9 de junio de 2010

9 de junio de 2010: Ensayo sobre el machismo en las bicicletas y una nota el sexismo en el lenguaje (III)


La preeminencia del eje diacrónico sobre el sincrónico plantea, ante todo, problemas filosofóficos. No obstante, puede aceptarse por mor de la brevedad. Ahora bien, si se comprende la diacronía como evolución acumulativa en la que se conservan los estratos más antiguos nos topamos con que los núcleos de significado que se observan diacrónicamente pueden no estar vigentes sincrónicamente.

Por ejemplo: en castellano la palabra "maravilla", que proviene del latín mirabilia, tenía en el siglo XV un significado próximo a lo monstruoso, a lo horrible, que prácticamente ha desaparecido en su uso actual. ¿Puede decirse, en rigor, que hoy día la palabra "maravilla" conserva intacto ese núcleo en el fondo de su significado? Tal vez así sea pero no es el caso para la mayoría de los millones de castellano-hablantes que utilizan el término únicamente en su sentido positivo.

¿Si seguimos al mismo Wittgenstein, al que debemos la metáfora de la ciudad, puede concebirse de otra manera el significado de una palabra sino es su uso? ¿Si nadie la usa con ese significado cómo podemos decir que lo posee?