menos, consumimos con mesura. Sin embargo, para el tejido de este país, sustentado en gran parte en el pequeño y mediano comercio, es un desastre. Además, el hecho de que los funcionarios y empleados públicos aun no hayan cobrado, como me explicaba una vendedora del mercado cuya clientela fija está compuesta, preferentemente, por trabajadores estatales, está incidiendo en una caída notable de las ventas y deprimiéndolos.

Pero más que la evidencia de que este país tendrá serios problemas económicos cuando alcance la independencia porque carece de suficiente industria como para hacer pivotar la economía sobre otros pilares que no sean el pequeño y mediano comercio - que presuponen ya la existencia de una masa monetaria que no sabemos cómo se generará -, lo que le llama a uno la atención ya, innegablemente, es el aumento de indigentes por las calles y el agravamiento de los síntomas externos de pobreza: después de resistirse uno durante meses a admitirlo es evidente que se ven más "sin techo", más gente pidiendo limosna y más personas hurgando en los contenedores de la basura, que hace un año. Es una evidencia perceptiva que no puede por menos de provocarle a uno, rabia y pesadumbre: no tengo nada en contra, más bien al contrario, de la celebración de un referéndum - en determinadas condiciones y con claras implicaciones - para decidir el futuro de este país pero la retórica independentista está funcionando como una cortina de humo, como una "cámara oscura" marxista, del agravamiento de la explotación de los asalariados y, en este sentido, está sirviendo - objetivamente - a los intereses de la clase dominante en su proyecto de suprimir las conquistas sociales en este período de reestructuración capitalista.

25 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (25/12/2012)


F., un españolista moderado estaba exaltado esta semana pasada. Le cogió por sorpresa el 11 de septiembre y la dinámica que generaron los "iluminados" que dominan CiU. De hecho, afirmaba contra viento y marea que todo era una táctica para conseguir una nueva financiación. Cuando vio el adelanto electoral y el programa con el que concurría la federación nacionalista se puso nervioso, mucho, y más teniendo en cuenta que les había votado más de una vez.

Ahora, después de la debacle, está alegre y optimista. Según él este gobierno tiene los días contados y "los catalanes, un pueblo comericante y cobarde" se contentarán con una mejora fiscal o financiera en su régimen. Hablamos de ello y no le pude convencer de que atribuir caracteres intemporales a un pueblo, acomodarlos al tópico con el que distribuimos la cartografía humana para orientarnos, puede ser un grave error si, una vez situados, no nos damos cuenta de los desajustes entre el mapa y la realidad.

Que hasta ahora haya predominado en el comportamiento político dominante en este país la prduencia y el cálculo no significa nada: muchos auguraban, tras la unificación alemana, el rebrote del militarismo alemán, consustancial a su carácter. Han pasado más de viente años y ningún síntoma hay en el horizonte que aliente esta perspectiva. Y el argumento de que se ha sustituido la Wehrmacht por el Bundesbank no merece más atención en este sentido.

Si una intensa labor educativa y política desde los cincuenta ha conseguido prácticamente borrar el militarismo del imaginario colectivo alemán, ¿porqué no ha podido pasar, en otra escala y con otras causas, lo mismo con esos supuestos rasgos distintivos del "catalán" que eran el mercantilismo y la cobardía?

Tiempo al tiempo.

24 de diciembre de 2012

Acabó la temporada de "Fantasy Football"


Y con un partido contra el equipo del bueno de Paul - que uno ha ganado, por cierto, lo siento Paul -, acabó mi participación, y la de Marc, en la liga de Football Fantasy. He acabado en quinta posición. Marc séptimo. Teniendo en cuenta nuestro desconocimiento de este juego no ha estado mal y ha permitido algunas reflexiones que en los próximos días dejaré por aquí. La temporada regular de la liga "de verdad" acaba la semana que viene con la perspectiva de la eliminación de los Giants que no podrán defender el título. Al menos, Robert ya ha preparado una velada para ver la Super Bowl y sentirse, por unas horas, ciudadano de un mundo algo más ensanchado que el que transcurre entre los Pirineos y el Ebro y entre el Ebro y Gibraltar.

