29 de octubre de 2011

El "Fausto" de Gounod en versión "de bolsillo"


Una de las últimas representaciones, sino la última, de Fausto (Fragmentos en versión concierto) de Gounod con la que el Liceu abre la temporada de ópera para los abonos "populares" (es decir, el de uno).

Leo que uno de las justificaciones de este montaje "lite" es la política de austeridad a la cual también parece que el Liceo desea apuntarse: podría decirse que las clases altas quieren dar ejemplo... Pero menos... La austeridad y los recortes no van parejos a una disminución "ejemplar" del precio del abono y es que eso es lo que tiene la austeridad vista por la derecha política: pague lo mismo y tenga menos y de menor calidad...

Como justificación, en cualquier caso, es patética y su carácter ejemplarizante ridículo. Es como si la baronesa Thyssen decidiera exponer sólo el 20% de su colección durante este año cobrando, eso sí, el mismo precio por la entrada... Pero es lo que tienen los ricos... que la mayoría nos toman por tontos.

Respecto a la representación, y prescindiendo de la faringitis en proceso de recuperación que padecía el Fausto y de la que se resintió el espectáculo, la ópera de Gounod, con ese gusto tan propio de la tradición francesa por la proliferación de timbres y la "ligereza" dramática y musical, por la falta de recargamiento (o densidad) de la tradición más alemana, no sufre una merma atroz musicalmente hablando. Al menos según Esther que es quien, verdaderamente, sabe. Evidentemente, la reducción teatral y escénica cuartean la función pero, a cambio, uno puede disfrutar con la observación de la orquesta y su tremendo trabajo de coordinación así como con la percepción cuidada de los matices de la partitura musical, de su complejidad, que quedan a menudo oscurecidos en la función normal, cuando el foso es el lugar donde se cobijan, y darse con un canto en los dientes porque podría haber sido aun peor...