27 de marzo de 2012

El astronauta y el cocinero


Si bien una anécdota no debe ser elevada a la categoría de ejemplo es difícil evitarlo y dejarla en su hipotética condición accesoria, postiza, transitoria.

Ayer, noche televisiva. En El Hormiguero, dos invitados compartiendo tiempo y plató: un famoso cocinero, Ferran Adrià y uno de los únicos nueve humanos aun vivos que han pisado la luna, Charles Duke. No hubo color para uno. Afortunadamente, Adrià se fue callando poco a poco. Entre su experiencia y la de Duke, entre las frutas liofilizadas y el regodeo en lo pequeño y la fascinación de las montañas grises bajo la oscuridad del desierto frío espacio y la pasión por lo inabarcable, mediaba un abismo verdadero.

Había una diferencia que para uno no era puramente anecdótica.