23 de diciembre de 2012

El cumpleaños de Pablo


Ayer mi hermano cumplió 42 años y regresó a Barcelona para las vacaciones de Navidad. Hace ahora un año, por estas fechas, estaba internado y comenzando un via crucis que acabó el 18 de enero con una operación en la que se le extirpó un extraño tumor que resultó ser benigno. Ahora, uno se da cuenta de que en algún momento pensó que no habría más cumpleaños que celebrar. Afortunadamente, no ha sido así y de nuevo tiene uno que estrujarse la cabeza buscando qué regalarle. Que dure.

22 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (22/12/2010)


Ayer tuvo lugar la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat. Tuvo su miga que cuando Albert Rivera, de Ciutadans, le invitó a dimitir, el flamante presidente dijera que era "una ofensa". ¡Después del estrepitoso fracaso de su apuesta! De todas formas, por lo que se comenta en los ambientes sindicales, casi mejor que siga Mas que no se aúpe alguno de sus "compañeros" del núcleo duro: Homs, Oriol Pujol, Felip Puig o compañía.

Uno no siguió el debate pero sí el malestar que en La Vanguardia, tabloide oficialista donde los haya, ha generado un pacto con ERC que, al menos, ha ofrecido como buena señal un incremento impositivo aparente para las rentas más altas. Con todo, ya veremos si no acaba sacudiendo como siempre a los de abajo. Muchos representantes de la burguesía comerciante fiel a CiU no están demasiado contentos: sus patrimonios parece que podrían recibir inesperadamente cargas onerosas, ellos que se las prometían tan felices con su "independencia de juguete". El titular de la edición digital de hace unos días del periódico del grupo Godó era suficientemente indicativo: "Mas se entrega a ERC para continuar gobernando".

En algo parece que están todos de acuerdo, incluso los decepcionados tenderos del mercado que están muy callados y lejos de la exaltación del período septiembre-noviembre: esto tiene todo el aspecto de que durará poco y el entusiasmado "nuevo país de Europa" lo será o no pero no parece que esté a la vuelta de la esquina como esperaban muchos. Ya veremos.

21 de diciembre de 2012

Un poema de Quasimodo


Y de entre los poemas de Quasimodo entre los que uno se sumergió durante las pocas horas libres y sosegadas de las últimas semanas, recojo "Milan, agosto de 1943", contenido al parecer en Día tras día en dos traducciones diferentes y en el original del italiano.


"Milan, agosto de 1943
Ciudad muerta

Inútilmente, ¡oh manos!
removéis bajo el polvo:
la ciudad está muerta.

Sobre el Naviglio
todos oyeron el zumbar siniestro.
El ruiseñor en cuyo arpegio
se anunciaba el tramonto
cayó desde la antena del convento.

A qué buscar el pozo
si ya no tienen sed los vivos...
A qué palpar sus cuerpos
hinchados y rojizos:
dejadlos en su suelo;
dejadlos en su sitio,
que la ciudad ha muerto..."

Versión de Carlos López Narváez

"En vano buscas entre el polvo,
pobre mano, la ciudad ha muerto.
Ha muerto, se oyó el último trueno
en el corazón del barrio viejo,
y el pájaro ha caído de la antena,
allí arriba sobre el convento,
en dónde cantaba, antes del crepúsculo.
No cavéis pozos en los patios,
ya no tienen sed los vivos.
No toquéis a los muertos, tan rojos, tan hinchados:
dejadlos en la tierra de sus casas,
la ciudad está muerta, muerta."

Traducción de Carlo Frabetti

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Invano cerchi tra la polvere,
povera mano, la città è morta.
È morta: s'è udito l'ultimo rombo
sul cuore del Naviglio: E l'usignolo
è caduto dall'antenna, alta sul convento,
dove cantava prima del tramonto.
Non scavate pozzi nei cortili:
i vivi non hanno più sete.
Non toccate i morti, così rossi, così gonfi:
lasciateli nella terra delle loro case:
la città è morta, è morta.

