14 de abril de 2009

Un poema de Natasha Thretewey


De Native Guard (2006). Traducción y prólogo de Luis Ingelmo. Bartleby Editores, Madrid, 2009.


"GÓTICO DEL SUR

Me he acostado en 1970, en la cama
que mis padres compartirán unos pocos años más.
Recién caída la noche, aún no se han dado la espalda
al dormir, los cuerpos curvados, paréntesis
que enmarcan las vidas distantes a las que despertarán. En sueños

soy de nuevo la niña con mil preguntas que hacer,
los constantes por qué y por qué y por qué
que mi madre no sabe contestar, la boca cerrada, un gesto
que revela su futuro: los labios fríos, apretados y cosidos.
Las líneas del rostro de mi padre se acentúan
con un mohín de aflicción. He vuelto a casa
del colegio con las palabras que nos oscurecen
en esta pequeña ciudad del Sur -pelagatos, amiga
de negratas, mestiza y acebrada- palabras que toman forma
desligadas de nosotros. Nos apiñamos en la isla de nuestra cama, quedos
en el idioma de la sangre: la casa, inestable
sobre sus ancas de cemento ligero, se hunde cada vez más
en la mugre del linaje. Las lámparas de aceite parpadean
a nuestro alrededor; nuestras sombras, oscuros glifos en la pared,
más grandes y extrañas que nosotros mismos."

Tomado de Generación Blogger.

Sobre este libro, Manuel Rico ha escrito en su blog:

"Natasha Trethewey, una lección para nuestros líricos alérgicos al poema crítico

Los inmaculados de toda laya. Los alérgicos al poema que bebe en la civilidad, en la memoria colectiva, en la Historia y en la historia. Los amantes del hermetismo. Los que identifican modernidad con ligereza. Los que -parafraseo y adapto unos versos memorables de Pepe Hierro- huelen la flor de la bella palabra / acaso no comprendan las de Natasha, sin aroma. Sí, todos los nombrados o sugeridos encontrarán el reverso de sus teorías, filias y fobias en Guardia nativa (traducido y prololgado magistralmente por Luis Ingelmo), un poemario que es, en el fondo, un libro poema en el que Natasha, hija de una mujer de raza negra (una rubia, en fin, de piel blanca y genes negros), recupera la memoria de los soldados negros que lucharon por su libertad en las filas de la Unión durante la guerra de Secesión en Estados Unidos. Sí: recupera la memoria colectiva, pero lo hace a través de su propia memoria íntima, de su experiencia personal. Recupera la dignidad de los negros enterrados o desaparecidos sin dignidad más de un siglo antes. Araña en la culpa colectiva de una sociedad desmemoriada, olvidadiza. Recupera su infancia y sus sueños, su amor por una madre maltratada hasta el asesinato, nos sitúa ante un mundo turbio y hermoso a la vez."