24 de febrero de 2010

24 de febrero de 2010: la colonización del "mundo de la vida"



En una entrevista publicada en El País el pasado 26 de enero, Sidi Mohamed Barkat señalaba:

"El trabajador ha sido transformado en una especie de empleador de sí mismo. En algunos sectores, ciertamente, se le ha concedido un grado considerable de autonomía, e incluso se puede decir que es más libre. Pero lo que sucede es que una parte de sí mismo -el sujeto- va a emplear a la otra parte -el cuerpo- y le va a pedir una serie de cosas. Si los objetivos que se impone son muy elevados, el sujeto puede pedirle al cuerpo tal vez lo imposible y es así como el cuerpo va a trabajar, no sólo en la empresa, sino fuera de la empresa; por ejemplo, pidiendo al marido o a la esposa que le ayude; formándose a su propio coste. El trabajo ha desbordado completamente su esfera para invadir la esfera de lo privado. Incluso a los trabajadores se les regala material como ordenadores, teléfonos, etcétera."

Esta apreciación de Barkat enlaza con la vieja tesis de Marx de"la subsunción de lo real al capital", la mercantilización de la realidad. Creo que sigue teniendo validez la descripción marxiana pero quizás haya que operar también con otras categorías auxiliares que atiendan a las formas más sutiles de invasión no sólo del espacio de la interacción entre los sujetos sino también el de la autointeracción: en nosotros mismos se repite la dualidad sistema-mundo de la vida. Nosotros también somos sujetos y objetos al tiempo en proceso de mercantilización, de invasión.

Para decirlo en palabras de Habermas, la situación de las sociedades del capitalismo tardío se caracteriza, entre otros aspectos, por la "colonización" del "mundo de la vida" por parte del "Sistema": la invasión de la esfera de lo privado por el trabajo, la supeditación de la familia, la amistad y las relaciones personales a las disposiciones del Sistema entendido en su aspecto más amplio e impersonal. Y esta "colonización" se extiende, también al mismo individuo: el sujeto sistémico está colonizando al individuo, el trabajador a la persona, el súbdito al ciudadano.

Somos seres asediados que padecemos la peor de las colonizaciones: la propia.