19 de diciembre de 2012

La lectura de Salvatore Quasimodo



Tras Saint-John Perse le tocó el turno, hace ya semanas, a Salvatore Quasimodo. Fue una buena compañía durante las insoportable semanas preelectorales en Catalunya y en su momento quise escribir unas breves notas. Sin embargo, la fuerza de la sucesión de acontecimientos que la actualidad encadenó hicieron que las pospusiera. Ahora, cuando el panorama que se ofrece aclara su evidente oscuridad momentáneamente y parece que podemos tomarnos una tregua de unos pocos días, es momento de dar cuenta siquiera brevemente de la experiencia para no olvidarla.

Como en el caso del diplomático francés, el hermetismo de buena parte de su producción poética siempre me ha producido ambivalencia. Uno lo leyó de joven sin particular entusiasmo pero con la edad, como en tantos otros casos, la espina del juicio rápido y apresurado acabó por infectarse y decidí volver sobre él. Al menos en esta ocasión su hermetismo no me provocó disgusto sino que disfruté pues no se trata de esa variante oscurantista que resulta de una mala digestión del surrealismo consistente en amontonar adjetivos y emparejarlos de la manera más absurda posible para producir una "experiencia sensorial singular" - ese hábito que ha infestado buena parte de la poesía española que uno estaría tentado de calificar como "mala", aunque sabe que no es así en absoluto, de las últimas décadas y que le alejó durante muchos años de la poesía, sino que se trata de un programa consistente aunque sea estéticamente restrictivo para la educación de uno.

Pese a que mi ya oxidado italiano y las dificultades inherentes al modelo me hicieron abandonar, sin haber llegado a la mitad, la edición italiana de sus Poesías Completas adquirida este verano, lo compensé inmediatamente con la lectura de una antología traducida por Carlo Frabetti que me permitió descubrir que sus poemas más declarativos y comprensibles, casi narrativos, como los "epígrafes", "por los partisanos de Valenza" o "por los caídos de Marzabotto", muestran que ceder a la inteligibilidad no le era difícil y que se movía en ese terreno con la misma soltura que en el más esotérico.

Lástima, para las torcidas apetencias de uno, que no lo cultivara con más ahínco.

17 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (17/12/2012)


Y tan bruscamente como se llegó al acuerdo se ha llegado a un nuevo bloqueo que dispara rumores y negociaciones. Hoy, en la concentración unitaria de delegados sindicales ante el Parlament, entre grito y grito, entre pitido y pitido, quién más quién menos explicaba lo que sabía: que Unió se bhabía plantado ante las reticencias de ERC a comprometerse en la política fiscal, que Unió no quiere establecer por escrito la fecha, que Convergència tampoco quiere atarse por si acaso, que Mas no dimite porque no hay recambio pero que el descontento entre los simpatizantes de la coalición gobernante crece ante la evidencia de que la situación está a un paso de convertirse en un cul-de-sac, que si habrá elecciones pronto... Ceremonia de la confusión y un síntoma: la presidenta de la nueva cámara, Núria de Gispert, en su discurso, ha dicho que "Catalunya no es un país derrotado sino dispuesto a abrir caminos y nuevos horizontes". Malas sensaciones.

Afortunadamente, la CUP sigue aportando notas de humor negro y crítica a partes iguales y ha votado para la presidencia a la mujer que hace poco perdió un ojo al agredir salvajemente con su cara a un policía en su arma reglamentaria y a un irresponsable que dejó de pagar lo que debía a una entidad de esas que nos ayudan en nuestro difícil día a día. Menos mal que alguien pone un poco de cordura.

16 de diciembre de 2012

Sobre la filantropía


Durante la sobremesa hablamos acerca de la filantropía y la riqueza y Esther sentencia: "No hay ningún filántropo rico: si fuera un filántropo auténtico estaría en la pobreza". Más razón que un santo.

15 de diciembre de 2012

La paciencia de José Naveiras y Bajo la lluvia


Y, finalmente, gracias a la paciencia de José Navieras que soportó estoicamente mis últimas dudas, correcciones y rectificaciones de la contraportada, Bajo la lluvia llegó esta semana a la imprenta. Espero que en breve esté en la calle. Después de Navidad me temo que habrá que hacer alguna presentación. Será una buena oportunidad de saludar a amigos y conocidos.

Por último: aparte de a las personas que amo, el libro está dedicado a Jorge Riechmann. Un día de estos explicaré por qué.

