8 de mayo de 2010

8 de mayo de 2010: ¿es el relativismo una nueva forma de "asalto a la razón"? (II)



Entendámonos. El texto no es una pura nada sobre el cual se efectúen infinitas lecturas posibles. Ni en una formulación extremadamente constructivista como la de la Teoría Empírica de la Literatura de Schmidt se acepta semejante barbaridad que goza de gran predicamento entre los seguidores más fanáticos -y menos avezados en el matiz- de los Cultural Studies o la postmodernidad más patibularia.

Schmidt, por ejemplo, considera que los textos, las "bases de significado", operan como "disparadores" de procesos cognitivos de los individuos para realizar atribuciones de significado de acuerdo con factores sociales. No obstante, esta "construcción" social del significado debe ser entendida en su sentido más obvio. No como una reducción del texto a un vapor del que puede decirse cualquier cosa sino como la reafirmación de que el significado de los términos depende de su uso, de su intercambio social, como ya enunció Wittgenstein. Ya está. Schmidt no va más allá.

El texto permite ciertas atribuciones de significado pero no otras. Las "bases" tienen un núcleo semántico que, evidentemente, es pragmático pero no por ello es pura vacuidad debido a su historicidad. Para entendernos: las palabras y las oraciones que componen un determinado texto tienen determinados significados posibles a partir de su uso, cambiante, histórico, pero no están desprovistas de nota semántica alguna.

Así pues, algo hay en los textos que debería hacer posible afirmar algunas proposiciones y no otras (aunque para algunos postmodernos eso es una restricción a la jouissance y la infinita productividad del texto, una represión "fascistoide").

Algo debe haber, consecuentemente, en los textos de Nietzsche que permitió su uso sesgado por el nazismo. De la misma forma que algo "no hay" en los textos de Einstein (y no me refiero a los enunciados de la teoría de la relatividad) o de Groucho Marx que ha hecho difícil, por no decir imposible excepto en alguna parodia delirante, su uso por parte de movimientos totalitarios.

De la misma forma, me temo, algo hay en la posmodernidad y en el postestructuralismo francés más radicalmente relativista que da munición a ese pensamiento reaccionario que iguala el Creacionismo con Darwin, el Génesis con la teoría del Big Bang o el chamanismo con la ciencia médica y propone un multiculturalismo que homogeneiza y substancializa ese constructo llamado "cultura" etiquetando algunas como "opresoras", "genocidas" o váyase usted a saber qué, y extendiendo certificados de culpabilidad -o inocencia- colectiva.