12 de enero de 2011

12 de enero de 2010: ante la inminencia


Ocurre que cuando el porvenir se anuncia parece depender de uno recibirlo con entrega entusiasta, fatalidad o desasosiego.

En realidad, lo que ha de advenir siempre ha estado ahí, ofreciéndose, mostrándose y ocultándose al tiempo. El advenimiento de lo futuro no ha dejado jamás de acontecer y siempre más deprisa de lo que uno cree.

Este desasosiego que ahora nos invade a algunos no proviene seguramente del cataclismo, el trastorno o la dislocación que podamos entrever, pues nada sabemos a ciencia cierta sobre lo que haya de venir, sino más bien de la creciente sospecha de que será absolutamente inesperado. De la convicción de que, en esta época, lo inminente no sucederá como esperamos...