13 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (13/12/2012)


Y, de improviso, las negociaciones de las que uno hablaba ayer y que parecían destinadas a prolongarse desembocan en un acuerdo: habrá referéndum y Mas salva la cara. Antes del 2015, se dice, pero casi todos estamos seguros de que será el 11 de septiembre de 2014: trescientos años después de la derrota ante los españoles. Un efecto necesario para conseguir la victoria en la consulta.

Una vez establecida la fecha hay que valorar que, por un lado, es mejor poner un límite a la incertidumbre y, asimismo, tampoco se ha de tener miedo a una convocatoria democrática, legal y legítima. Mas, por otro, es cierto que se han de temer los dos años de intensa propaganda que ambos frentes nos servirán en los medios a su servicio y que acabarán con nuestra paciencia. Habrá que racionar al maximo el contacto con periódicos y televisión (la radio hace siglos que no se enciende en esta casa) pues si de algo uno está convencido es que no imperará el juego limpio durante este periodo y al final se aceptará el resultado sea el que sea. Veo más cercano y probable el "desenlace doloroso" al que llevo meses dándole vueltas: la solución violenta. A este respecto, una amiga que ha vuelto de un viaje por el sur me explica que, por vez primera, la han insultado por hablar con sus amigos en catalán y que, en el grupo con el que viajaba, predominaba la hostilidad hacia Catalunya, lo catalán y los catalanes. Tal vez se trate de mala suerte y sea un caso aislado. Ella, sin embargo, no lo ve así. Nunca antes le había sucedido y viaja mucho por España. No puede evitar creer que es el resultado de lo que está sucediendo. Si tiene razón es un mal síntoma. Significa que la beligerancia de los medios españoles, tan intensa como la de los catalanes, está penetrando y condensándose en forma de "chivo expiatorio".

De cualquier manera, el asunto de la consulta soberanista será una buena oportunidad de poner a prueba una tesis que hace años que ha desaparecido de los medios como por ensalmo y que Iñaki de Juana Chaos recordaba coon sorna más o menos afortunada en su artículo "Hipocresía" contenido en su libro autobiográfico Días: "Trebiño no puede ser Araba ni con un referéndum, pero Euskal Herria puede ser independiente por vías pacíficas dentro de la Constitución española" (p158).

¿Y qué hace uno leyendo a un asesino como De Juana? Lo mismo que cuando ha leído las memorias del comandante de Auschwitz o las de Eichmann. Tomar nota cara a un proyecto de escritura. En este caso uno que lleva años rondándome: "la Guerra del Norte". Pues creo que eso fue: una guerra que acabó con la derrota de ETA. Y el argumento citado, la posibilidad de defender y conseguir la independencia de Euskadi (como la de Catalunya) a través de la Constitución, un táctica militar más. Creo que no me equivoco.

P.S: Conseguir el libro de De Juana ha sido arduo y muy caro. El de Enrique Rodríguez Galindo, Mi vida contra ETA, que espera su turno, ha sido más fácil pero no menos caro. Espero que el reusltado valga la pena. Iré dando cuenta de aspectos del proyecto conforme vaya cobrando forma. De Quasimodo a De Juana y Rodríguez Galindo... Y eso que se trataba de evadirse...

12 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (12/12/2012)


Días de negociaciones entre bambalinas de los partidos independentistas, de rumores sobre la magnitud de los futuros recortes, privatizaciones y "dolorosas medidas", de clamores contra la ley Wert magnificados por los altavoces del Nuevo Régimen (las concentraciones reunieron a poca gente, por el frío y por los convocantes - somescola.cat - una superestructura que aglutina organizaciones y moviliza preferentemente cuadros, lo cual no quiere decir más que eso: si hubieran convocado los partidos soberanistas y puesto toda su maquinaria en funcionamiento, hubiera sido otro cantar). Días de inquietud.

Allende el Ebro los medios afectos al Antiguo Régimen persisten en su ofensiva revanchista y supongo que mucha gente sigue sin comprender la dimensión del fenómeno. Así, un lector me pregunta "¿Por qué cuando las cosas iban bien en este país Artur Mas no convocó un referéndum? ¿Dónde estaban entonces los independentistas?". Pues estaban donde siempre, pidiendo una consulta. Lo que sucede es que su fuerza era menor que en la actualidad mas uno puede dejar constancia de que se les oía y mucho: estaban, existían y luchaban por la secesión; no han emergido como las setas, inopinadamente.

La diferencia es que ahora, y eso conecta con la primera pregunta, un aluvión de ciudadanos han sido seducidos, o mejor, se han entregado voluntariamente a esa utopía redentora de las desgracias presentes en nombre de un futuro Shangri-La catalán, y el ruido generado ha desbordado las expectativas. Es lo que tienen las crisis económicas y los "opios de los pueblos"... Mas no pedía un referéndum porque a la mayoría de ciudadanos de Catalunya les iba más o menos bien. Ahora no. Y antes que una imposible (!) reforma en profundidad del modelo social, político y económico dominante, han preferido consagrarse al sueño de una falsa revolución lampedusiana.

Afortundamente, a ambos lados del Ebro siguen pudiendo leerse reflexiones sensatas. Hoy a uno le han llamado la atención sobvre la que César Molinas publica en El País:

"El paisaje después de la batalla catalana del 25 de noviembre es desolador. Tras su caída paulina del 11 de septiembre y su autoinvestidura como profeta del independentismo catalán, Artur Mas ha acabado haciendo lo único que un político no puede hacer jamás: el ridículo. Mas caerá más pronto o más tarde, pero en la noche del 25 de noviembre se convirtió en un lastre para las ambiciones soberanistas de buena parte de la población catalana. Por aritmética parlamentaria, la agenda del proceso de autodeterminación ha pasado a estar controlada por Esquerra Republicana de Catalunya. Esquerra es un partido de largas e impecables credenciales democráticas que nunca ha recurrido, ni recurrirá, a la violencia para conseguir sus objetivos. Aclarado esto, en todo lo demás se parece a Bildu. Una consulta de autodeterminación condicionada por Esquerra tiene muy pocas posibilidades de resultar en una mayoría soberanista clara. Esta es mi lectura del 25 de noviembre: el movimiento proautodeterminación catalán está, ahora mismo, en un callejón sin salida.

Al otro lado del frente, las cosas no pintan mejor. El establishment madrileño reaccionó a la huida hacia adelante de Mas como un plantador de Luisiana cuando se le escapaba un esclavo: soltando a los perros y ordenando al capataz que lo trajera encadenado. El tsunami de amenazas, descalificaciones e insultos provocado por lo más goyesco de la corte de la Villa refuerza la convicción de muchos catalanes de que para Madrid Cataluña no es España, sino que es “de” España. El Rey habló de “quimeras”; Gallardón, de “nazis”; Margallo amenazó con la exclusión de Europa; Wert ha comenzado una —¿otra?— cruzada para “españolizar” Cataluña; Esperanza Aguirre, convencida de que los catalanes sufren una tara genética que les impide autogobernarse, dijo que una Cataluña independiente sería “una república bananera”; y, en el mejor estilo de Vladímir Putin, Fernández Díaz —¿el capataz?— y Rajoy alentaron o, al menos, toleraron un informe fantasma de la policía que acusaba a Mas y a Pujol de tener cuentas en el extranjero y de beneficiarse de la corrupción. Ni el ministro ni el presidente han confirmado o desmentido la existencia del informe, al que han dado pábulo en la campaña electoral la mayoría de los miembros del Gobierno. Es aterrador que, para satisfacer objetivos partidistas, estos políticos que nos gobiernan no tengan empacho en poner en la almoneda el Estado de derecho que tanto le costó a España conseguir. Este suceso aclara más sobre su catadura moral que mil discursos. A mí me da miedo, asco y vergüenza. (...)

No hay otro proyecto nacional para el siglo XXI que no sea la apuesta seria, explícita y programada por el capital humano. Estos proyectos no pueden basarse solamente en el nacionalismo. Esto podía hacerse quizás en el siglo XIX, pero no ahora en un mundo global. España y Cataluña deben tender puentes para abordar este proyecto, mejor juntas que separadas porque tendrá menos costes. Pero si no puede ser juntas, porque la clase política española no consigue entender nada de todo esto, en mi opinión Cataluña estaría legitimada para hacerlo por separado, haciendo del proyecto del capital humano el núcleo de un programa independentista. Soltando lastre, vamos. Siempre y cuando el Consell de Cent acabe teniendo más luces que la corte de Madrid, cosa que está por ver."


10 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (10/12/2012)


Puente trufado de actos en contra de la Constitución "española" ("butifarradas", conferencias, entrevistas, artículos periodísticos, reuniones lúdicas...) y de defensa de "la llengua" y el "model d'escola catalana" (aunque esto último pocos saben, en realidad, qué quiere decir, más allá de la retórica patriótica). La derecha española ha vuelto a demostrar, por enésima vez, que comprende deficientemente la situación catalana: considerar que el "envite independentista" ha quedado desacreditado por los resultados electorales es, me temo, un error y creer que es "hora de ajustar cuentas" para evitar que rebrote en el futuro, introduciendo por la fuerza la enseñanza del español, es no medir con prudencia las fuerzas. Cierto que en un enfrentamiento violento a corto plazo tiene las de perder el bando secesionista (para muestra el caso de Euskadi) pero no está tan claro el resultado a medio y largo plazo.

En cualquier caso, la prudencia y el sentido común se han rendido ante los credos nacionalistas y la estupidez al sur de los Pirineos.

7 de diciembre de 2012

Memoria de Saint Andrews (XV): Madeira y paella murciana en Dundee

 

24 de julio.

En otros años, las vacaciones en Saint Andrews incluyeron desplazamientos: hasta la isla de Skye, a la zona sur de las Highlands, a Edinburgh, por el condado de Fife, etc. Este julio ha habido que esperar ocho días para que nos decidiéramos a abandonar por unas horas nuestro apacible y tenazmente sedentario descanso. El destino: Dundee, la tercera ciudad en importancia de Escocia con permiso de Aberdeen. Una ciudad considerablemente fea, a unos viente kilómetros al norte y sin apenas alicientes turísticos más allá del cruce del que llaman Fiordo de Tay (Firth of Tay) que la separa del condado de Fife.

Esta vez, la visita a Dundee - casi veinte años después de la primera - no tenía ningún motivo turístico: estábamos invitados a comer. Ricardo había adquirido el año anterior una casa, según mi hermano Pablo "un castillo" porque tiene un torreón, al lado mismo del Lochee Park y nos la iba a mostrar: siempre es agradable celebrar la inauguración de un espacio de vida aunque no pueda llegarse a decir que da igual que sea un cobertizo o un palacete.

El día era espléndido nuevamente y, además, sin apenas viento. Las dos playas de Saint Andrews estaban abarrotadas como nunca las habíamos visto. Casi era un alivio tener un plan alternativo.

Cogimos el autobús y en la primera parada después de atravesar el Tay Bridge nos esperaba nuestro anfitrión con su inevitable gorra. Tomamos otro hasta el parque y allí, flanqueando la entrada principal, como si hubiera sido una antigua casa de jardineros o guardas, la casa. Efectivamente, tiene algo de híbrido por la torre circular que preside su cara este pero es una villa más modesta y agradable de lo que Pablo nos había dibujado: no se trata, en absoluto, de un gélido y suntuoso castillo de piedra. Dos pisos repletos de libros, discos y sintetizadores, un salón muy al estilo británico con su inevitable moqueta y las ventanas sin persianas, dos buhardillas hermosas en el piso superior con una terraza y una escalera de caracol para acceder a las estancias superiores nos entretuvieron un buen rato. Los lavabos y cocina, como siempre, estuvieron en un segundo plano y, en cuanto acabó la inspección de rigor, al jardín a tomar unas cervezas. Mientras, Ricardo preparaba una paella murciana y nos mostraba, ¡milagro!, el Madeira que había comprado para la sobremesa. ¡Un Madeira, por fin! Parece que los Oportos se han comido la mayor parte de la cuota de consumo de esta clase de vinos tanto en Escocia como en Catalunya pero para uno el Madeira sigue siendo el preferido y aquello era una noticia excelente. Con el aroma de la paella y la perspectiva del vino posterior hicimos el aperitivo con cervezas de la tierra bajo un sol magnífico. Después, nos empapamos de un estupendo arroz cargado de azafrán y, en mi caso, de postre unas copas de Madeira que compartí con Ricardo y Esther.

El paseo posterior por el parque hasta el bello cementerio de Balgay, al este de la colina del mismo nombre coronada por el observatorio Mills, fue de una belleza y una alegría memorables aunque al llegar a Saint Andrews uno fuera incapaz de recordar el nombre de la sindicalista ante cuya tumba, a la sombra de los árboles, nos detuvimos un buen rato. De ello tuvieron la culpa la hospitalidad de Ricardo, el sol escocés y el Madeira.

6 de diciembre de 2012

Gregorio Luri y la crítica al reduccionismo pedagógico


Gregorio Luri, otro de los participantes en las Jornadas de Secundaria sobre el fracaso escolar, es uno de los pocos pedagogos de este país que uno conoce con el cual es posible discutir trazando unos límites claros y un espacio de argumentación consensuable: no aspira a tener razón siempre y no invoca una dogmática psicologista cuando sus tesis se revelan más débiles que las de su antagonista. Es lo que tiene haber sido maestro, profesor de secundaria y profesor de universidad: ha vivido en más aulas que las universitarias, ha contrastado sus expectativas con la tozuda realidad y no ha pasado apenas tiempo en un despacho fabricando engendros teóricos (como César Coll o Álvaro Marchesi).

En su conferencia señaló, por ejemplo, el profundo absurdo y la imposibilidad conceptual y práctica que subyace al lema "el alumno en el centro" que la pedagogía postsesentayochista ha convertido en eje de su dogmática:

"Aquesta segona reducció es pot expressar esquemàticament amb el lema de Claparède, 'El nen al centre', la qual cosa no fa sinó afegir ambigüitat al discurs pedagògic, perquè o bé al nen li posem un tutor particular, o no hi ha manera lògica de situar trenta centres en una classe. Això ho saben molt bé els docents, però potser no els pares. Molts d’ells, quan senten parlar del nen al centre, no pensen en 'el' nen, sinó en el seu 'nen', la qual cosa és motiu de tota mena d’equívocs ben coneguts.
Aquest lema de Claparède posa de manifest una sensibilitat social nova envers el nen i, en general, envers la infància i la joventut, que apareixen com a dos fenòmens psicològics nous a començament de segle. En tots dos casos trobem pedagogs i psicòlegs que defensen que ni el nen ni el jove han de ser contemplats com a adults en potència, sinó com el que són. Però el que són és un moment de un procés que, si li neguem la finalitat biològica, es converteix en activitat sense fi transcendent."

5 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (05/12/2012)


Una compañera de tarea sindical, independentista de largo aliento, confesaba el otro día su incomodidad por el aluvión de partidarios de última hora del movimiento. Otro colega del sindicato, también independentista, mostraba su disgusto ante la feroz intransigencia de algunos recién incorporados a la causa: "los conversos son peligrosos". Asentí. El caso de muchos ex-fumadores fue el primero que a uno le vino a la mente.

En casa, Esther comenta un caso del que acaba de tener noticia. La encargada de adquirir la tradicional lotería de Navidad para un centro ha decidido no comprarla este año por ser un "producto español" pese a las quejas de sus compañeros, algunos de ellos firmes partidarios de la secesión que no desean confundir "churras con merinas"...  La señora en cuestión se ha convertido, milagrosa o paulinamente, en independentista en el curso de pocos meses...

4 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (04/12/2012)


Una buena teoría conspirativa pondría el acento en la casualidad de que el ministro que está suministrando más combustible para el incendio secesionista sea un señor de ascendencia catalana llamado Wert. No obstante, probablemente sea más razonable buscar en la vendetta de baja ralea, o la incompetencia, esta modificación del nuevo borrador de la Ley de Educación que desplaza la importancia de las lenguas cooficiales hasta el punto que su presencia en las pruebas de reválida puede ser optativa - algo que aturde el sentido común y se salta a la torera el espíritu de la Constitución, sino su letra - y que acapara el ruido mediático en el Principado hoy.

Lógicamente, la llegada de este nuevo oxígeno putrefacto animará las llamaradas en el dubitativo bando independentista y el incendio seguirá extendiéndose. Los medios ponen lo que falta. Ese vulgar tabloide en que se ha convertido La Vanguardia llega al extremo, en su edición digital, de mentir y afirmar que el catalán pasará a ser una materia optativa en la nueva ley: "todo vale" en este juego irresponsable que, uno vuelve a insistir, si no se detiene camina hacia un desenlace violento.

Todo y que en las conversaciones entre compañeros del sindicato abunda la opinión de que podría tratarse de un "entremés" encaminado a rehacer los puentes entre CiU y PP y que la sangre no llegará al río, uno no lo ve claro... La estupidez no conoce límites.

Tiempo al tiempo.

3 de diciembre de 2012

Ricardo Moreno Castillo y el éxito escolar


En el caso de otro de los ponentes de las Jornadas, Ricardo Moreno Castillo, "bestia negra" de la que podría llegar a denominarse "secta pedagógica", la inadecuación de las antiguas categorías "progresista" y "reaccionario" se muestra en toda su crudeza. Acusado de lo último por quienes se autoincluyen entre los primeros, quienes llevamos años en la docencia tenemos cada vez más una nítida conciencia de que, en todo caso, más bien sería justo al revés.

Sobre las falacias de la verborrea pseudoprogresista en la reflexión sobre el fracaso y el éxito escolar disertó amable y contundentemente.

Dijo, por ejemplo, Ricardo:

"Hablar del derecho a la educación, y a una educación de calidad, es correcto, porque un derecho es algo que se le exige a alguien, a la sociedad, al poder político, a nuestros semejantes. Pero reivindicar el derecho al éxito es como reivindicar el derecho a tener amigos. ¿A quién se lo voy a exigir? Es cierto que la cantera de donde salen más amigos suele ser el centro escolar, y la existencia de un centro escolar donde los chicos puedan ir, no solo a aprender, sino también a hacer amigos, sí que es algo exigible como un derecho. Ahora bien, si soy antipático, digo groserías, me niego a pasar los apuntes de clase a un compañero enfermo, pues no tendré amigos, y no tengo derecho a protestar delante de ningún organismo. No, ganar amigos es algo que tengo que conseguir yo, limando las asperezas de mi carácter, tragándome las impertinencias que se me ocurran, aunque puedan venir muy a cuento, y prestando ayuda a quien la necesita".

Más claro, el agua.

2 de diciembre de 2012

Inger Enkvist y la fuerza del sentido común


El fin de semana dedicado a las Jornadas sobre "fracaso escolar" fue un tiempo mejor empleado del que uno pensaba. De la sesión del sábado cabe destacar la conferencia de Inger Enkvist. La hispanista sueca, una mujer afable, modesta y rigurosa, ofreció un cuidado panorama de la pluralidad metodológica en pedagogía, mal que les pese a los constructivistas, y de la dificultad de reducir a una única variable relevante la causa del fracaso escolar, se defina como se defina, apoyándose en ejemplos extraídos de la literatura pedagógica sobre el colectivo afroamericano en los Estados Unidos. Después de una larga discusión en la mesa redonda, se atrevió a decir una obviedad de sentido común que, de tan evidente, nos sorprendió a casi todos pues nos hemos acostumbrado a ignorarla y aceptar el falso terreno de debate de los constructivistas: "sólo se ha conseguido encontrar una correlación entre el éxito en los estudios y otro factor. Este es el estudio: quien estudia acostumbra a tener éxito en los estudios". Lo dicho: de cajón.

1 de diciembre de 2012

Crónica de la Nueva Edad (01/12/2012)


Unas jornadas que, bajo el título "¿Fracaso escolar o fracaso político?", está organizando el sindicato este fin de semana en Barcelona han hecho que la visita a los tenderos haya sido, como diría mi difunto padre, "de médico". Poco para extraer ninguna conclusión: quejas y un cierto mal humor presidían el estado de ánimo general pero podría ser fruto del frío. Ni una palabra sobre lo sucedido el domingo pasado. La efervescencia parece haberse diluido. Habrá que cerciorarse mejor.